4 | Un ardor incesante

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De pie frente al espejo, usando uno de mis vestidos que ya daba por perdido, color negro con tirantes, varios centímetros por encima de la rodilla, muy corto para mi gusto, llevo batallando un par de minutos intentando cubrir mi trasero, tengo el presentimiento que un mal movimiento y terminaré exhibiéndome. Salir así, garantizaba una neumonía.

Tomo unos tacones que hace mucho no usaba. La mayor parte del tiempo la paso en el hospital, asi que me volví fanática de los tenis.

Un pequeño bolso en el que llevo listo, de ser muy necesario, armas para proteger la poca dignidad que me queda. Un pequeño frasquito, con un líquido algo extraño que yo misma preparé, estuve leyendo recomendaciones de defensa personal, de lo único que estaba segura es que esto olía a fatal.

Con sólo veinte minutos para llegar a la hora que me había indicado ese sujeto, tomo mis llaves, abro la puerta de mi casa aferrándome más de la cuenta a mi pequeño bolso, ingreso en el taxi que hace media hora estaba esperándome fuera, y parto rumbo a lo que sería el inicio de un mes bastante estresante para mí. 

Al menos había tenido una buena noticia en este día. Fui la calificación más alta de toda mi clase, hasta yo misma estaba sorprendida, después de todas las locuras de estos días, pensé que no lograría aprobar.

Pero gracias a que fui la mejor calificación, obtuve una de las mejores felicitaciones del mundo.

Flashback
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Unos minutos antes, el doctor Jeon me había llamado a su oficina para felicitarme.

—Buenas tardes, Hannah. Pasa, por favor —me indicó mientras extendía su brazo invitándome a ingresar.

Hice una pequeña reverencia y pase. Caminé unos pasos más hasta detenerme frente a su escritorio en el que reposaba un bonito letrero de madera con su apellido tallado en él. Como era de esperarse el cargo debía ir a continuación de su nombre.

<< Dr Jeon Jungkook>>
<<Director de Korean Central Hospital>>

Giré un poco para mirarle, lo observé caminar muy lento hacia mí, mientras doblaba las mangas de su pulcra camisa. Ya no se encontraba con el uniforme, pero aun así seguía viéndose demasiado atractivo, incluso más con esa camisa tan ceñida a su cuerpo que me dejaba admirar su cuerpo.

Mi análisis terminó justo en esos brazos tan bien trabajos, llegué a pensar que un pequeño abrazo y podría dejarme sin aire, pero me encantaba esa idea.

Dos metros era lo único que nos mantenía separados, cuando pensé que era lo máximo que avanzaría rompió esa pequeña barrera, haciendo que mi corazón latiera cada vez más y más fuerte contra mi caja torácica.

—Estaba convencido que obtendrías la calificación más alta Hannah. Felicitaciones.

—Muchas gracias, doctor Jeon. Su apoyo y...

Mis ojos se abrieron demasiado al sentir su mano acomodando unos mechones de mi cabello por detrás de mi oreja, pareció notar esa reaccion en mí, porque de forma automática una sonrisa demasiado hermosa se dibujó en su rostro.

Para terminar de matar mis nervios, acarició mi mejilla con mucha suavidad, iniciando fuerte ardor en mi rostro. Permanecimos por varios segundos mirándonos, el uno al otro, sus pequeñas pupilas tenían un brillo que ponían a prueba mi cordura.

Contuve con todas mis fuerzas el suspiro instalado en mi garganta, esperando con ansias ser escuchado, no quería dejar servidos en bandeja de plata los sentimientos que tenía por él. Hice el último intento de calmarme para no mostrarme tan nerviosa, pestañeé un par de veces mientras me esforzaba en llenar mis pulmones con un poco de oxígeno, aún tenía la voz atascada.

SUBMISSION › Kth ❛+18❜Donde viven las historias. Descúbrelo ahora