Capitulo 44:No quiero que seas tú.

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Como si fuéramos un par de adolescentes, nos escabullimos por la ventana hasta pisar la fina y dorada arena, compartíamos una manta que colgaba desde nuestros hombros y así comenzamos a caminar costeando el furioso mar.

Escuche como el sorbía su nariz a la vez que controlaba su respiración, al parecer, contar lo vivido con Yeonji había tocado una fibra bastante profunda en él. Nunca había visto los ojos de Jungkook tan sobrios y fríos, casi vacíos; como si decir cada una de sus palabras le hiciese hundirse en un oscuro agujero.

Tal vez me estaba aprovechando de su estado de vulnerabilidad pero prefería sacarle la verdad de una sola vez.
Seria como quitar una bandita de un jalón.

-¿Por qué te ha puesto de este modo hablar de Yeonji?- pregunté en el silencioso ambiente y sentí la mirada de Jungkook sobre mi.

-YoSook... yo no quiero-

-Se que a los hombres les afecta cuando son engañados por una mujer con otro hombre u mujeres.

-No fue un engaño, yo acepte que aquello sucediera.

- Entonces ¿qué es lo que te aflige tanto? Nadie llora tan desconsoladamente como hace rato por una simple separación.

Escuché como suspiro y nuestros pies se iban enterrando más a medida que íbamos caminando, un puerto estaba cerca de nosotros y grandes faroles nos alumbran el camino.

-¿No vas a hablar?

-Ya dije demasiado.

Rodee mis ojos y solté su mano, me planté sobre la arenosa superficie logrando que se volteara.

-Me estoy cansando, Jeon. Estoy cansada de sacar mentira o verdad de tu boca.

-Lo sé pero-

-"Lo sabes pero"- copié y chasqueo mi lengua acercándome a él.- Y siempre quedamos en un pero, quiero saber todo.

-YoSook.

-¿Por qué duele tanto tu pasado? ¿Quién es Juonnie, eh?- sus ojos se abrieron de par en par y yo recordé la brillosa venda sobre mis manos con aquel nombre. -¡Habla Jeon!

-¡Si, YoSook! Mi pasado me duele terriblemente.- sus manos se alzaron y comenzaron a golpear su pecho. - ¡Yo soy quien carga con la muerte de una mujer! ¡Soy yo, YoSook! Duele, quema y me jode hablar del pasado al recordar como su cuerpo estaba frío, sus ojos estaban morados y su cara completamente hinchada.

Permanecía callada mientras Jungkook estaba sin control, tomaba de sus cabellos fuertemente, tirándolos hacia atrás abruptamente. Sus pasos eran torpes y un enojo inconsciente controlaba sus acciones, por unos extensos minutos despotrico con el sol y la luna hasta caer sobre una piedra.

-Todo iba bien con Yeonji hasta que dijo que fuéramos hacia ese lugar, por varios meses concurridos a Swine Home. La última vez... allí, no quería sacar más fotos, me limité a mirar...

Su mirada cayó sobre sus manos y no dude en ir a su lado, acaricie lentamente sus negras hebras, tratando de tranquilizarlo.

-Siempre había un paquete blanco entre ellos, a pesar que trataban de ocultarlo, no era estúpido. - se encogió de hombros y una risa seca brotó de sus labios. - Esa noche, la mujer se acercó de pronto, sus manos estaban frías, aún las recuerdo sobre mis hombros. Se limpiaba la nariz cada dos por tres en mi saco y de la nada cayó sobre mi...

Ahogó un sollozo y sus manos temblaban sobre las mías y negaba mientras apoyaba su frente sobre la mía.

-Yo jamás pensé que ella estaría muerta... traté de decirle que se vaya pero simplemente cayó sobre el suelo, sin un aliento, nada. Comencé a desesperarme, traté de pedir ayuda, llego una enfermera y dijo que no había vuelta atrás...

La Cita Cincuenta Y SieteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora