Capítulo Treinta y Uno

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El departamento estaba en completo silencio, no habían dicho nada desde que llegó, lo único que podía escuchar eran sus respiraciones y a pesar de que estaba acostado en el frío piso de madera, no quería levantarse, por eso cuando Jungkook se movió para intentar levantarse se aferró a su espalda y le impidió irse.

Porque era precisamente esto de lo que tenía miedo, de ser una cosita pegajosa con el Alfa. No quería darle motivos para que lo llamara irritante.

Pero ahora era lo que menos le importaba.

—No te vayas por favor —Susurró con miedo de que Jungkook aún siguiera enojado.

—No me voy a ir a ningún lado, es solo que el piso no es muy cómodo, quería llevarte a mi cama, aunque no es tan cómoda como la tuya.

El Alfa volteo a él y dejó un casto beso en su nariz para después tomarlo entre sus brazos y llevarlo a su habitación.

Cuando entraron lo primero que hizo fue aspirar el aire de aquel lugar, todo apestaba a su Alfa y eso le gustaba un poco demasiado.

Jungkook los acostó a ambos en la cama y en un periodo muy corto de tiempo él ya estaba adherido al Alfa como si fuera una sanguijuela, pero no quería dejarlo ir, solo pasó un día sin él y había sido terrible.

—Tae —Dijo el Alfa mientras acariciaba su espalda baja— ¿Por qué viniste?

Por un momento se quedó congelado ¿Cómo podía decirle que lo quería sin sonar demasiado mal? Ni siquiera estaba seguro de si Jungkook quería una relación, pero en estos momentos era arriesgar todo o nada.

—Escucha yo como que desarrollé sentimientos por ti, eres mi Alfa, pero esto va más allá de la marca, sé que incluso si no la tuviéramos yo me seguiría sintiendo igual, porque te quiero Kookie.

Cerró sus ojos a la espera del rechazó, pero no pasó, solo sintió su marca llenarse de felicidad y unos labios besando el lóbulo de su oreja.

—También te quiero Tae —Dijo Jungkook con una sonrisa.

—Ya no quiero que seas mi Alfa falso —Soltó de repente.

—¿Eso que significa?

—No sé, dime tú.

—Taehyung, quiero que lo digas tú, no quiero quedar como alguien que está mal entendiendo las cosas.

No pudo evitar soltar una risita, se le hacía adorable la actitud de su Alfa. Con delicadeza subió su cuerpo al de Jungkook dejando juntos ambos estómagos.

—Quédate con la duda —Sonrió y dejo un pequeño beso en los labios del Alfa.

Las pesadas manos de Jungkook se posaron en su espalda baja y se sintió completamente en paz.

—Taehyung dime.

Pensó que quizá era momento de sincerarse, así que tomó valor y hablo— quizá yo como que te quiero solo para mí, es todo lo que pienso decir, interprétalo como quieras.

—Muy bien, lo voy a interpretar como que ya eres mío y si me equivocó es tu culpa.

Estaba cerrando los ojos cuando escuchó eso y sintió como su cuerpo se llenaba de esperanza, quizá Jungkook se sentía igual que él.

—¿Eso que significa? —Preguntó ahora él.

—interprétalo como quieras, buenas noches.

El Alfa tomó su cuerpo y lo volteó para que quedaran de cucharita.

—Jungkook Suéltame y dime que significa —Intentó zafarse del agarre, pero Jeon lo afianzó y le impidió salir de sus brazos.

—Cállate, vamos a dormir —Dijo Jungkook en un susurro.

—No, nada de eso Suéltame y respóndeme —Intento luchar, pero no recibía ninguna respuesta, por lo que supuso que Jeon se había dormido, un sentimiento de culpa se hizo presente en su estómago, se notaba que ese día que estuvieron lejos el Alfa tampoco lo había pasado bien.

Dejó de luchar y se relajó en los brazos de su Alfa, cediendo ante el sueño que sentía, por fin podía descansar.

Iba a dejar de darle tantas vueltas a lo que dijo el Alfa y lo iba a tomar como que iban a intentar tener algo y si funcionaba lo hacían oficial.

(...)

Abrió los ojos con pereza, los rayos del sol lo habían despertado, intentó acostumbrarse a la luz que entraba por la ventana y por fin se dio cuenta de que no estaba en su casa, estaba más bien en los brazos de Jungkook.

Con delicadeza dejó un pequeño beso en la mejilla de su Alfa y se levantó de la cama, estaba dispuesto a cocinar algo rico para los dos, aunque al verse a sí mismo desnudo fue al clóset para buscar algo que ponerse.

Al abrir la puerta de madera vio que había un espejo dentro y pudo observar su cuerpo desnudo, estaba lleno de marcas de besos, todo su pecho, su estómago, sus muslos, todo, porque todo en él era lo que amaba el Alfa. Con una sonrisa tomó lo primero que vio.

Cuando ya tuvo algo encima fue directamente a la cocina para comenzar su labor, pero cuando abrió el refrigerador notó que estaba vacío.

¿Acaso Jungkook no había comido nada desde que llegaron? Pensó.

Decidió mejor pedir algo por su teléfono, se le haría más fácil de todas formas, así que con el único pensamiento de esperar la comida quería regresar a la cama, sin embargo se distrajo un poco en su teléfono con mensajes de Jimin y Hoseok, sus vacaciones ya estaban a punto de terminar y sus amigos querían ir a tomar algo, así que se sentó un momento en el sillón para responderles.

No pudo evitar soltar una sonrisa al recordar la escena que hicieron hace algunos meses cuando los corrieron de un bar.

—¿Puedo preguntar porque dejaste la cama? —Sintió como unos brazos lo rodeaban y unos labios se pegaron en su oreja.

—Volvamos a la cama Kookie, hace frío.

El Alfa no dijo nada, solo se metió entre sus piernas y comenzó a besar su cuello de manera lenta.

—Ayer lo hicimos en el piso, quizá hoy lo podemos hacer en el sillón —Susurró el Alfa— y quizá al rato en la pared.

gimió ante aquella idea tan interesante, quería probar lo que decía Kook, pero prefirió concentrarse en lo que estaban ahora.

Estaba aún dilatado por la noche anterior, así que sonrió cuando Jungkook empezó a empujarse en él con su erección mañanera.

—Ah... Eso se siente bien —jadeo cuando el miembro del Alfa estuvo dentro de él.

—Voy a ser lento amor, así que disfruta.

Podía sentir como su sensible agujero era llenado por el miembro del Alfa y eso se sentía tan bien.

Ambos estaban aún sensibles por el orgasmo de la noche anterior, por lo que las sensaciones lo estaban volviendo loco, Jungkook se movía lentamente dentro de él, como si tuviera miedo de romperlo, entonces se dio cuenta de que este hombre podía tener muchas facetas en el sexo, rudo, salvaje, tierno y suave.

—Tae, ayer tenía muchas ganas de clavar mis colmillos en la marca —Susurró Jungkook mientras lamía la cicatriz de su unión temporal— ¿Qué dices bebé? ¿Lo hago?

—Mierda si, por favor... Ah.

La polla del Alfa golpeó su próstata y todo en él se nubló.

Los dientes de Jeon se enterraron en su cuello, pero no fue de manera profunda, solo fue superficial para calmar las ansias que ambos sentían por renovar su marca. Al final el Alfa logró que ambos llegaran al orgasmo.

Estaba tan concentrado intentando regular su respiración que pegó un pequeño brinquito cuando el timbre sonó.

—Qué raro, no espero a nadie —Dijo Jungkook con una mueca— Ve a la habitación Tae.

—Kook, encargué comida, solo recibela, ya está pagada —Sonrió con inocencia y dejo un besito en los labios del Alfa— ve.

—Está bien.

Se reincorporó en el sillón cuando Jungkook fue a abrir la puerta y comenzó a arreglar su cabello, aunque su lobo gruñía por comida.

Quisiera despertar todas las mañanas así.

❦𝐷𝑜𝑘𝑎𝑙𝑙𝑖❦ KookVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora