Capítulo 48:Bye Bye Jung.

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La Cita Cincuenta Y Siete.

-¿Estaría bien preguntar donde estarán?

Negué con un sonido y seguí pasando el rojizo lápiz sobre mis labios mientras me veía en el pequeño espejo del auto. Luego de que visitara en la clínica a mi pequeño hermanito, decidimos con Jeon tomar un poco de aire comiendo en un restaurante de estilo italiano y terminamos por comprar unos boletos de cine.

La película no empezaba mas y la gente comenzó a aplaudir para reclamar, sonreí porque era la primera vez que era parte de algo así, deje de lado las palomitas y acompañe con palmas animando a Jeon que también lo haga. Las luces de la sala de pronto se apagaron y todos nos sumimos en un completo silencio, observe al hombre robusto de mi lado y le ofrecí el paquete de dulces a uno de los seis seguridades que nos tenían rodeados.

El drama fue perfecto, nos quedamos hasta que terminara los créditos de la tira y nos sumamos a la extensa fila de las personas que querían retirarse del establecimiento. Espere apoyada sobre una pared negra a que Jungkook saliera del baño y recordé que apague mi teléfono al entrar a la sala. Sin embargo, apenas se encendió la pantalla cientos de mensajes comenzaron a llegarme del grupo de tres donde Suni y JiSoo exigían mi aparición.

-Ni tú hermana ni Suni me han comentado los planes... dicen que soy anticuada.

-Con ese trajecito no parece para nada anticuada.

Sonreí y mire hacia abajo las ligas que rodeaban mis muslos y seguían hasta esconderse debajo de mi falda de tiras rojas y negras.

Si bien al inicio Suni quiso que me vistiera como una marinera, Jisoo luchaba por que eligiera el disfraz de pirata. En medio de la tienda ambas comenzaron a decir comentarios irónicos desprestigiando la idea de una contra la otra.

La decisión se tomó de una forma madura y a la suerte. Tirando una moneda hacia arriba.

JiSoo saltó alegremente mientras vitoreaba su gran victoria, gozando y mofándose del ceño fruncido de la pelirrubia. Como una buena actuación de mi gran amiga, se desplomó sobre el sofá y extendió su mano hacia Suni que sacaba el dinero de su cartera hasta dejarlo sobre la palma de la ganadora.

Agarre mi cabeza porque desde que las habían presentado, no habían parado de estar de esa forma. Ambas eran tercas y tenían personalidades bastantes fuertes... tanto la pelinegra como la rubia trataban de tener la razón en cada opinión que me sugerían.

-¿Entonces te gusta mi disfraz?- pregunté y desabroche mi cinturón para voltear mi cuerpo hacia él.

El vehículo comenzó a adentrarse a las ruidosas y más reconocidas calles de Seúl donde las luces neón prevalecían en cada una de las discotecas. Dejamos pasar a un grupo de jóvenes que no paraban de observar el vehículo de alta gama hasta estacionarnos en un local de luces estridentes.

-No me has contestado...

-Me encanta tu disfraz.-apagó las luces y pronto sus manos en mi cintura me incentivaron a subirme sobre su regazo. - Aunque me gustaría haberlo disfrutado más.

Apoyo su cabeza sobre el almohadón del asiento, viendo atentamente más lejos aunque sus manos me mantuvieran más cerca. Las cadenas atadas alrededor de mi cintura hacían ruido en cada uno de los movimientos que hiciera y me quité el parche de mi ojo que empezaba a molestarme.

-Creo que tienes que irte. - menciono el pelinegro al reconocer las dos chillonas y animadas voces.

-No quisiera irme.- suspire y apoye mi frente con la suya mientras acariciaba su cabello.

-Pero debes disfrutar la noche, princesa. - acogió mi rostro y pequeños y dulces besos comenzó de dejar en mis mejillas. - Es su despedida de soltera, Señorita Jung.

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