Capitulo 59: "Celos, desconfianza y cierto temor."

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"La Cita Ciencuenta Y Siete. "

La figura adelante mio extendió su brazo tomando mi mano. Me quedé helada ante la situación y mis mejillas ya las sentía entumecidas ante la desfachatez que me invitaba a subir a una tarima cercana.

-No puedo...

-¿De qué temes, Corazón?- su voz se escabulle entre mis tímpanos y cerré mis ojos encantada de su voz.

-Yo no soy quien debería temer ahora...

Sus ojos azules se dejaron de enfocar en mi para centrarse y sentir la fulminante mirada del pelinegro. Su mandíbula se marcaba a pesar de la poca luz del lugar y sus facciones estaban más que tensas.

-No me molesta compartir pero tampoco quiero molestar. - su respuesta me tomo muy sorpresa y dejó mi mano para levantar mi mentón.- Si llegas a cambiar de opinión, estaré toda la noche para ti.

Sus palabras me dejaron helada, Hyori se levantó del asiento y pronto la observamos como movía  su melena al ritmo de la música. La comida llegó a la mesa y el azabache a penas probo un bocado mientras Hyori y yo estabamos devorando los exquisitos manjares que estaban frente a mis ojos bajo la pequeña risa de Yoongi.

A veces me costaba concentarme en los cubiertos que estaban en mis manos por los tres martinis que había pedido y sin contar las copas que compartimos con Hyori en una extensa sesión de tipo karaoke que cantabamos a un gran volumen.

El lugar comenzó a llenarse más de gente y la buena música había producido que varios clientes virotearan y se reunieran a bailar en medio de la pista. Me reí ante los comentarios de Hyori y como bailaba en su lugar cada vez que estaba extasiada con el sabor de la comida. Observe a mi derecha y frunci mi ceño al notar que el azabache se habia esfumado, sin decir absolutamente nada, estiré mi cuello para tratar de observar por encima del borde de los sillones pero no habia si quiera rastro de él.

-¿No vieron hacia donde fue, Jungkook?- pregunté a la pelirrubia en su oído y ella negó mientras giraba para hacerle la misma pregunta a Yoongi.

El de ojos felinos levantó su mano haciendo relucir su brillante rolex y apuntó hacia un gran ventanal donde unas cortinas rojas transparentes flameaban, asentí y me disculpe en la mesa para luego levantarme y encaminarme hasta allí.

Las estrellas gobernaban el oscuro cielo y un cuarto de la luna que resplandecia la figura negra con sus manos en los bolsillos, observando el solitario bosque donde tiempo atrás nos habíamos perdido.

-¿Por qué estás aqui tan solo? - siquiera se inmutó y coloqué mis manos en su cintura para luego ir rodeandola hasta dejarlas completamente para delante.- ¿No estas incómodo con el saco?

-Un poco...- murmuró a penas y algo en su actitud no me cuadraba del todo.

Me alejé y caminé hasta colocarme frente a el mientras su mirada estaba desaparecida en la profundidades del bosque. Su mandíbula estaba tensa, y ya no había ningún rastro de vello en su rostro dejando ver en todo su esplendor el pequeño lunar debajo de su labio y tan solo habia una pequeña ira contenida en sus avellanas ojos.

-¿Puedo saber el motivo de tu molestia?

Solo trago grueso y siguió con su misma posición, suspiré sintiéndome desinhibida en parte por mi carácter y otra parte por la cantidad de alcohol que había consumido. Aproveché esta ventaja y dirigí mis manos hacia su saco, comenzando a deslizarla bajo su atenta mirada.

-¿Qué haces?- tosco, su tono era tan tosco que me hacían querer rodar los ojos y dejarlo alli.

-No es algo obvio, estoy quitandote tu saco.- sus orbes al final se concentraron en los mios y algo en mi se revolvió satisfactoriamente.- Además... quiero tener tu atención.

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