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32 | En mil pedazos

—¿¿Hannah??

Regresa su trasero lentamente al sofá sin despegar sus ojos de mí, y más aún, sin cambiar su expresión tan asustada, como si se hubiera enterado de algo muy grave. ¿Qué tenía que ver él con Hannah?

—¿Por qué te sorprende tanto? —Ya me empezaba a incomodar la forma tan extraña en la que respondió a mi comentario.

Qué demonios ocurría con Hannah que lo había dejado atónito con solo escuchar su nombre.

—Lo qué pasa es que... la conozco desde hace un año y... —Balbucea, es lo único que sabe hacer en este momento, no me ha respondido con claridad.

—Namjoon será que puedes dejar de hablar como un tonto y responde...

—La conozco desde hace un año y la considero muy tranquila, la chica con la que salgo es su mejor amiga y me solía comentar que Hannah nunca había tenido un novio que se le pudiera llamar oficial.

Y tanto suspenso fue desapareciendo. ¿Solo era eso? Simples suposiciones de Namjoon, o bueno en parte tenía razón, era la primera chica que realmente había considerado tranquila e inocente, comparado con todas las demás que he conocido, inexperta, y encantadora en diferentes formas. Simplemente una presa perfecta para mí.

—Es un adorable diamante en bruto, del que he disfrutado como no te puedes imaginar.

—Nunca pensé que llegara a tal extremo de pedirte un contrato —Me da mucha gracia la forma en la que lo pregunta, tan sorprendido, sin comprender del todo como es que este asunto había iniciado.

—De hecho... ella no me lo pidió. Algún día tendré tiempo de comentarte más. Pero ahora... muero de hambre así qué tal vez podemos ir a un restaurante o pedir que traiga algo de com...

Se levanta nuevamente, algo nervioso. Me parece tan extraño, actúa como si su mente estuviera perdida en otra parte.

—Ahora que recuerdo... tengo que regresar temprano al hospital. Un paciente importante llegará y tengo que recibirlo.

—No inventes, acabas de decir que tenías la noche libre.

¿Era broma verdad? Qué demonios le ocurre que juega de esta forma con mi paciencia, la próxima vez me encargaré personalmente de cobrármelas.

—Ya sabes lo olvidadizo que soy, prometo llamarte pronto para salir al centro comercial, tomar un par de tragos o yo que sé.

Se coloca el abrigo y los zapatos, lo acompaño hasta la puerta para despedirlo y de paso darle una patada en el trasero por irse de esta manera.

—Algún día me presentaras a esa novia tuya ¿Verdad? Si es mejor amiga de Hannah ahora estoy mucho más interesado en conocerla.

—Si claro te la presentaré.

Y justo antes de que dirá vuelta para salir, recordé algo importante que debía comentarle y que estoy seguro que podrá solucionar.

—Por cierto... el día de ayer Hannah regresó a mi departamento con unos golpes en el rostro, mencionó que había discutido con una de sus compañeras, espero que las autoridades de ese hospital hagan algo al respecto, pero ya que tengo un amigo muy conocido en ese hospital... estoy seguro que él podrá solucionarlo.

—¿Golpes dices? —Pregunta algo preocupado.

—Sí... avísame que ocurrió con esa niña que golpeó a Hannah ¿Sí?

—D-De acuerdo, adiós...

Narrador
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El hombre alto y algo viejo, vestido con terno gris, fiel sirviente de Taehyung caminaba por el último y más importante piso de Empresa Kia. Con la montaña de peluches en sus brazos, regalando a alguna mujer que pasaba por su lado. Ingresa a la oficina privada de Nancy para hacer lo mismo, le había guardado uno de los más lindo y tiernos peluches que compró, un conejo blanco.