- ¿No crees que estas muy tenso últimamente?
Hani y yo permanecimos a un lado en silencio mientras Jungkook y Jimin se miraban fijamente. El semblante del pelinegro era eufórico, casi colérico, sus fosas nasales se expandían al igual que levantaba su barbilla mirándolo desde arriba.
-Tu más que nadie sabes por qué las cosas están tensas, Jimin. ¿O no crees que tengo motivo para estarlo?
Pronunciaba firmemente sus palabras y ninguna de las dos entendíamos la situación. De estar entre palomitas y animales terminamos en un ring de boxeo sin siquiera darnos cuenta.
Jimin me miro de soslayo y una gran sonrisa burlona se surco en su rostro, sus ojos se achinaron muy brevemente para luego alzar sus manos en el aire.
-¿Quieres armar un escándalo aquí? Pensé que eras más maduro, Jungkook.
-Jimin, no pases los limites.
-¿Qué? Me reprochas y luego no quieres hablar, no me parece justo, primito.-entremedio de sus intercambios de miradas, sus par de ojos se clavaron en los míos. - O ¿Acaso me crees peligroso para tu mujer?
A estas alturas, todo era confuso e inimaginable, de ser una tarde amigable todo concluyo en un duro pleito entre familia, y sin duda los secretos andaban por do quier. No me fijé mucho más allá, al ver caminar alguien en particular y los brazos de Jeon pronto se enredaron alrededor de mis brazos.
Yeonji se acercaba con sus típicas ropas oscuras, sus orbes verdes y un gorro igualito al mío; se posó a un lado de Jimin y ambos se sonrieron ampliamente.
-Pero que linda pequeña tenemos aquí... - bajo mi mirada, se inclinó hasta estar a la misma altura de la pequeña Hani, ambas pelinegra se observaron en silencio. - ¿No vas a saludarme como en los viejos tiempos,Hani?
Y sorprendentemente, los pequeños brazos se enredaron al cuello de Yeonji, la elevo por los aires y luego esparció miles de besos por su rostro, como una persona pura y cálida.
Me quedé boquiabierta y un peso se instauró en mi estómago, trague grueso tratando de tragarme la sensación de disgusto que quemo mi esófago. Pero nada me afectó más, cuando la fémina se acercó con total desfachatez hacia Jungkook, acariciando muy lentamente sus brazos y dejando un breve roce de sus labios en su mejillas.-¿Nos vamos?- pregunte y aún las manos de Yeonji permanecían en el cuerpo de Jungkook.
-¿Tan rápido? ¿Acaso no es un lugar tan puro como tú, cordero?
Estaba dispuesta a reclamarle, sus palabras desmerecedoras ya no las soportaría a igual por la ambigüedad con las que iban dirigidas. Sin embargo, antes de que yo pudiera reaccionar, Jungkook se acercó peligrosamente mientras levantaba su índice contra el pecho de Yeonji.
-Ni se te ocurra volver a llamarla de nuevo de esa manera, YeonJi. Cierra tu boca antes de ponerle uno de esos apodos tuyos.
Todo aquel empoderamiento se esfumó en el aire cuando la postura de Jungkook fue más seria hacia Yeonji, ella lo miraba y podía jurar que sus se cristalizaron a escuchar las siguientes palabras del pelinegro.
-A la mujer que amo no le tocaras ni le dirás absolutamente nada, Yeonji. ¿Me has entendido?
Esperaba una carcajada sornosa o una respuesta burlona ,pero al contrario, sus hombros rectos cayeron y junto sus palmas apretandolas. La mujer de gran orgullo, ya no resistía aquella mirada del pelinegro sino que se posicionó en las baldosas rojas del zoológico.
En este mismo momento, el lobo negro no se convierto en más que un simple gatito en busca de un refugio.
Unos dedos entrezalazaron con los míos y, a pasos agigantados, logramos llegar hasta el estacionamiento y los tres nos montamos en la camionera negra.
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La Cita Cincuenta Y Siete
Fiksi RemajaYoSook, hija del empresario más codiciosos y millonario busca a toda costa revelarse frente a su familia. Pasando así por cincuenta y seis citas totalmente fallidas. Pero... la cita cincuenta y siete ¿podría cambiar algo? ▪Republicada el dia 21/02/2...