PARTE 31: Amor ¿Nosotros Amor?

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La música del ascensor era lo único que se escuchaba entre nosotros y cada uno se mantenían en cada esquina de la caja metálica.

De reojo miraba a Jungkook, desde que habíamos salido del restaurante no ningún comentario ni objeción. Su semblante parecía tranquilo y despreocupado.

-¿Vienes?- pregunto y me avergoncé al saber que me había sumido en mis propios pensamientos.

Entramos al departamento y la calidez de la calefacción nos envolvió. Deje mi bolso en el sofá y, acostada desde allí, podía ver un breve espectáculo que estaba dándome el azabache desde la cocina.

Apretaba con fuerza el vaso y tomaba con prisa una gran cantidad de agua. Su lengua empujaba su mejilla y suspiraba ensanchando sus fosas nasales.

Desato el nudo de su apretada corbata y comenzó a desprende los botones de su camisa.

-Jungkook...

-No, YoSook. - negó sin mirarme y dejo el vaso en el lavaplatos.- Hoy no tengo ánimos para discutir.

-No quiero hacer eso, solamente...

- Que descanses.

Sus palabras me limitaron y lo vi desaparecer por el largo pasillo. Abrió la puerta de su habitación y de allí quedo encerrado.

Suspire y me dejé caer en los almohadones del sillón, con ayuda de mis pies comencé a sacarme los zapatos a medida que me extendía por el sofá.

Encendí la televisión luego de que el control remoto se clavara en mi espalda.

-Eres una idiota.

Y era un reproche para mi misma, esta era la primera noche que Jungkook y yo estábamos compartiendo desde hace mucho tiempo, y yo no había hecho mas que desperdiciarla. Desde que había comenzando a trabajar con DoYeon, su hijo comenzó a trabajar el doble y el tiempo que nos veíamos era relativamente corto.

La televisión era entretenida pero en cierta parte la aborrecía, es decir, aborrecía a los periodistas que se sienten con tal descaro a decir lo que está bien y lo que esta mal.

Tome mi teléfono y abrí la conversación de hace un par de días, suspire y lo deje de lado al ver que mamá aún no había leído mis mensajes desde hace una semana aproximadamente.

Mamá fue y será siempre importante para mí a pesar que nuestra relación es bastante especial y distante. Teníamos momentos buenos y momentos malos, en cierta parte la entendía. Dentro de ella había una gran herida de parte de papá.

Había soportado muchas cosas, desde el ocultamiento de su relación hasta la negación total de la custodia de su propia hija. Porque frente los papeles, yo era hija legítima de Ru Han.

Fue un largo y duro proceso, y ella logró superarlo a su manera. Distanciándose circunstancialmente de mi.

Levante mi cabeza y comencé a caminar hacia el centro de la sala.

-¿Hola? - pregunte al atender el teléfono.

-Hola, YoSook. - asentí y al escuchar su voz parecida. - Soy Junyion.

Mire la hora y era raro que ellos llamaran a esta hora. Sin embargo, el Señor Jeon parecía sereno a lo cual no me preocupe.

-¿Jungkook está contigo?- pregunto y escuche unos murmullos detrás de él.

-Si...- observe hacia el pasillo. - Acabamos de venir de cenar.

-¿Como esta el? - pregunto y su tono era más de prisa. - ¿El esta bien?

La Cita Cincuenta Y SieteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora