Capítulo 9

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STILES

Hoy es viernes.

Derek acaba de aparcar su camaro a unos metros de una gran casa.

La casa de la tía de Derek.

Hoy la conoceré.

Yo estaba un poco nervioso y antes de que pudiera abrir la puerta del camaro para salir, Derek me detuvo.

Me agarro la mano y la acaricio con sus dedos, lo que me provocó que mis nervios desaparecieran durante unos instantes.

— No tienes de que preocuparte, Sti. Mi tía no es como Talía. Ella es mucho mejor. Ella no es homofobica. Fue la primera persona a la que le confesé que era gay, y tras decírselo al instante me acepto.

Derek sonrió.

— Ella siempre me ha apoyado, y sé que en cuanto te conozca le encantarás. Aunque no tanto como me encantas a mi.

Yo sonreí, solté una pequeña risa y después le besé. Le di un beso cargado de los sentimientos que ambos sentíamos por el otro, un beso que reflejaba nuestros mutuos sentimientos.

Tras eso los dos salimos del coche y caminamos hacia la gran casa, que más que una casa parecía un castillo.

Una vez que estuvimos frente a la puerta, Derek la golpeó con sus nudillos y poco después esta fue abierta por una mujer morena, de ojos marrones, que vestía casi completamente de negro y que mostraba una amplia sonrisa.

— ¡Hola, Derek! ¿Que tal estás?– dijo la mujer apartándose a un lado para que nosotros pudiéramos pasar a dentro de la casa.

— ¡Hola! Yo estoy bien.

— ¿Seguro? Sabes que puedes contarme cualquier cosa. Además es normal que no estés bien después de lo que paso con Talía.

— Lo sé. Y de verdad que estoy bien– dijo Derek sonriendo, pero a continuación frunció el ceño y su rostro se volvió serio– No permitiré que lo que pasó con ella me haga sentir mal. Me costó aceptarme y ahora estoy orgulloso de lo que soy y no es culpa mía que ella tenga una mentalidad de la época de las cavernas.

La mujer sonrió al escuchar esas palabras.

— Como se nota que eres mi sobrino– dijo sonriendo– Te pareces mucho a mi.

Derek sonrió y infló un poco el pecho con orgullo.

— Por fortuna– dijo Derek.

Ambos estaban sonrientes cuando la mujer se dio cuenta de mi presencia, ya que puede que yo estuviera un poco escondido detrás de Derek.

La mujer entonces se acercó más a nosotros.

— Este es tu novio, ¿verdad?– dijo con un tono alegre y Derek asintió– Tienes buen gusto Derek. ¿Y vas a presentármelo o no?– ella soltó una pequeña risa.

— Sí, sí, claro– dijo Derek, se puso a mi lado y me agarro la mano– Tía, este es Stiles Stilinski, mi novio– dijo con orgullo y eso me hizo sonrojarme un poco– Stiles, esta es mi tía, Regina Hale Mills.

— Es un placer conocerla Sra

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— Es un placer conocerla Sra. Hale.

— Por favor llámame Regina.

— Está bien.

Tras eso estuvimos un rato hablando con ella hasta que Derek tuvo que ir al baño.

— Bueno, Stiles, ahora que estamos solos, quiero saber qué intenciones tienes con mi sobrino.

— ¿Intenciones?– ella asintió– No lo sé– entonces frunció el ceño– Solo quiero estar con él, Derek no solo me gusta mucho, también me importa mucho.

— Me alegra escuchar eso, pero quiero que sepas que como le hagas daño juró que destruiré tu felicidad aunque lo último que haga sea eso.

— Sin Derek en mi vida mi felicidad ya estaría destruida.

— Le quieres, ¿verdad?

— Muchísimo– ella sonrió.

— Solo no le hagas daño, ¿vale? Ya ha sufrido bastante– dijo con tristeza– Y no solo me refiero a lo que paso con su padre y con lo que está pasando ahora con Talía.

— ¿Y a qué más te refieres?– pregunté con curiosidad.

— ¿Derek te contó la historia de lo que le sucedió con Jordan, su entonces mejor amigo?

— Sí. Me contó que cuando le dijo que era gay, no reaccionó bien. Le dijo cosas horribles y iba a sacarlo del armario delante de todos en el instituto, pero afortunadamente no pudo ya que sus padres tuvieron que mudarse.

Regina sonrió.

— ¿De verdad crees que fue casualidad que los padres de Jordan tuvieran que mudarse justo después de que amenazara a mi querido sobrino?– dijo sonriendo de forma malvada.

Yo abrí los ojos como platos al entender a lo que se refería.

— ¡¿Fuiste tú?!– dije sorprendido con la voz elevada y ella asintió todavía sonriendo– ¡¿Pero como?!

— Soy una persona muy poderosa, y haré lo que haga falta para proteger a Derek.

— Eso no lo dices por mi, ¿verdad?– ella me miro seria– Hay algo más. Algo que no estás contando– ella suspiró.

— Está bien. Sí, tienes razón. Hay algo que Derek no sabe y que no debe saber bajo ningún concepto, ¿entendido?

Yo le asentí y pregunté con mucha curiosidad el que.

— Sabes que el padre de Derek murió en un accidente de tráfico, ¿verdad?– yo asentí intrigado– ¿Y que pensarías si te dijera que ese accidente no fue casualidad?

— ¡¿Insinúas que alguien provocó el accidente que mató al padre de Derek?!

Regina asintió.

— No te parece raro que unos días antes del accidente el padre de Derek le pidiera el divorcio a Talía y justo unos días después él muriera.

— ¡¿Que?!– grite sorprendido– ¿Entonces crees que Talía lo provocó?

— Por desgracia, sí. Lamentablemente nunca se encontraron pruebas en su contra.

— ¡¿Pero ella sería capaz de hacer algo así?!

— No tienes ni idea de lo que es capaz. Te aconsejo que tengas mucho cuidado con Talía. Para ella ahora eres el que ha convertido en un bicho a su asombroso hijo.

Ambos fruncimos el ceño, pero rápidamente a ambos nos cambió el rostro por el de uno de sorpresa al oír una voz que venía desde la puerta.

La voz de Derek.

— ¿Que habéis dicho de Talía?– dijo con el ceño fruncido.

Aquí termina este capítulo

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Aquí termina este capítulo. Espero que lo hayáis disfrutado.

MAMÁ, SOY GAYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora