Capítulo Veintiuno

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—No puedo creer que hayamos ganado eso —Jungkook se metió a la cama y le sonrió mientras lo pegaba a su cuerpo— vas a poder decorar tu mansión con todo eso.

—En realidad no quiero nada, quédate todo tú —Comenzó a dejar pequeños besos en el pecho del Alfa.

—No puedes estar hablando enserio, esas son cosas muy lujosas, en mi departamento no cabría ni siquiera la pantalla.

—Podrías venderlas, según recuerdo estas corto de dinero.

—Bueno, quizá el mini refrigerador se lo podría dar a mi mamá, ella no tiene uno —Jungkook sonrió.

Se le quedó mirando un momento y algo dentro de su pecho dolió, al ver algo de tristeza en la mirada.

—El celular podrías quedártelo, el que tienes está muy deteriorado —Dijo acurrucándose aún más.

—Debería, aunque en lo que si estoy convencido es que debes de conservar el automóvil que nos ganamos.

—Ya tengo muchos, no lo quiero, aparte es justo tu estilo.

—Me gustaría conservarlo, pero podría venderlo también para pagar la universidad y quizá ayudar a las personas que viven cerca de mi mamá.

—Buena idea, entonces quedamos así, te quedas los premios, le das a tu mamá lo que le hace falta y vendes lo demás.

—Solo queda una cosa pendiente amor —Las manos del Alfa comenzaron a masajear su cráneo y no pudo evitar comenzar a ronronear con el toque— la reservación, es dentro de dos días...—Jungkook pareció pensar por un momento, como si estuviera haciendo cuentas—Cae en sábado, pensé que quizá podríamos aprovecharla.

—¿Tú quieres ir a cenar conmigo? —Se levantó con prisa casi empujando al Alfa.

—Es lo que dije... ¿No quieres?

—Claro que quiero... Es decir, sí, claro —de pronto de sentía avergonzado por el tono desesperado que había ocupado, por lo que nuevamente se recostó y escondió su rostro en el pecho.

—Nos vamos en tres días, quizá podamos aprovechar esa cena antes de irnos —Por un momento ambos cuerpos se tensaron— Tae ¿Cuándo se va nues... Es decir, tu familia?

—Se van mañana y Kook está bien que los consideres tu familia, ellos te quieren ya y yo también te quiero.

La habitación se quedó en silencio y por un momento pensó que Jungkook no iba a responder nada, pero después de un rato el Alfa habló dudoso.

—¿Sabes? Estos días con ustedes me han hecho feliz, desde que era un niño siempre quise una familia como la tuya, pero siempre fuimos solo mamá y yo... es raro porque me siento parte de ustedes, solo no digas nada Taehyung, esto es demasiado vergonzoso para mí.

Hizo caso a las súplicas del Alfa y se quedó quieto aspirando su aroma a café, sabía que en este momento Jungkook no estaba bien, lo supo por su marca, esta estaba inundada de tristeza.

—Lo más gracioso es que yo todos los años esperaba que mi papá llegara en navidad con muchos regalos para nosotros y nunca paso... viví diez años de mi vida con esa ilusión, hasta que una navidad me armé de valor y fui a buscarlo, fue la mayor decepción que pude tener, él estaba en la mesa con su nueva familia, se veían tan perfectos —La voz de Jungkook comenzó a llenarse de enojo— eran la jodida familia maravilla, su mesa llena de alimentos, su árbol rodeado de regalos y su hogar tan cálido, nada de lo que éramos nosotros.

Taehyung se encontró a si mismo aferrado al pecho del Alfa soltando lágrimas, no podía creer todo lo que había vivido, pero ahora ya no estaba solo, no si le permitía a quedarse a su lado.

—Me tienes a mí.

—Apareciste en el peor momento de mi vida.

Las manos temblorosas de Jungkook fueron a su rostro para acariciarlo.

Sus miradas en un impulso de necesidad se conectaron y pudo sentir como su cuerpo temblaba, el lazo con el Alfa estaba creciendo, porque sus lobos entendían la soledad que diariamente vivían antes de conocerse.

Y quizá, aunque no eran una pareja de vidas, en esta estaban destinados a acabar juntos.

Los ojos anhelantes del omega se posaron sobre las rasposas manos de su Alfa y solo pudo sonreír para inclinarse aún más en el toque.

—Para mí no es tu peor momento y si lo es... estoy dispuesto a quedarme.

Sus frentes se juntaron y sus respiraciones comenzaron a regularse, el momento era tan íntimo y tranquilizador, tanto que en unos momentos ya estaban dormidos sumidos en el calor del otro.

(...)

La noche había sido maravillosa, todas las noches en los brazos de Jungkook eran así, pero en esa hubo algo que lo hacía sentirse como si estuviera flotando.

Se levantó para quedar sentado sobre la cama y comenzó a pasar las manos sobre su cuello, se sentía tan feliz que no pudo evitar soltar un suspiro, a pesar de que el Alfa no había amanecido a su lado en la cama.

—¿Por qué estás sonriendo tan temprano? —Dijo Jungkook entrando a la habitación.

Pensó que el Alfa lo quería molestar, pero no era así porque al parecer Jeon enserio quería saber que lo tenía de tan buen humor y ante esa cálida y familiar escena se encontró a si mismo sonriendo como lunático.

—Nada en específico —Soltó de manera suave.

Se levantó de la cama bajo la atenta mirada del Alfa y comenzó a caminar hacia el baño, pero una fuerte mano lo detuvo, volteó un poco confundido a ver al dueño y Jeon tenía una mirada rara.

—Creo que tenemos problemas.

El pánico lo comenzó a inundar, quizá ya los habían descubierto en su mentira.

—¿Por qué?

—Bajé para desayunar algo y me encontré a Nayeon con Jin, estaban hablando de que Jennie se va a comprometer y...

—¿Por qué eso es un problema? —interrumpío al Alfa cuando sintió como su lobo rascaba su interior enojado— para mí no es un problema que ella se comprometa, incluso me siento feliz.

—No me estas entendiendo, van a hacer la fiesta de compromiso aquí en cuatro días, lo más seguro es que nos pidan que nos quedemos.

Analizó un poco la mirada de Jungkook y decidió por un momento ignorar a su lobo para poder concentrarse.

—¿Tendría algo de malo si nos quedamos más tiempo?

—No, en realidad estaría bien, pero ten en cuenta que la marca se borra el sábado, el día de la reservación, se supone que nos iríamos al día siguiente y podrías ocultar que ya no está con una pañoleta.

—Podría ocultar mi cuello los siguientes días igual —Sonrió para intentar calmar la tensión que sentían.

—No creo que funcione Tae, eres muy descuidado y en cualquier momento vas a dejar tu cuello destapado.

Su muñeca aún estaba en la mano de Jungkook, sin embargo, su contacto lo comenzó a quemar, su lobo se sentía de alguna forma rechazado, como si el Alfa no quisiera estar con él más tiempo.

—Entonces regresemos —Dijo con enojo.

Todo el buen humor con el que había despertado se había ido, ahora solo quería encerrarse en el baño y llorar, nunca fue sentimental, no quería serlo justo ahora, pero su corazón dolía por el rechazo.

—Quizá exista otra solución —Jungkook desvió su vista y comenzó a rascarse nervioso la nuca— podríamos volver a hacer la marca temporal.

Por un momento se quedó en blanco como si no hubiera procesado las palabras del Alfa, pero cuando lo hizo su cuerpo comenzó a temblar y su lobo aulló de acuerdo, ya no quería dejar su marca.

—Sería lo más eficaz, pero no está el doctor Choi para...

—Lo puedo hacer, tengo mucho autocontrol —Dijo el Alfa con una sonrisa confiada que lo hizo sonreír también— Solo hay que esperar a que hasta que se disuelva para que la vuelva a poner.

—Está bien, confío en ti.

❦𝐷𝑜𝑘𝑎𝑙𝑙𝑖❦ KookVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora