Capítulo Veinticuatro

7.6K 1K 74
                                    

La vida a veces era un misterio, lo supo cuándo comenzó a comportarse de forma en la que nunca lo haría, su comportamiento extraño comenzó desde que conoció a Jungkook y es que todo era una mierda, se calentó de solo verlo. Al principio pensó que era un Alfa caliente, pero después lo conoció mejor y se suponía que esa idea se iría, pero se quedó y en cambio comenzó a tener más pensamientos y actitudes con respecto a Jeon.

Por ejemplo, él nunca fue muy entregado al sexo con sus compañeros, algunos hasta podrían decir que era frívolo, pero con las manos de Jungkook sobre su cuerpo todo su juicio se nublaba y lo hacía querer más y más. Ese fue el primer comportamiento extraño que notó, el segundo fue que era demasiado pegajoso con su Alfa, lo cual no era bueno porque se sentía patético, la situación con Jungkook no era precisamente la de novios cariñosos, solo eran amigos y eso aún estaba en duda.

Sin embargo, lo más, enserio, más extraño que ha hecho desde que está con Jungkook, es sentir celos, porque en realidad no era una persona celosa, desde que era un niño SeokJin abrazaba a su mamá Alfa y nunca se enojó como lo hacían los omegas con sus papás Alfa, se le hacía extremadamente ridículo sentir celos.

Por eso no entendía porque ahora se sentía así.

—¿Por qué estás enojado Tae? —Dijo Jungkook viéndolo con duda.

No planeaba responder, pero el Alfa tomó sus manos por encima de la mesa y entrelazo sus dedos, lo que hizo a su lobo temblar y gimotear.

Todo era ridículo, no le quería decir a Jeon que la causa de que estuviera así eran sus celos, pero tampoco quería arruinar su cena, así que decidió ser sincero.

—La mesera está coqueteando contigo, no me gusta.

Su tono comenzó alto y terminó casi en un susurro por lo abochornado que se sentía por estar platicando sus inseguridades con el Alfa.

—¿Te hice sentir mal yo? ¿Hice o dije algo que te desagrado?

Sus ojos recorrieron a Jeon y se veía una preocupación genuina en sus ojos, entonces pensó que quizá estaba exagerando.

—No, tú no has hecho nada malo, es solo que no me gusta que otras personas te vean —Jungkook se quedó tieso viéndolo sin decir nada, por lo que se apresuró a seguir hablando— Perdón si estoy así, supongo que es la marca.

—Eres un omega tonto.

Cuando el Alfa dijo eso su lobo aulló triste, nuevamente sentía que estaban dando una mala imagen, estaba herido, así que pensó que lo mejor sería regresar, ya no estaba disfrutando nada de esa noche.

Estaba a punto de sugerirlo cuando Jungkook se levantó de su silla, caminó hasta donde estaba él para arrodillarse y dejar un casto beso en su mejilla.

—Mis ojos no van a ver a Nadie que no seas tú, porque eres el único que vale la pena.

De pronto su corazón comenzó a latir con rapidez, no era normal que alguien pudiera sentir con tanta intensidad lo que él estaba sintiendo.

—Kook gracias por hacerme sentir así —Dijo mientras rozaba de manera suave sus narices.

—Gracias a ti por estar con alguien como yo, mereces más, mucho más, ni siquiera el mejor Alfa del mundo te merece.

Jungkook se levantó de su lado y comenzó a caminar hasta su lugar, dejándolo con una bonita sensación, pero con un vacío al ya no sentir su tacto.

—A veces me siento egoísta, tú desde que regresaste de hablar con mamá has estado apagado y no pregunte nada, pero ¿Ella dijo algo?

—Si, me dio esto —El Alfa saco un anillo de compromiso y se lo mostró.

—¿Ella te pidió matrimonio? —Dijo con horror, no podía imaginar nada entre Jungkook y Momo, eran simplemente tan iguales que los dos dan miedo.

No podía.

Su lobo nuevamente estaba enojado, con la diferencia de que ahora quería arrancarle el cabello a su mamá.

—A veces me pregunto que tienes en la cabeza —Jungkook llevo sus manos a su sien para comenzar a masajearla— Este anillo me lo dio porque es una joya familiar que se les da a los Kim cuando se van a comprometer, ella quiere que yo te lo de.

—¿Qué?

Sintió que sus ojos se abrieron demasiado de manera involuntaria, no podía creer que Momo hiciera eso, ella era muy celosa con él.

—Lo que trato de decir amor, es que tus mamás quieren que nos casemos.

Vio como Jungkook le tomaba a la copa de vino con una expresión preocupada.

Lo que lo hizo preocuparse a él también, ellos aún no habían hablado de que pasaría una vez que regresaran, ni siquiera sabía qué tipo de relación tenían, esto era demasiado.

Apenas estaba analizando sus sentimientos que estaban apareciendo por el Alfa y sus mamás ya querían casarlos.

—¿Casarnos? Esto es muy repentino.

—Lo sé, quizá debería de decirles que te lo pedí hoy y que no te sientes listo.

—Sería lo mejor, aunque es una lástima porque es un anillo hermoso —sonrió y comenzó a comer un poco de su sopa.

—Por cierto, Tae, después de esto ¿Quisieras ir a un lugar?

—Si, aún no quiero llegar a casa, ya me tienen harto con todo el ruido que tienen.

—Lo único bueno es que mañana es nuestro último día en la casa ¿A qué hora reservaste los boletos? —Dijo Jungkook intentando sonar desinteresado.

—El avión sale a las nueve de la mañana.

Intentó que su voz no saliera tan inquieta, pero falló y aunque Jungkook no dijo nada, podía sentir a través de la marca que se sentía igual.

Ninguno sabía cómo actuar después de esto.

(...)

Si regresaban a Seúl ¿Cómo deberían de actuar?

La farsa por fin va a terminar y no van a tener necesidad de actuar más como una pareja, eso debería de aliviarlo, pero al contrario lo tenía preocupado.

Iban a regresar a sus antiguas vidas, donde ninguno era indispensable, una vida donde no tiene a Jungkook.

¿Era realmente eso lo que quería?

Quería regresar para ver a sus amigos, en especial a Minnie, no han hablado en mucho tiempo y lo extrañaba, también quería volver a su trabajo, quería volver a su vida ¿Dónde entraba Jungkook en este equilibrio?

—Tae, ya llegamos —Avisó Jungkook mientras se bajaba del automóvil.

Estaba tan perdido en sus pensamientos deprimentes que no se dio cuenta de que ya habían llegado a lo que parecía ser una pequeña cabaña en medio del bosque.

—¿Qué hacemos aquí? —Bajo del automóvil con rapidez para alcanzar al Alfa.

Este solo se encogió de hombros ante su pregunta— La rente, quería hacer algo especial para ti.

Cuando se abrió la puerta y se reveló el interior de la cabaña pudo ver un fuerte construido con almohadas y cobijas.

—Esto es hermoso.

—Lo sé, ahora quítate el traje, te deje ahí un pijama.

❦𝐷𝑜𝑘𝑎𝑙𝑙𝑖❦ KookVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora