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5 | Algunas dudas

—Ven aquí —desliza su mano tomando mi cuello con dominación, dejando mis labios a escasos centímetros de los suyos. Atrapa mi labio inferior con sus incisivos y lo muerde, cierro mis ojos intentando tolerar esa fuerte sensación.

Sonríe con perversidad, admirando la pequeña herida, pasa su lengua por la misma zona, lamiendo esa gota de sangre, para después girar, y empujarme en dirección a la oficina que ya conocía, que para mí mala suerte estaba demasiado alejada de las personas.

Cuando al fin estábamos dentro, de forma algo desesperada me acorrala en la pared, tira de mi cabello abriéndose paso a mi cuello, lamiendo cada centímetro. Joder como le gusta hacer eso, un poco más de fuerza y unos cabellos se irán entre sus dedos. Su nariz traza un camino por mi cuello hasta detenerse en mi hombro, ingresaba su mano poco a poco en mi pecho.

Otra vez la piel blanquecina de mi cuello estaba siento atacada por sus dientes. Pequeños lametones y succiones acompañados por sus manos acariciando mis piernas, subiendo poco a poco, adentrándose en mi vestido, aplicando presión a mis muslos, llevándolos hasta su cintura, mientras pegaba sus pelvis a la mía.

Al encontrar el borde de mi ropa interior engancha sus dedos en ella, entonces comencé a desesperarme. ¿Enserio hoy empezaría todo? ¿Tan rápido?

Hannah encuentra alguna excusa, rápido, debes alejarte cuanto antes.

—Se-señor Kim —coloco mis manos sobre sus hombros e intento alejarlo—. ¿Po-podríamos hablar sobre los detalles del contrato?

Escucho un chasquido de lengua cargando de un enorme fastidio. Su dedo pulgar acaricia mi labio, juguetea sin dejar de mirarme.

Muerde su labio y habla—. De acuerdo Hannah, trataré de controlar mis manos, hablemos sobre los detalles, pero hagamos la rápido, que muero de ganas de comerte esa boquita —trago duro y suelto un fuerte suspiro.

Camina hacia su escritorio y toma asiento para luego extender su brazo e invitarme a que me sentara en el asiento frente a él.

—Yo... tengo... un par de dudas sobre algunos puntos que leí en el contrato.

—Claro... pregunta todo lo que quieras.

—¿Podría darme una copia del documento?

Retira dos carpetas del cajón del lado izquierdo y las coloca sobre el tablero. Tomo una y empiezo a ojearla, tomándome el tiempo de leer los puntos que me habían dejado confundida, y que en las horas que tuve libres luego de mi examen, me dediqué a buscar en internet.

—Bien Hannah... ¿Cuáles eran tus dudas?

—¿Qué pasa si hay algunos puntos que deseo cambiar?

—Los evaluaré, y con mi autorización serán modificados.

—De acuerdo... En la página 4 habla sobre... ehmm Fisting vaginal y anal. Deseo que sean eliminados.

—¿Segura?

—Sí.

—De acuerdo.

—En la misma página, habla sobre juguetes sexuales, consoladores y... ¿pinzas? Igualmente quiero que sean eliminadas.

Puede notar su expresión de fastidio al tachar de la lista lo que iba mencionando. Realmente estaba sorprendida, él simplemente pudo haber dicho NO a lo que le estaba pidiendo, pero estaba aceptado mis peticiones sin ningún problema. Algo considerado para hablar sobre el contrato, pero una salvaje al momento de tocarme. Al menos me daba un poco de tranquilidad haber resuelto estos detalles, no quiero terminar colgada del techo o algo parecido, según internet sirve para el placer, pero creo que esto no es lo mío.