Capitulo 50: Decisiones, recuerdos y... oscuro.

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"La Cita Cincuenta Y Siete"

-¿Para que la quieres?

-La necesito conmigo.

-¿Lo dejaras verdad?- su pregunta sonó casi desesperante y por su ojos podía percibir lo aterrado que estaba.- Ya no queda mucho tiempo para que lo dejes si es lo que quieres.

-Tomare mis propias decisiones, papá. - concluí exhausta mientras esperaba que el archivo esté en mis manos.

Me sentí muy mal al verlo mirar hacia abajo mientras las comisuras de sus labios se levantaban muy brevemente. La humedad de sus ojos a la par que su apagada sonrisa me hizo pensar que todo ya era un completo caos. Ver caer de este modo al Señor Jung, a mi papá, me hacia aún más dudar de tomar la decisión que ya tenía en mente.

-Lo siento, a veces olvido que ya eres una completa adulta y no puedo influir en tus actos.- su tono era seco y decepcionado, con su mano pálida y fría extendió lo que le había pedido. - Pero como tú papá, no puedo evitar preocuparme, YoSook. Dame al menos una pista de algo...

-Solo ven a mi casamiento, te esperaré en la entrada. Porque serás tú quien me lleve al altar.

Sus ojos se cerraron y negó mientras se incorporaba en su asiento.

-Nada malo pasara.- dije y tome la mano que descansaba en su pierna.- Confía en mí.

-¿Confías en ellos aún así?

-No.

-¿Y entonces?- me encogí de hombros y sonreí mientras tocaba sus canosos cabellos.

Hacia demasiados años que no lo hacía, que no estábamos solos en un ámbito... algo tranquilo a pesar que todo pesaba en la carpeta de mi mano. Escuche como suspiro y sus sedosas hebras también lograron tranquilizarme en cierto punto.

-Ahora preocúpate de Ru Han y la pulga... ellos te necesitan más que yo. - pedí aunque su mirada estuviera puesta esta carretera.

-Tú también me necesitas y lo sé.- su mano fría se coló entre las mías en una suave caricia.

- No tengo miedo si es eso lo que te preocupa. Deja las cosas en mis manos.

El señor Kim se detuvo justo frente de las puertas de vidrio del departamento pero aun las trabas del vehículo no saltaban.

-¿Jungkook está adentro?

-No... Decidimos que era mejor esperar a vernos en el día de la boda... como una sorpresa. - dije y esta mañana había extrañado despertar a su lado.

-Entonces cuídate mucho si vas a estar sola.

Asentí bajando del auto y enseguida el portero me abrió con su tarjeta magnética. Agradecí el gesto y por más que este con las cámaras del ascensor rodeándome, me quité los altos zapatos para caminar descalza hasta la entrada.

-¿Señorita YoSook?- alce mi vista encontrándome con el amable rostro de Rose. - ¿Se encuentra bien?

-De maravillas... - susurre y observe la hora en mi reloj.- Oh, se está yendo más tarde... ¿me ha esperado?

-Realmente no me había dado cuenta hasta ahora, estaba entretenida hablando con el Señor Jeon.

-¿Esta aquí?

-No, quiero decir, estaba hablando por el por teléfono, ya que usted no contestaba.

Fruncí mi ceño, y busque en mi bolso el celular. Sin embargo, este estaba prendido y con un sesenta porciento de batería, lo desbloque y no había siquiera ninguna notificación.

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