Capítulo Cuarenta

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Detuvo se automóvil y se dejó caer completamente al asiento con rudeza, en estos momentos las cosas no estaban bien, quizá debería de confiar más en lo que tiene con Jungkook y hablar con él como una persona madura.

Pero ¿Qué podía hacer si se sentía mal? De todas formas, por su linaje estaba destinado a ser más sentimental de lo que debería de ser.

Aunque enterarse precisamente de que quizá era solo un pasatiempo en la vida del Alfa, no era la mejor de las noticias.

—Eres un tonto Tae —Se dijo a sí mismo mientras alzaba sus manos para mirarlas.

Le gustaba mirarse las manos, recordaba como en las noches donde el estrés lo llenaba el Alfa besaba sus nudillos y comenzaba a contarle cualquier cosa para alejar los malos sentimientos.

¿Acaso alguien podría fingir tan bien? El cariño en los ojos de Jungkook se miraba genuino.

Por eso sentía que su corazón estaba a punto de colapsar, porque tenía tanto jodido dolor, pero eso no quitaba que el sentimiento de felicidad lo invadiera.
Sus sentimientos estaban mezclados, se dio cuenta cuando lágrimas traicioneras se instalaron en las esquinas de sus ojos al igual que una sonrisa.

Quizá como que lo amaba.

Por eso quería que fuera solo de él, no quería creer que aún tenía a alguien, llevó su vista al papel que tenía entre las manos y lo apretó para después tirarlo. Se negaba a aceptar eso, Jungkook simplemente no podía hacer esto, meterse tanto en su alma y después irse.

Así que planeaba enterarse de la verdad el mismo, ante todo se quería prevenir de un posible abandonamiento, pero no aseguraba salir con vida si era dejado, debido a que su vínculo con Jungkook era realmente fuerte, una punzada de dolor lo atravesó, con la mirada nublada llevo la vista a la pequeña casa que tenía delante.

Estaba a punto de enterarse de la verdad y no sabía si estaba listo. Por lo que con pasos temblorosos bajo del automóvil y comenzó a caminar hacia la colorida casa para tocar.

Espero pacientemente a que le abrieran, hasta que una hermosa omega salió y su corazón descansó un poco, la omega era casi una anciana.

—Buenas noches —Dijo la mayor— ¿En qué lo puedo ayudar?

Un momento se quedó en blanco, no sabía que decir ¿Qué hacía incluso ahí?

—Buenas noches ¿Aquí vive la pareja destinada de Jeon?

—¿Habla de Kookie? —La mujer lo miró raro, pero aun así sonrió— Si aquí vive, es mi nieta Somi ¿Qué quiere con ella?

Esperaba tanto que la respuesta fuera un no, pero al parecer las cosas no eran como el Alfa se las había contado.

Sin embargo, quería creer que había algún malentendido, no podía perder su relación tan rápido, porque Jungkook valía cada lucha que pudiera hacer, pero tampoco se le olvida que él vale mucho para ser alguna clase omega que es usado para cualquier fin, así que si resultaba que la señora Jeon decía la verdad, con todo el dolor de su corazón se tenía que apartar de aquel Alfa.

Por eso necesitaba hablar con ella, con la que es la destinada de Jungkook.

—Verá, el joven Jeon me mando aquí por una razón un poco privada, no sé si puedo hablar con ella.

La mirada de la mujer lo repasó de arriba a abajo y al final abrió su boca por el asombro —Ya veo, tú debes de ser el asistente de recursos humanos, mucho gusto soy Rose.

No sabía a qué mierda se refería ni porque su Alfa iba a mandar a alguien a aquella casa, pero la ira lo inundo, Jungkook aún tenía contacto con ellas.

—Kim Taehyung, un gusto.

—Adelante pasa hijo, mi nieta está en la sala.

Lo sorprendió el repentino cambio de actitud de la señora, pero se alivió cuando lo dejó pasar sin hacer mucho escándalo

Buscó a su alrededor y lo primero que vio fue una joven omega, era sumamente hermosa, demasiado para ser real, pero había algo que opacaba su rostro, estaba pálido.

—Abuela ¿Quién es? —la muchacha volteo en su dirección y cuando lo vio sus ojos se abrieron con sorpresa.

—Somi, es un encargado de recursos humanos, te dejo con él.

Ella se paró rápidamente y comenzó a hacerle varias reverencias, mientras la que supuestamente era su abuela desaparecía.

—Buenas noches, perdón, no sabía que teníamos vista.

—Buenas noches, no te preocupes yo solo vengo de parte de Jeon, quiero hacerte algunas preguntas y me gustaría saber si ¿Podemos empezar ya? —Intentó con todas sus fuerzas que su corazón no doliera, pero por alguna extraña razón lo hacía, aquella mujer era Simplemente buena para cualquier Alfa.

—Claro, por favor siéntese.

Asintió y se sentó en uno de los sofás individuales, después la miro con intensidad— ¿Me puedes decir tu nombre por favor?

—Perdón, pensará que soy una maleducada por no habérselo dicho antes, mi nombre es Park Somi.

—Muy bien ¿Puedo saber cuánto tiempo lleva conociendo al Joven Jeon?

—Dos años, nos conocimos en uno de sus trabajos y rápidamente supimos que éramos destinados.

Intentó, enserio intentó que el estómago no se le revolviera con la reciente confesión, pero no fue así, no cuando vio como los ojitos de la omega brillaban con estima.

No quería aplastar los buenos recuerdos de ella, pero enserio quería saber la verdad, así que fue a lo directamente le importaba.

—Usted y el joven Jeon ¿Aún mantienen el lazo? —Se felicitó a si mismo por lograr que su voz no temblara.

—No, un día de la nada Jungkook llegó hace seis meses y me pidió que rompiéramos nuestro lazo.

Vio como ella agachaba un poco el rostro, por su lado él en lugar de sentirse feliz por la respuesta, estaba roto, el Alfa le mintió, le había dicho que ya no tenía pareja destinada.

Lo que se le hace muy extraño, pero razonable, varias cosas ahora comenzaban a tener cierta lógica, como porque al principio Jeon no quería marcas de olor.

Lo que lo lleva a pensar que quizá si Jungkook lo quiere por su dinero, claro que era eso, lo apoyo y le enseñó una vida que no iba a poder dejar ya.

Claro, todo era muy bueno para ser verdad, Jeon solo era un maldito vividor, porque seguramente ya hasta planes de vida tenía con Somi, si necesitaba el dinero con tanta urgencia, es porque así debía de ser. Lo que no entiende es ¿Cómo pudo ser tan tonto y no darse cuenta de esto? Él solo era un instrumento para el Alfa.

Estaba dispuesto a levantarse e irse, pero la pequeña mano de la chica lo detuvo. El espacio comenzó a sentirse terriblemente pequeño.

—Se que no eres ninguna persona de recursos humanos.

❦𝐷𝑜𝑘𝑎𝑙𝑙𝑖❦ KookVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora