Capítulo 27

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REGINA

Acababa de entrar en mi despacho personal y privado acompañada de Melissa McCall.

— Tú dirás, Melissa. ¿Que sucede?

— Es sobre tu sobrino– fruncí el ceño.

— Pensé que dijiste que estaba bien y se curaría con el tiempo.

— Así es. Con bastante tiempo. Se nota que le han hecho cosas bastante fuertes e inimaginables para estar como esta.

Melissa suspiró.

— Sin embargo esas heridas se curarán, son digamos superficiales. Esas heridas no son nada comparado con el trauma psicológico que tendrá.

— ¿Que puedo hacer?– pregunté afligida.

No soportaba ver a mi querido sobrino sufriendo.

— Lo que más te recomendaría es que lo lleves a un buen psicólogo. Puede ser una increíble ayuda para él.

— Gracias, Melissa– le sonreí agradecida– Lo tendré en cuenta.

A continuación me despedí de Melissa y me dirigí a la habitación de Derek en la que se había formado un gran alboroto.

— ¿Que pasa aquí?– dije elevando la voz.

— Bueno, hermanita, estos entraron corriendo en cuanto abrí la puerta y fueron directos al cuarto de Derek sin que pudiera detenerlos– Peter señaló a dos jóvenes.

En cuanto me fijé bien los reconocí.

Eran los amigos de Derek, Liam y Theo.

— Solo estábamos preocupados por Derek y Stiles– se excusó Liam–Sabemos que habíais vuelto del viaje hace tiempo y al no veros en el instituto nos preocupamos.

— Y que tampoco contestéis, ni veáis nuestros mensajes no ayuda– acusó Theo.

— Que lindo que os preocupéis– dijo Derek con un tono de agradecimiento– pero tiene su explicación.

— Te escuchamos– Theo entrecerró los ojos.

Entonces Derek suspiró y empezó a contarle toda la historia a sus amigos.

Mi hermano y yo salimos de la habitación, no solo debido a que no nos apetecía nada escuchar de nuevo las cosas horribles que le hicieron a mi sobrino, también para dejarles a los jóvenes espacio e intimidad.

Al cabo de unos minutos mientras Peter y yo nos dirigíamos al salón donde se encontraba Aaron, mi hermano comentó:

— ¿Te has enterado de la noticia?

— ¿De que?– eleve una ceja.

— De esa gran tragedia, querida– mi hermano me mostró una sonrisa traviesa.

— No sé de que hablas.

— Ah, no– sonrió con complicidad– Pues al parecer el monasterio "Los Calaveras" ha sido destruido hace unas cuantas horas haciendo daño a muchos que servían allí, y sobre todo hiriendo gravemente a Gerard y su hija Kate. Dicen que es como si unas potentes bombas lo hayan hecho estallar, más no se encontró ningún rastro de explosivos.

— Que extraño, ¿verdad?– eleve una ceja sonriendo maliciosamente.

— Muchooo– dijo sarcásticamente.

— No creerás que tengo algo que ver– fingí inocencia para luego mostrar una sonrisa malvada.

Él me miró con complicidad.

— Así tal vez aprendan a no meterse con un Hale– dijo Peter.

— Cierto, hermano– reí con maldad.

DEREK

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DEREK

Unos segundos después de acabar de contar lo que me pasó, antes de que me diera cuenta ya tenía a Liam y a Theo encima de mi. Abrazándome y dándome su apoyo.

Sin embargo a mi chico no le gustó mucho eso.

— Queréis salir de encima de MI NOVIO– gritó Stiles.

Rápidamente mis amigos se levantaron y se sentaron a lis pies de la cama.

— Él es mío– frunció el ceño– Solo yo puedo estar encima de él– dijo sentándose en mis piernas.

Yo le abracé y le di un beso.

— Solo tuyo, mi celosito– susurré en su oído.

Tras eso nosotros, Liam, Theo, Stiles y yo seguimos hablando de cosas normales y corrientes sin ponerle más atención a lo que yo acababa de pasar, pero sin que fuera incómodo, ya que no parecía que trataban de evitar el tema.

Yo me sentí muy contento y a gusto.

Era genial sentir que todo volvía a ser como antes, tener la sensación de que todo volvía a la normalidad.

Después de un largo tiempo, Liam y Theo debían irse, así que a pesar de las quejas de mi castaño los dos los íbamos a acompañar a la puerta.

De camino a la puerta vieron cómo Aaron, el novio de Peter, le abría la puerta a alguien, para acto seguido gritar muy alto:

— ¡¡Peter!! ¡¡Regina!! ¡¡Venid aquí enseguida!!

Ambos hermanos alarmados hicieron lo que se les pidió.

Tras ver el motivo de la llamada de Aaron, la desagradable visita que se encontraba ante ellos, Peter estaba muy sorprendido y temeroso, mientras que Regina se encontraba furiosa.

— ¡Talía!– pronunció Regina llena de odio.

— ¡Talía!– pronunció Regina llena de odio

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Hasta aquí este capítulo. Espero os haya gustado.

MAMÁ, SOY GAYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora