Capítulo Treinta

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La primera noche lejos de Jungkook había sido terrible, no pudo dormir nada, se había acostumbrado tanto a tener un fuerte y cálido cuerpo a su lado que se sintió solo.

Tenía la marca aún, pero se abstuvo de pedir confort a través de esta, no quería parecer un omega desesperado, así que optó por la mejor opción, que era seguir con su rutina normal.

Si, iba a hacer todo lo posible para ignorar la presión que sentía en su pecho, también por ignorar a su lobo que rascaba con tristeza por ver a su Alfa.

Lo iba a superar, claro que lo haría, en unos días ni siquiera iba a recordar quién es Jeon Jungkook.

—¡Tae! Ya llegué mi amor —Un efusivo Jimin se lanzó sobre él para abrazarlo con cariño— te extrañé tanto, tanto.

—Minnie, yo también te extrañé.

Se dejó abrazar por el omega quien lo marcaba con su aroma, aunque por alguna razón eso lo incomodaba un poco, las últimas semanas se había acostumbrado mucho a ciertas cosas que ahora todo le parecía extraño.

—Tae ¿Por qué apestas a café? —Jimin se levantó un poco de su cuerpo para mirarlo y entonces los ojitos del omega cayeron en su marca— ¿Aún tienes la marca? Creí que iba a desaparecer hace algunos días.

—Kook me la volvió a hacer —Vio como los ojitos de su amigo se abrían con sorpresa, a lo que él solo negó con una risita divertida— No, no me hizo una marca permanente, es temporal, solo que... ¿Recuerdas que te dije que Jennie se iba a comprometer?

—Si, aún no puedo creer que tu prima que le pone cara de culo a todos este comprometida y nosotros no.

Rio un poco con el comentario de Jimin y negó con la cabeza— Eso no importa, lo que te quería decir es que nos tuvimos que quedar más días debido a eso, por eso me hizo otra marca temporal.

—Así que era eso, bah que aburrido, mejor dime ¿Qué tal te fue con macho boy? Espero que por lo menos hayan cogido.

Con el comentario que hizo el omega pudo sentir como todos los colores se le subían al rostro, ganándose una risa divertida por parte del rubio.

—¡¿Si lo hicieron?! Dios Tae, me tienes que dar detalles —Jimin comenzó a restregarse en él— Dime por favor que la tiene grande.

Pero rápidamente los comentarios de su amigo lo hicieron enojar, no quería que nadie además de él, pudiera fantasear con Jungkook, sin poder evitarlo soltó un leve gruñido que hizo a Jimin separarse de él y mirarlo confundido.

—No te voy a decir nada, él es mío.

—...

Ninguno de los dos dijo nada, pero Taehyung se sentía muy abochornado por tener el rostro de Jimin viéndolo con sorpresa.

—¿Qué? —Soltó de manera brusca.

—¿Estas celoso? —Dijo el omega con una sonrisa traviesa— Tae, estas celoso.

—No es así...

—No me digas más, sé que quizá debes de venir harto de ese Alfa ¿fue muy difícil fingir?

Cuando su amigo le preguntó eso soltó un suspiro involuntario y se rasco la nuca en señal de frustración.

¿Cómo le decía que llegó el momento en el que todo se sintió muy real?

(...)

Miraba con impaciencia la puerta, quería una excusa para poder salir y buscar a Jungkook.

Lo que era chistoso porque todavía ni siquiera pasaba un día desde que se habían separado y tenía esa necesidad loca de ir a buscarlo.

—Al carajo con todo —Se dijo a si mismo mientras aventaba todo lo que tenía encima.

Iba a ir a buscarlo, no sabía dónde podría estar en este momento, pero si su instinto no le fallaba, el Alfa estaría en su casa en estos momentos sintiéndose igual de jodido que él.

Correcto, debería de estar ahí, con prisa tomó su abrigo y su celular, ahí tenía anotada la dirección de Jeon.

No sabía que estaba haciendo, pero en este momento ya estaba conduciendo hacia un lote de departamentos. No le importaba nada, no si no tenía al Alfa cerca.

No podía hacer nada si deseaba estar con ese Alfa de todas las formas posibles, al fin había encontrado ese algo que había estado esperando toda la vida y no lo iba a dejar ir.

Con rapidez se bajó de su automóvil y fue directamente al departamento con el número 109, el que se supone que es de Jeon.

Tocó el timbre como un maniático y pudo escuchar la voz de Jungkook desde dentro quejándose, algo que lo hizo sonreír inconscientemente, si, había tomado la mejor decisión.

—Ya voy ¿Quién eres y por qué estás tocando como alguien lunático? —Escuchó decir a Jungkook desde adentro, pero no contestó porque en cuanto la puerta fue abierta se lanzó a sus brazos y lo beso.

Lo último de lo que fue consciente fue de las manos del Alfa apretando fuertemente su cintura mientras lo besaba con más profundidad. Después de eso todo se volvió borroso.

Solo se movió como quería, a pesar de que sus movimientos eran torpes se sentían correctos, por lo que enterró sus manos en el espeso cabello negro del Alfa y dejó que lo demás sucediera.

Las manos de Jungkook comenzaron a quitar sus ropas y cuando estuvo completamente desnudo en el piso de aquel departamento, pudo sentir como su cuerpo era besado y marcado con amor, con demasiado amor, como si aquel hombre quisiera apreciar cada parte de él, como si quisiera conocer cada punto de placer que tenía.

Esta sensación era incluso mucho mejor que la excitación que sintió la noche anterior, porque ahora no había nada carnal de por medio, solo era la necesidad de unir sus cuerpos y saber que se tenían.

Por lo que las ganas de ver el rostro Jungkook lo llenaron, así que con sus pequeñas manos tomó su rostro y lo alzó, no pudo evitar soltar una sonrisa, su Alfa estaba ahí amándolo.

Jungkook le regresó la sonrisa y acercó sus labios para besarlo, se dejó hacer complacido y llevo sus manos a la espalda desnuda de su Alfa para acariciarlo, aún no era suficiente, quería más de él, mucho, mucho más.

gimió cuando el Alfa se alineó en su entrada y lentamente ingresó, el efecto que tuvo en él poder sentir la caliente carne de Jeon dentro de él fue maravillosa, no podía explicarlo, pero se sentía bien.

Se estaban volviendo uno con cada estocada de Jungkook en su cuerpo, pero también con cada beso que se daban, al fin estaban dejando salir todo el miedo y amor que sentían por esta relación rara que los unía, esta relación que sin darse cuenta estaba destinada a existir.

Con una risa tonta ambos se corrieron al mismo tiempo y desde ese momento lo mejor se quedó en su mente, las manos de Jungkook recorriendo su cuerpo, Jungkook besando su cuerpo y a Jungkook embistiendo en el interior de su cuerpo.

No importaba lo demás, porque lo que quería ya lo tenía.

❦𝐷𝑜𝑘𝑎𝑙𝑙𝑖❦ KookVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora