Capítulo 18

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NARRADOR

Stiles y Derek subieron a la habitación.

— Es muy linda, amor– dijo el moreno– Gracias por hacer todo esto por mi, cariño– Derek le dio un beso casto a su novio– Por cierto, ¿y las maletas?

— ¿Maletas?– preguntó confundido el ojimiel.

— Sí, mi amor. Dijiste que nos quedaríamos este fin de semana y supongo que traerías ropa y cosas para estos días, ¿no?

— ¡Mierda!

— ¿No trajiste?– dijo el ojiverde con los ojos muy abiertos.

— Sí, traje, pero me las dejé en el maletero del jeep.

Derek río.

— ¡No te rías!– el castaño frunció el ceño– ¡Además fue culpa tuya!

— ¿Mía?

— Sí. Nada más salir del jeep me atacaste con tus increíbles labios– protestó Stiles.

— Lo dices como si tú no lo hubieses disfrutado– el moreno rodó los ojos y Stiles no dijo nada– Aunque si tanto te ha molestado, tranquilo, no lo volveré a hacer– dijo con maldad y sonriendo perversamente.

El castaño abrió los ojos como platos.

— ¡¿No serías capaz?!– exclamó alarmado.

— Me conoces bien, cariño, y sabes que soy capaz de cualquier cosa.

Entonces Stiles sonrió coquetamente.

— Pero eso no serías capaz. Tú adoras besarme.

— Puede que tengas razón, pero olvidas que soy muy terco, cariño– Stiles entonces frunció el ceño.

— Está bien– aceptó Stiles y le pidió disculpas a su novio– Por favor, Der, bésame.

— Encantado, mi amor.

Entonces ambos se lanzaron a los brazos del otro, sumergiéndose en un profundo y apasionado beso.

Se separaron cuando tuvieron que coger oxígeno.

— Pero bueno, eso no arregla el problema de las maletas– dijo el ojimiel unos minutos después, tras recuperar el aliento y su novio bufó.

— ¿Que te parece si yo voy a recoger las maletas al jeep y mientras tú descansas un rato, amor? Te ves cansado.

— Lo estoy. Conducir desde Beacon Hills hasta Storybrooke me agotó bastante.

— Gracias de nuevo por eso, cariño. Eres el mejor novio del mundo– dijo el moreno dulcemente

— Lo sé.

— Te quiero.

— Lo sé. Quien más podría aguantarte amargado– Stiles rió y Derek frunció el ceño.

Entonces el castaño rodeó con sus brazos el cuello del moreno y dijo:

— Pero eres mi amargado, y te quiero tal y como eres– Derek no pudo evitar dejar de fruncir el ceño y sonreír con felicidad.

Stiles le hacía sentirse inmensamente feliz y querido de verdad.

Un sentimiento que pocas veces a sentido en su vida y el moreno estaba muy agradecido de haber encontrado a Stiles.

El ojimiel se sentía exactamente igual que su algo amargado y serio novio.

Luego el castaño le dio un beso casto en los labios al ojiverde.

MAMÁ, SOY GAYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora