Parte 24: Fiebre.

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El agua comenzó a hervir, eche los largos y secos espaguetis del paquete y pronto se hundieron.

Corrí las oscuras cortinas, ya que la intensa luz comenzaba a acentuar más mi jaqueca. Rebusque entre el mueble blanco el control remoto de la televisión y una caja cayó a mis pies, rápidamente junte los papeles de diferentes colores y deje todo exactamente como estaba, lo encendí y pronto comenzó un programa de chismentos.

Rebusque entre las bolsas del supermercado y encontré una caja de salsa de tomate lista, solamente faltaba calentarla y colocarla junto a los fideos. Una gran salvación

"Se terminó el esperado regreso de la empresaria Yeonji."

Al escuchar aquel nombre, no tarde en darme vuelta y escuchar atentamente las pretenciosas palabras hacia ella.

Al parecer era una famosa psicóloga, contaba con una gran trayectoria de casos y estudios con éxitos a nivel mundial. Así también era muy reconocida por ganar varias premiaciones por su gran trabajo en influenciar ciertos consejos que ayudaban a la vida de varias personas.

- "Slave"- susurre repitiendo varias veces para que quede grabado en mi mente.

"Slave" era una película que fue lanzada hacia un par de años, fue un éxito total y me sorprendi al ver que fue escrita y dirigida totalmente por YeonJi. Al parecer fue un caso que tuvo que enfrentar y quiso pasarla a la gran pantalla.

El tráiler comenzó a circular, una pelirroja muchacha con una bata de médico se paseaba por una habitación hasta sentarse en un sillón de cuero negro, frente a ella un hombre de traje se encontraba recostado sobre el diván, entregado como necesitado de algo.

Los sucesos comenzaron a pasar más rápido, el sexo era el tema primordial de la trama, la involucracion de varias personas lo comenzaron a ser muy interesante y ,llegando al punto esencial, la pantalla se oscureció de pronto.

Ladeo mi cabeza y Jungkook se encontraba viendo fijo la televisión, observe como apretó con fuerzas en control en su mano para luego estamparlo en el sofá grisáceo. Trague grueso al verlo en ese trance, su cabello estaba alborotado y aún mantenía su camiseta mojada por obra mía, mientras que en su mano izquierda tenía un bollo de papel.

-No vuelvas a poner un programa de esos. - su tajante de voz me sorprendió. - Los odio.

-Esta bien... pero no era necesario que lo apagues.- suspire y apague el agua de los fideos listos.- Puedes cambiar de canal, no tengo problema. Pero no me gusta mucho el silencio.

Voltee a verlo pero fue en vano, él ya no estaba y se escucho un fuerte portazo. Frunci mi ceño confundida y volvi a encender nuevamente el aparato, su cambiante actitud me preocupaba pero comencé a sentirme más cansada. La congestión no se iba, comencé a sentir un dolor en mi garganta y un extraño sabor en mi boca.

Una vez la comida lista, espere pacientemente que regresara pero no fue así. Coloque su plato, utensilios, vasos y agua en una bandeja y me encamine por el pasillo. Llegue a la habitación del final, abri la perilla y entre encontrándome con la oscuridad absoluta, tanteando, llegue hasta depositar la bandeja en la mesa de luz.

-Aqui tienes tu comida.- dije y palpe la cama hasta encontrar su cabello en donde lo acaricie lentamente. - No se que te paso... pero lo siento.

Espere algo... pero nada, ninguna reacción de su parte.

Deje la habitación y retome mi lugar en la isla, cambie y cambie varios canales hasta que me decidi por colocar la plataforma de películas y series.
Me acosté sobre el sofá y me tape con la frazada de piel al sentir un gran frío, comencé a tiritar pero esperaba que pronto se me pasara. Sin darme cuenta, mis ojos se habían cerrados y había terminado por perderme la mitad de la película.

Al momento de acomodarme sentí sus brazos alrededor de mi al igual que su pecho detrás de mi espalda. Observe la hora y marcaba las siete de la tarde, habían pasado varias horas y estos síntomas no se pasaban sino que empeoraban; pensaba ir al baño a remojar mi cara pero las fuerzas me faltaban, asique mis ojos volvieron a cerrarse y a dormir nuevamente.

(...)

-YoSook.- un zamarreó en mi brazo me hizo despertar y me era hasta pesado abrir mis ojos. - Hey, mi amor. ¿Te encuentras bien?

Distingui entre tanto cansancio su par de ojos preocupados, la ropa prestada de Jungkook que tenía colocada estaba pegada a mi cuerpo y comenzaba a sentir calor aunque mis dientes rechistaban entre sí. Una palma tocó mi frente y suspire de alivio al sentirlo un poco más frío aunque no duró mucho.

-Estas hirviendo. - murmurro y se alejó.

Me dedique a hacerme una bolita abrazando la frazada, mis extremidades me dolían y yo tan solo quedaría dormir. Entre ratos me despertaba y veía ir y venir a Jungkook en medio de la sala, escuchaba que hablaba con alguien muy preocupado.

Escuche mínimamente el sonido de las gotas chocar contra los pisos de maderas y al parecer era todo un diluvio afuera. Como si fuera poco, todo quedó oscura y una maldición resonó entre las cuatros paredes.

Unos brazos pasaron por debajo de mi cuerpo y me quejé al sentir como mis músculos me pasaban factura.

-Estaras bien ¿si?

Y asentí mínimamente mientras que intentaba seguir estando despierta.

La Cita Cincuenta Y SieteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora