Capítulo 60

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Fin de mes y finalmente el momento que todas hemos estado esperando llego!! El desenlace de esta hermosa historia, la cual much@s se han sentido identificad@s, hasta cierto punto mi persona, por favor tengan tissue a su costado *-*

Les dejo una cancioncita (True love waits - Radiohead) para que acompañen el capi la cual queda perfecta a la situación. Repítanla cuantas veces quieran, sin mas disfruten de esta ultima entrega!



Jimin empujó sus libros sobre la mesa. Los movió de nuevo frente a él, para luego volverlos a mover nuevamente alrededor suyo. Estaba terminando su segundo año de universidad en la carrera de psicología y sus especialidades. Había tratado de hacer su trabajo por cuarenta minutos simplemente empujando los libros alrededor. Pero en realidad, no había mucho más por hacer. No solía salir casi nunca a menos que lo necesitara.

Pero el día de hoy si que lo necesitaba.

Había tomado la desagradable costumbre de fumar. Lo mantenía en calma, dándole algo que hacer y era su manera de decir "A la mierda el mundo, ya no me importa más". No quería salir pero de pronto tenia esa necesidad. Con un suspiro abatido, deslizó sus libros fuera de su vista por última vez, agarró su billetera y salió de su dormitorio. Jimin se dirigio a la tienda, ajeno a todos, su atención puesta en la canción que sonaba en sus auriculares. Últimamente estaba obsesionado con la banda Radiohead, que era justo lo que estaba escuchando. Las canciones sólo le recordaban a Jungkook, al que salvó, amó y perdió en la secundaria. Recuerdos del pelinegro llegaron a la parte delantera de su mente y le hicieron feliz por un breve momento antes de que lo entristeciera de nuevo.

Le tomaba unos cinco minutos aproximadamente a pie para llegar a la tienda. Aun así, si el viaje podría haberle tomado más tiempo, él hubiera sido feliz. No estaba haciendo nada, así que fue una buena manera de matar el tiempo. Tal vez llamaría a Yoongi después. Aparte de eso, su noche consistiría en escuchar su lista de reproducción llamada "Jungkook", leer poesía de mierda, fumar y tal vez comer un bote de helado.

Mientras seguía caminando, muchos más recuerdos del pelinegro empezaron a reproducirse en su mente, pero pronto se detuvieron, al igual que sus piernas, cuando un Mercedes pasó de forma rápida frente a él.

—Idiota —Jimin gruñó mientras rodaba sus ojos. Estúpido conductor y sus intentos de presumir.

Era increíble y un poco deprimente cómo las cosas habían cambiado en un tiempo tan corto para el mayor. Había dado un gran paso en su vida, su carrera, su pelo, se lo había dejado crecer con unas mechas grises; tenía más tatuajes que antes. Se veía muy bien, en absoluto. El nuevo cambio de look le dio un grado aún mayor de belleza y sus habilidades de maquillaje habían mejorado.

Pero cuando se desmaquillaba en la noche, las ojeras eran prominentes debido a su incapacidad para dormir. No importa a qué hora se fuera a la cama, se despertaba a las tres y permanecía despierto durante una hora, para luego volver a dormir. Su cuerpo ya se había acostumbrado, sin embargo se sentía tan agotado en clases.

Su suspiro fue más que un pequeño sonido mientras cogia otra cantidad insana de dinero para pagar los cigarrillos. Estúpida nicotina sobrevalorada. Tan pronto como salió de la tienda, sacó un cigarro y su deprimido suspiro sonó un poco más feliz mientras se llevaba a sus labios la cura que aplacaba su dolor. Con su mente todavía en Jungkook, caminó de regreso a su dormitorio. Si hubiera prestado atención, hubiera visto al despampanante Mercedes de nuevo, pero lo único que le importaba era el hecho de que la canción que escuchaba hablaba de todo lo que él hubiese querido decirle a Jungkook pero no lo hizo.

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