La Cita Cincuenta Y Siete

Capitulo 45:Cerrar, sanar y avanzar.

A pesar que las pequeñas vacaciones de los Jeon tenían la intención de que sean calurosas en el mar, el clima no nos acompaño en absoluto. Una fría brisa corría haciendo remolinear nuestros sueltos cabellos y fundirnos aun más en nuestros escasos abrigos mientras que padre e hijo junto a Hani trataban de jugar con la pelota.

DoYeon prefirió quedarse dentro de la casa disfrutando de un libro mientras que Suni y yo soportábamos la arenilla en nuestros ojos y cuerpos vigilando desde las sillas plásticas cada acción de la playa.

-Creo que debería haberme quedado con mamá.- comentó la pelirrubia mientras estiraba su cabeza en la almohadilla.

-Al menos Hani se ve entusiasmada jugando.- veía como los ojos de la pequeña pelinegra se abrían cada vez que la pelota iba hacia su dirección.- Se está divirtiendo.

-Por eso estoy soportando los kilos de arena sobre mi cuerpo.- reí al escuchar la verdad y desde que estábamos aquí, no habíamos parado de sacudir nuestras ropas.- ¿Qué pasó anoche?

Suni, se giro hacia mí mientras apoyaba el codo sobre la silla y en su mano su cabeza, inclino su mirada y sus gafas negras se bajaron dejándome ver sus ojos.

-¿A qué hora?

-Pues no sé, estoy segura de que algo verdaderamente sucedió para que a primera hora tanto Yeonji como Jimin desaparecieron como agua.

-¿Tú que sabes de Yeonji y Jungkook?- pregunté de golpe y Suni sonrió.

-¿Qué sabes tú? Va, ¿Qué te contó él?

Rodee los ojos y definitivamente los Jeon tenían una gran habilidad para evadir las preguntas y tapar uno al otro.

-Lo siento, YoSook. Pero te seré sincera, se muy poco de lo que me ha contado mama. Yo... yo estaba en otros lados mientras Jungkook estaba con Yeonji, a penas la conocí antes de que me fuera...

-Entonces... ¿por qué me preguntas que me contó él?

-Porque yo también quiero saber la verdad, geniuos.- suspire y cubrí mi cara para amortiguar el golpe de balón sobre mi. Hani corrió hasta nosotras en busca de ella y Jungkook me miraba apenado desde su lugar.

-Si no conoces tanto a Yeonji... ¿Como Hani puede tener tanta confianza en ella?

-No lo se... es un misterio para mí también. Hani, la conoció por unos meses, pero luego jamás la volvió a ver hasta que llegamos aquí...

-No entiendo.

-Lo único que puedo decir... es que Yeonji debe ser una buena persona después de todo.- dijo Suni mientras miraba las huellas de los pequeño pies de su hija.- Hani no ha reaccionado así con una persona, a menos que se sienta segura o en confianza... y ella confía en Yeonji.

Chasquee la lengua y ojalá pudiera confiar en las palabras de Suni como ella lo hace. Sin embargo, la pelirrubia no estaba al tanto de lo manipuladora que podría llegar a ser, sus palabrerías lograban carcomer tu cabeza y relucía bien sus tácticas aprendidas en su carrera de psicología. Ella, en menos de unos minutos, con sus claros y a la vez oscuros ojos, podía sacarte la verdad y la mentira.

-¿Te ha gustado mi regalo?- observe a Suni y sonreí mientras asentía, alce mi muñeca y allí brillaba una hermosa y elegante pulsera de plata, tenía unos pequeños y bellos toques de una piedra energética del cual desconocía su significado.

-Me ha encantado, realmente no esperaba recibir tanto cariño desde temprano.

Y así fue, desde que abrí mis ojos encontrándome con la visión de la fina lluvia escurriéndose en el vidrio de la ventana y por unos cálidos besos sobre mi nuca que apagaban totalmente el frio de la habitación, todo había sido una completa maravilla.