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19 | Oscuridad

—Henrry luego te llamo —terminó la llamada e inmediatamente dejó su teléfono en el asiento a un costado de él.

Mis manos se mantienen apoyadas en su pecho intentando alejarlo, aunque mi estado emocional se encuentra destruido, y apenas tengo fuerzas para moverme.

—No-no creo po-poder continuar con esto, ya me cansé —intento hablar, pero mi voz se entrecorta con el pasar de los segundos. Aparta con cuidado unos mechones de cabello pegados en mi rostro debido al forcejeo, y delinea mis labios con su dedo índice —Pero no tengo alternativa ¿verdad? —continuo sollozando.

—Así es, no tienes alternativa —susurra. Su aliento impacta contra mis labios, y la angustia se acumula en mi pecho.

—Entonces has lo quieras conmigo y termina lo antes posible —hablo tan mal anímicamente, las fuerzas de mi cuerpo me abandonan, dejándome como una muñeca sin vida sobre él.

Acaricia la piel de mi pecho, sus ojos observan muy deseosos el tirante de mi vestido, con el que comienza jugar. Una sonrisa de superioridad se dibuja en su rostro, disfrutando de como me encuentro ahora, tan debilitada.

—Hannah... —sus manos toman mi rostro como si intentara darme consuelo por todo lo que acaba de ocurrir.

Estoy harta de todo esto.

—¡¿Que placer te da verme tan destruída frente a ti?! —Algo en mí, estalló, como si fuera el temporizador de una bomba, que ahora acaba de detonar y no hay quien me detenga —. Si mi hermano no fuera un imbecil, mi vida sería diferente, no tendría que estar aquí ahora mismo dando cara en su lugar. No tendría que recibir las consecuencias de sus actos —Mis dedos recogen las lágrimas que deje escapar —. Sino piensas hacer nada ahora, me iré caminando —Bajo de sus piernas para salir del auto, sin importarme las consecuencias de mis actos.

—Enserio piensas irte caminando —baja justo detrás de mí, acomodándose el traje.

—Asi es, el lunes tengo algo muy importante y necesito estudiar, así que no me hagas perder el tiempo. ¡Quieres abusar de mí hazlo! Quieres seguir riéndote del desastre en el que me convertiste ¡hazlo también! ¡Ya me canse de todo esto!

Joder me duele demasiado la cabeza. Me encantaría ser tragada por la tierra ahora mismo.

—Vuelve no seas tonta. Te llevaré conmigo, sabes que debes cumplir los días acordados —caminó hacia mí de forma intimidante, tomando mis brazos atrayéndome ligeramente —Así que no puedes escapar de mí tan fácil.

—¿Cómo es, qué se enteró que estaba con Yeonjun? Es que a caso... ¿Ahora me sigue a todas partes? —¿Qué más puedo pensar? Se supone que nadie sabía del regreso de Yeonjun, apenas hace unas horas había llegado al aeropuerto.

—¿Ya no hay confianza entre nosotros? Ya no quieres llamarme por mi nombre —mi cuerpo es apoyado contra la parte trasera del auto.

—Me importa una mierda eso. Quiero que responda, ¿por qué investigó a Yeonjun? Y ya ¡suélteme! —Al fin conseguí liberarme de su agarre.

—Y así no quieres que dude de tus acciones. ¿Por qué tanto interés en ese niño?

—Por qué es mejor persona que usted o cualquiera en este planeta. Será mejor que me vaya —Acomodando mi ropa comencé a caminar rumbo a casa, pero la mala noticia es que no tenía ni puta idea de cómo regresar.

—Cómo quieras... —Fue lo último que salió de su boca antes de subir y arrancar el auto.

Narrador
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El timbre de la casa Park es tocado exactamente a las 10:45 pm, como si fuera algo normal que la familia recibiera visitas a esa hora. Los padres de Jimin se encuentran ocupados en su habitación así que el único individuo que puede abrir la puerta es él.