Parte 30: Eres un cordero.

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Bajamos del vehículo y nos encaminamos hacia la entrada, me mantuve en silencio hasta que el bullicio del restaurante me hizo prestar atencion. Caminamos junto hasta una mesa libre del lugar, en el transcurso me encontre con unos rostros conocidos y levante mi mano saludandolos, pero mi intento fue en vano.

Doblaron sus cabezas como si no me conocieran, como si fuera un ente en sus vidas. Deje de repetir la accion y baje mi mano, que pronto fue tomada por Jungkook y la llevo hacia sus labios besandola.

- Todo bien ¿no?- pregunto y asenti mientras dirigía mi mirada en el largo menú.

Suspire y deje el papel de lado, me cruce de brazos y pasee mi vista por el salon hasta dar con aquella mesa. Mi sangre parecio hervir al verlos hablar mirando hacia aqui, sus risotadas se escuchaban desde mi lugar y algunos tenian la caradurez de hacerme un par de señas.

-¿Sucede algo?- garraspe y negue sin decir nada.- YoSook no te prohibas, dime que es lo que te pasa.

-¿Por que deberia pasarme algo?- pregunte tajante y el azabache fruncio su ceño.

-No lo se, YoSook. Desde que salimos de la cafereteria has estado rara.- al igual que yo dejo el papel de un lado y entrelazo entre si sus dedos.- Estoy tratando de saber que es lo que realmente te pasa.

-No pasa nada, deja de preguntar sobre ello.

Abrio sus ojos perplejo y remojo sus labios mirando hacia otra direccion, observe como sus comisuras se elevaron y negó.

-Te lo voy a preguntar una y mil veces mas si es necesario.- concluyo inclinandose hacia mi.- ¿Qué es lo que te pasa?

-¿Cuantas veces debo repetirtelo? No me pasa nada.- dije mas pausamente mis palabras y eso lo puso de los pelos.- Y si me pasara algo, es mi tema.

-No es solo tu tema, al final de todo eres mi esposa.

-Por contrato, Jungkook.- dije cortantemente y el se volvio a reircoporar en su asiento.- No lo olvides.

Asintio sin decir nada y su vista se concentro en el juego que hacia con su tenedor.

Cerre mis ojos y sabia que mis palabras no eran ciertas. Sin embargo, la frustracion conmigo misma estaba llevando la delantera y terminaba por empeorar las cosas.

-¿Ya decidieron su pedido?- el amable mesero llego.

-Que primero decida la dama.- dijo mirandome directamente hacia los ojos.- Dijo que estaba hambriente.

Abri mis ojos y senti enrojecer al momento, alzo sus cejas y yo mire al jovencito que intercalaba su mirada entre nosotros.

-Solo quiero el plato del dia.

-¿Solo eso?- indago Jungkook sonriente.- Pense que tenias más hambre, querida.

-Hubieron cosas que me lo hicieron desaparecer, muy repetinanmente.

-Pedire lo mismo que ella.- se limito a decir y el mesero asintio para luego irse apresuradamente.

-¿A qué estamos jugando?

-No lo se, dimelo tú.- su sarcarstica sonrisa me enfurecia más y respire profundamente.- ¿A que quieres jugar, YoSook?

-Mira, Jungkook, no tengo más ganas de pelear.

-¿Tu crees que yo si?- pregunto y luego apoyo los brazos sobre la mesa, inlinandos mas hacia mi.- Solo dime que es lo que te sucede, YoSook.

Trague grueso y el dia parecia nunca terminar, levante mi vista y el me esperaba expectante a mi respuesta.

La Cita Cincuenta Y SieteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora