Parte 36: ¿Acuarela o Lapiz?

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Jimin dobló la esquina y las luces del departamento resplandecian por si solas. Entre la oscuridad, observe un cigarro prendido y reconocí su figura. Jungkook salió hacia nuestro encuentro, al parecer había estado corriendo,por lo cual, estaba toda su espalda y frente completamente sudados.

- ¿Qué tal, primito?

Jungkook apoyo sus brazos sobre la ventanilla y sonrió viéndome, se acercó lentamente a mi y dejo un pequeño beso.

-¡Ay, por favor! no hagan estas cosas en mi coche. - se quejó Jimin mientras simulaba arcadas en su lugar.

La ronca risa de Jungkook se resonó y yo rei en silencio mientras me sentía enrojecer. La puerta fue abierta y pronto bajé del vehículo.

-Gracias por traerla, Jimin.

-No tienes que agradecer hermano, se que es muy importante para ti y haré lo que sea par protegerla.

-Me quedo tranquilo que puedo confiar en ti.

-Siempre.- concluyo sus grisáceos ojos se posaron en mi.

-Oh, en unas semana debo hacer mi despedido de soltero.

-No te preocupes en eso, ya sabes quién es el rey de la fiesta.

-Sorprendeme.- senti el peso ee su brazo sobre mis hombros. - Nos vemos...

Nos despedimos y el Mercedes bramo, las luces se encendieron y pronto quedó fuera de nuestra vista.

-¿Qué tal te ha ido?

-Muy bien, estamos avanzando muchísimo con la obra.

Pronto nos subimos al ascensor y marcamos nuestro piso. El azabache exhalo estirando sus brazos.

- ¿Fuiste a correr?- asintio y yo frunci mi ceño.- ¿Por qué no me invitaste? Sabes que me gusta hacerlo.

-Lo siento, pero estas ultimas veces has estado ocupada en otros asuntos. - asenti y su mirada se endureció. - Con otras personas.

Rodee mis ojos y a penas se abrieron las puertas,sali, me voltee y estire mi mano mientras que el me miraba confundido.

-¿Tomarás mi mano?

Sonrio de lado y sus cálidos dedos envolvieron mis dedos, caminamos hasta puerta y pronto ingresamos a nuestra casa.

- ¿Sabes? A veces extraño tu coqueteo. - deje las llaves sobre la extraña arcilla.

- ¿Mis coqueteos?- pregunto apoyado contra la columna y ladeando su cabeza.

-Si... ya sabes. El misterio que mantenías bajo la firma de J.K... era como un coqueteo para mi.

-¿Así?- inquieto levantado su ceja y algo dentro de mi se estremecio enseguida.

-Me producía mucha curiosidad y un frío me recorría al ver tu firma. - me desplome sobre el sofá.

- ¿Y ahora?- su rodilla hundio la acolchonada superficie del sofa.- ¿Que es lo que produzco en ti?

-Seguridad.- concrete y sus comisuras se elevaron.- Confio en ti, como confio en mi.

La Cita Cincuenta Y SieteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora