El tic tac del reloj junto al bullicio de la gente pasar de forma tan alborotada me estresaban. Sin embargo, no habia algo mas extresante que estar a lado de alguien que no pronunciara palabra alguna.
La pelinegra de Hani, se encontraba sentada a lado mio, sus piernas a penas lograban tocar el suelo y su mirada estaba puesto en ellos. Su actitud era cabizbaja y desde anoche parecia que no habia nada que le emocionara, sus orbes negros siempre estaban hacia abajo o clavaba su mirada en algo u alguien.
Jungkook tampoco menciono nada, para él era natural y al momento que quise preguntar mientras lavabamos los platos, sus respuestas se volvieron toscas y cortartes. Afilaba su mirada y sabia que no debia indagar mucho más. Sin embargo, no me quede de brazos cruzados.
Espere la llegada de la Señora Rose y, en repetidos intentos disimulados, trate de sacar algun indicio pero nada, sus bocas permanecian cerradas.
Hani tan solo era una niña pero no tenia alegria como es caracteristica en los pequeños seres, ni un suspiro ni muchos menos una exclamacion habia escapado de sus labios. Sus pasos eran cortos y silenciosos, como su interacción era nula.
-Que alegria verlas por aqui.- la flamente figura de DoYeon aparecio y sus brazos se abrieron bien altos.- Hani... ¿no vas a abrazar a tu abuela?
Levanto su mirada y su comisura se levanto muy brevemente, me dio una última mirada para luego ir hacia los brazos de la Señora Jeon. Como esperaba, no corrio ni nada por el estilo, su semblante estaba lleno de paz y carecía de emoción alguna.
-¿Tú estas bien, YoSook? ¿Quieres ir a tomar un cafe?
Asenti y pronto nos encaminamos hacia el ascensor, la pequeña figura permanecia entre medio de ambas. En un tropezon, tome la mano de Hani para evitar su caída.
Por un momento, me asustó su reacción, sus rasgados ojos se abrieron sorprendidos a la vez que la dirigía en nuestro enlace. Dude en si soltarla o no, pero sus mejillas se tiñeron de un tierno color rosado y uno de sus dedos se enredaron aun más con los míos.
Sin decir más, bajamos y caminamos aproximadamente unas cinco cuadras hasta dar en una cafetería.
-A ti te encanta este lugar, ¿no es cierto, Hani?
La pelinegra asintió y miro hacia abajo, la campana de la puerta sonó y pronto nos encontrábamos envuelta en el aire fresco del lugar. Tomamos la mesa de la esquina, que daba justo hacia un ventanal con vista hacia un área de juegos.
-Ve, Hani. Nosotras pediremos por ti, juega con muchos niños.
Echando una fugaz mirada, desapareció a muy cortos y prolongados pasos. Sus pasos fueron aún más dudosos a medida que se iban acercando a los pequeños que estaban reunidos allí.
- No has dicho nada, así que presiento que Jungkook no te ha dicho nada.
La Señora Jeon, me miro y la alegría de sus ojos había disminuido notoriamente. Unas bolsas debajo de sus ojos asomaban a pesar de la cantidad de maquillaje que tenía sobre ellas.
-Él no ha hablado desde ayer. Es decir, siempre esquiva cuando pregunto sobre Hani.
-Ella es su sobrina, no creas que hay más que..
-Eso lo sé, pero... las actitudes de Hani me confunde.- suspire aire y entrelace mis manos sobre la mesa.
-Lo entiendo...- DoYeon observo a través del ventanal como la pequeña estaba a un costado de los niños que jugaban alegremanete, que andaban por doquier y parloteaban sin parar. Mientras Hani se mantenia sentada sobre la tabla de la hamaca sin hacer movimiento alguno.
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La Cita Cincuenta Y Siete
Dla nastolatkówYoSook, hija del empresario más codiciosos y millonario busca a toda costa revelarse frente a su familia. Pasando así por cincuenta y seis citas totalmente fallidas. Pero... la cita cincuenta y siete ¿podría cambiar algo? ▪Republicada el dia 21/02/2...