Capitulo 4

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Este capitulo es uno de esos donde nos toca sufrir y tener que seguir adelante a pesar del dolor, pero a la vez dándose el tan ansiado primer contacto telefonico que estábamos esperando y algunos secretitos que quieren salir a flote... Tengan listo unos pañuelitos por que conoceremos un poquito mas de Jungkook y sus tormentos.


***

Eran las tres de la mañana y su alma aún estaba despierta. A su preocupada mente no le llegaba el sueño. Había vuelto a pasar. No era algo que le importara, ni le molestaba más, tampoco era que estaba acostumbrado pero a pesar de todo el seguía sosteniendo el pequeño papel naranja que contenía, con escritura delicada, un número telefónico. Todavía seguía maldiciendo a la mujer que le dio el papel. Aún así ya era muy tarde para que pudiera comprender lo que estaba a punto de hacer. Su mente estaba confundida y sus ojos estaban borrosos por las lágrimas que seguían guardadas en sus ojos. Algunas de estas ya habían salido pues el dolor estaba llenando su alma de nuevo, la única diferencia era que esta vez ya no era capaz de soportarlo.

Todo dependía de su estado de ánimo. Algunas veces, incluso el más pesado dolor no le hacía temblar. Otras veces no podía soportarlo. A veces buscaba el dolor y otras huía de el. Estaba tan perdido, pero muy dentro de él sentía que lo merecía. No. Sabía que lo merecía. Pero a veces, solo a veces, deseaba que no fuera así...

Intentó llamar cuatro veces. Las cuatro veces colgó antes de que alguien contestara, pero después de la quinta, fue muy lento para colgar siendo recibido por una dormida pero suave voz que penetró muy dentro de su corazón.

—¿...Sí?

La voz hizo que la persona del otro lado de la llamada sostuviera su respiración, logrando sollozar suavemente, preocupando por completo al receptor.

—Oye... tranquilo, aquí estoy para escucharte.

Ahora la voz sonaba más despierta mientras que el que llamaba intentaba lo mejor para controlar sus lágrimas y formular las palabras que quería decir. No pasó mucho tiempo para que se diera cuenta que no sabía que decir.

—¿...Por... por qué? ¿...Qué... qué ganarias, si-si me escucharas...?

—...La pregunta no es "¿Por qué?", si no "¿Por qué no?"

—¡No... no actúes como si me conocieras! Hablas como si supieras todo sobre mi pero no sabes una mierda.

—Si me dijeras tal vez podría saber un poco sobre ti... Intentaré comprender.

—No. Nunca entenderás. Aunque te dijera, no existe forma de que algún día llegues a sentir lo que yo siento todos días de mi vida. Aunque lo intentes, nada te hará entender mi dolor.

—Nunca podré sentir lo que tú pero podrías dejar que otras personas te ayuden. Al menos déjame intentar y comprender, intentaré cargar el dolor que llevas dentro...

—¿Qué? ¿Eres estúpido? Esto es mi sufrimiento y solo mío. ¡Tú única maldita tarea es escucharme! No me respondas o intentes compadecerte de mí. ...Eso nunca pasará

—...Entonces habla. Me llamaste, ahora escucharé.

—Ni siquiera sé porque razón te estoy hablando... ¿Qué harías si tu vida fuera un completo desastre? ¿...Si... todo lo que pasara alrededor tuyo fuera totalmente aburrido y nada te hiciera feliz? ¿Si lo único que te hiciera sentir mejor fuera el dolor? Dolor... mierda... eso es lo único que logro dar a los demás ahora... ¿No es gracioso? —Una cínica risa se escuchó—.Causar dolor y lastimar a los demás es lo mejor que hago. Lastimé a mi familia, soy un cabron y por eso lastimé a mi tío. Esto nunca terminará... Vivo lastimándolos y siendo lastimado por ellos...

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