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39 | Muchas sorpresas

Hannah
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La colaboración entre Kia y Samsung es un Bum global, el nuevo sistema de Samsung integrado a los exclusivos modelos de Kia son un gran avance para ambas empresas, sin duda fue de las mejores fusiones que hemos podido ver en esta industria. Tenemos a cargo al señor Kim Taehyung, hijo del fundador de Kia, apenas recibir el control total de la empresa ha traído excelentes ideas, tenemos mucha confianza en el heredero Kim.

Seguía escuchando las noticias y aun no lo creía. Funcionó, realmente había funcionado la idea que le di, este fin de semana ha sido de los mejores.

—Pienso... que debería recompensarte muy bien por haber dado la mejor idea que hemos tenido este año —Sus manos ahuecan mis nalgas en el momento exacto consiguiendo un leve suspiro de mi parte— Ven aquí.

Tomando mis piernas levantándome para sujetar mi cintura, me lleva cargada, en cuanto mi espalda toca la suave tela que cubre el colchón de su habitación, siento su peso sobre el mío.

Una de sus manos masajea mi pecho y la otra desabrocha mi pantalón, sus labios sobre mi cuello, tan suaves y pacientes sus besos. Durante el primer mes en mi mente prevalecía ese deseo de escapar, pero ahora no lo siento más, ahora es todo lo contrario, no podría confiar en nadie más para hacerme ver el cielo y el infierno al mismo tiempo como lo hace él.

*****

—¿Qué pasará luego de qué... el contrato termine? ¿Soló me alejaré? Si es eso lo que quieres yo... —No tengo nada claro, esto aún me resulta confuso, pero nada es para siempre ¿o sí? Todo dependería de ambos, jamás pensé escuchar esas palabras, todo lo que dijo en la pista de patinaje reveló algo que apenas se empezaba a dibujar en mi corazón.

Sujeta mis caderas y me ayudan a bajar lentamente abarcando su longitud, ambos suspiramos pesadamente, su boca atrapa la mía y mis manos se aferran a su cuello para profundizar el beso. Cuando lo siento completamente dentro rompo el beso. Ahorcajadas sobre él, con sus manos tocando cada rincón de mi cuerpo me siento muy segura.

—¿Después de todo lo que dije... —Toma mi mentón y me hace mirarlo —en la pista de patinaje, piensas que te dejaré ir?

Mal momento para mencionarlo creo, veo esos orbes tan oscuros mirarme de esa forma que conozco muy bien, la misma que informa que nos espera una larga noche, en la que no piensa tener ni un poco de piedad.

Muerde mi hombro antes de acercar su boca a mi oído y susurrar —¿Crees que luego de todas las noches que he pasado contigo te permitiré alejarte de mí? Ambos sabemos que no quieres que esto termine —Lo siento palpitar cada vez más, por alguna extraña razón sus palabras consiguen excitarme mucho —y aunque ambos aún no ordenamos nuestros sentimientos, somos correspondidos ¿no es así?

—Sí...

El primer impacto me deja desorientada consiguiendo que ocultara mi rostro en su cuello.

—Eres mía, solamente mía —Su respiración se vuelve cada vez más agitada, y la velocidad de sus estocadas aumenta —Quiero escucharte decirlo Hannah —Cambia de posición repentinamente, dejándome tendida boca arriba, abre mis piernas y se acomoda entre ellas, sin aviso alguno vuelve entrar, sus manos sujetan con firmeza mis caderas para marcar su propio ritmo—. Vamos Hannah, dilo.

—Soy... t-tuya, solo tuya —A pesar de la oscuridad de la habitación puedo verlo sonreír triunfante al escuchar mis palabras.

—Muy bien hermosa.

La velocidad de sus penetraciones aumenta y nuestros gemidos se sincronizan en automático.

—Ahhh no pares.