Capítulo 53: Conocer a la vez que Desconocer.

266 23 0
                                    

"La Cita Cincuenta Y Siete"

-¡YoSook!

Gire mi cabeza al escuchar mi nombre ser vociferado por Jungkook mientras este se dirigía hacia el sector de la mesa dulce. No tarde en emprender viaje con mis pies descalzos y agradecía que el mantel fuera tan largo para ocultarlos a la hora de tomar la foto, no tarde mucho y ambos tomamos el enorme cuchillo para cortar un piso de los tres que eran.

-¿Lista?- pregunto en mi oído y asentí mientras escuchábamos como los invitados se reunían alrededor haciendo la cuenta regresiva y las luces de las cámaras nos cegaban.

Cortamos el primer trozo, colocándolo en un pequeño plato y, al menos yo después de tanto días, ansiaba comer del pastel que estaba frente mis ojos. Lo comente en un rápido y bajo susurro pero al parecer el señorito Jeon lo había escuchado e hizo literal mi opinión.

A pesar de tener treinta y tres años, no parecía tener limites ni siquiera escucho las advertencias de una de las estilista al verlo cuando acerco el pedazo de bizcochuelo con una excesiva crema y terminando por embardunar toda mi barbilla sorprendiéndome por completo.

Luego de un par de fotos más, me encamine hacia las escaleras y retirar lo más ante posible la crema que poco a poco se iba derritiendo en mi cara. Comencé a reír, al verme pasar por un espejo y por algunas copitas de más que había en mi cuerpo. Pero, en cierta parte, agradecía de no haber perdido por completo mis sentidos al llegar a una habitación.

-¿Entonces que quieres? ¿Abandonar el plan?

Asomé mi rostro por la pequeña abertura que había y trataba de ver de quienes se trataban a pesar que reconocí sus voces al instante.

-Todo se esta desviando, Yeonji. ¿Qué más quieres que haga? No puedo soportarlo más.

-Estamos avanzando... él está débil, lo presiento, JiSoo. Podemos ganar esta vez.

Una risa seca por lo bajo a penas logre escuchar y la amargura en su voz me preocupaba de sobremanera.

-¿Por qué caímos tan bajo? Mi bolsillo está lleno pero que hay de lo demás... estoy asustada.

Quedé en el mismo silencio que se había formado entre ellas dos.

- La Jisoo que yo conocí nunca tenía miedo.

-Mi yo de ese entonces no había caído en la oscuridad a la que tú me llevaste, Yeonji... ¿Cómo fui tan estúpida por ti?

Escuché como una puerta se abría y probablemente habían pasado al cuarto de baño;no dude en escabullirme hasta colocarme en una esquina donde un inmenso armario ocultaba casi toda mi existencia. Afortunadamente solo se colaba una penumbra de la luna por el inmenso ventanal de la habitación bajando la probabilidad de que pudiesen descubrirme.

-Eres muy ilusa si crees que podemos ganar esta vez. ¿Cuándo lo hemos hecho? Nos tiene sometidas a sus pies. ¡¿Cómo te has dado cuenta todavía?!

Tragué grueso y nunca había escuchado hablar a JiSoo de una forma tan acongojada. Ella siempre había sido una explotación de felicidad que irremediablemente alegraba mi día.

-Un mes más, JiSoo.- rogó pude ver como las puntas de sus altos zapatos se rozaban y la mano pálida de Yeonji vagaba por el brazo de mi mejor amiga. - No podemos rendirnos ahora.

- Tú no lo entiendes, no tienes que sacrificarte con él.

-No, pero acaso te olvidas de cada orden que debo seguir. ¿No crees que sufro también al verte con ese perverso?

-No quiero lastimar más a YoSook.- JiSoo estaba cabizbaja mientras sus brazos estaban en forma de jarro.

-A veces para salvarnos, hay que destruir a otros.

La Cita Cincuenta Y SieteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora