SUBMISSION › Kth ❛+18❜

1 | Consecuencias

—¡¿Volverás a salir?! ¿¿Esta noche??

—¡Sí! ¿Algún problema?

—Estoy harta de que solo vayas a perder el tiempo a ese lugar, se está convirtiendo en una adicción para ti. ¡Por favor, ya para! —levanto el volumen de mi voz para llamar su atención, pero no sirve de nada, termina de ponerse la chamarra y camina hacia la puerta—. Cada centavo que nuestros padres nos envían lo pierdes en esa estupidez.

—Sabes que... —estaba a punto de escupir esas mismas palabras hirientes que decía cada vez que lo reprendía—. ¡Mejor me voy! Estoy harto de tus tonterías.

—¡Jimin! Te lo advierto, si vuelves a meterte en problemas, me encargaré personalmente de echarte de casa —no dejo de apuntarle con mi dedo índice, pero como era de esperarse mis regaños fueron ignorados.

—Sí, sí, como digas —sale de casa cerrando la puerta de un ruidoso azotón.

Estoy cansada de reprenderlo en cada ocasión, desde hace unos años visitar esos lugares espantosos cada día de la semana se volvió una parte de su vida. Su vicio solo va en aumento. Cada vez que perdía mucho dinero apostando se quedaba horas hasta ganar o hasta que no le quedara ni un solo centavo, jamás le había gustado perder ante nadie.

Por otro lado, mis padres consideraban a Jimin un caso perdido, prefirieron dedicarse a ellos mismo, y viajar como la pareja feliz que fingen ser, dejándome a cargo de él.

Ya dejó de ser un niño pequeño, yo a duras penas logro dividir mi tiempo para hacer los quehaceres de la casa y las prácticas en el hospital, además debo estar encima de Jimin para que no termine igual o peor que la última vez que perdió en esos lugares de apuestas.

¿Enserio después de la golpiza que le dieron, no aprendió la lección? Bueno... pues parece que no. Lo amo demasiado, es mi hermano, mi pequeño y estúpido hermano, y tengo miedo de que algún día tenga un destino peor que solo una simple golpiza.

*****

—Hannah, ¿tienes listos los análisis de la cama 23?

¿Dónde estará ahora Jimin? Estoy casi segura de que hoy no asistió a la universidad. ¿Qué nuevo club estará visitado hoy? ¿Dónde queda ese club?

—¿Hannah?

Alguien me empuja suavemente para reaccionar.

—Do-Doctor Jeon, d-disculpe no lo escuché.

—Te preguntaba si ya tenías listos los análisis de la cama 23.

—Sí, aquí los tengo —le entrego el historial clínico, y apoyo mi brazo sobre el módulo de enfermeras. Me siento muy cansada.

—Te veo algo distraída últimamente —su voz se escucha amigable, como si intentara ayudarme en lo que me estuviera ocurriendo.

¿Pero quién puede ayudarme con un hermano tan problemático como el que tengo?

—Son pequeños problemas familiares, pero estaré más atenta, lo siento Doctor Jeon.

Su caricia repentina en mi mejilla me sobresalta. Sabía que mi reacción había sido un poco exagerada, pero es que no puede evitarlo, me tomó de sorpresa.

—Sabes que si tienes algún problema estoy dispuesto a escucharte —se acercó a mí recortando esos centímetros de espacio vital entre nosotros, haciendo que los vellos de mi piel se erizaran.

Desde hace un largo año, el Doctor Jeon me había robado demasiado suspiros, era el doctor más guapo y joven del hospital. Con tan solo 32 años había sido reconocido como uno de los mejores doctores en todo Seúl. Lo admiraba demasiado. Era un hombre amable y demasiado agradable para ser real, cumplía con cada característica del hombre perfecto para mí. Pero yo solo soy una simple estudiante de medicina, como podía llamar su atención. Tiene una enorme fila de mujeres más guapas esperando por él, podía elegir la que él quisiera.