NARRADOR
Stiles y Derek subieron a la habitación.
— Es muy linda, amor– dijo el moreno– Gracias por hacer todo esto por mi, cariño– Derek le dio un beso casto a su novio– Por cierto, ¿y las maletas?
— ¿Maletas?– preguntó confundido el ojimiel.
— Sí, mi amor. Dijiste que nos quedaríamos este fin de semana y supongo que traerías ropa y cosas para estos días, ¿no?
— ¡Mierda!
— ¿No trajiste?– dijo el ojiverde con los ojos muy abiertos.
— Sí, traje, pero me las dejé en el maletero del jeep.
Derek río.
— ¡No te rías!– el castaño frunció el ceño– ¡Además fue culpa tuya!
— ¿Mía?
— Sí. Nada más salir del jeep me atacaste con tus increíbles labios– protestó Stiles.
— Lo dices como si tú no lo hubieses disfrutado– el moreno rodó los ojos y Stiles no dijo nada– Aunque si tanto te ha molestado, tranquilo, no lo volveré a hacer– dijo con maldad y sonriendo perversamente.
El castaño abrió los ojos como platos.
— ¡¿No serías capaz?!– exclamó alarmado.
— Me conoces bien, cariño, y sabes que soy capaz de cualquier cosa.
Entonces Stiles sonrió coquetamente.
— Pero eso no serías capaz. Tú adoras besarme.
— Puede que tengas razón, pero olvidas que soy muy terco, cariño– Stiles entonces frunció el ceño.
— Está bien– aceptó Stiles y le pidió disculpas a su novio– Por favor, Der, bésame.
— Encantado, mi amor.
Entonces ambos se lanzaron a los brazos del otro, sumergiéndose en un profundo y apasionado beso.
Se separaron cuando tuvieron que coger oxígeno.
— Pero bueno, eso no arregla el problema de las maletas– dijo el ojimiel unos minutos después, tras recuperar el aliento y su novio bufó.
— ¿Que te parece si yo voy a recoger las maletas al jeep y mientras tú descansas un rato, amor? Te ves cansado.
— Lo estoy. Conducir desde Beacon Hills hasta Storybrooke me agotó bastante.
— Gracias de nuevo por eso, cariño. Eres el mejor novio del mundo– dijo el moreno dulcemente
— Lo sé.
— Te quiero.
— Lo sé. Quien más podría aguantarte amargado– Stiles rió y Derek frunció el ceño.
Entonces el castaño rodeó con sus brazos el cuello del moreno y dijo:
— Pero eres mi amargado, y te quiero tal y como eres– Derek no pudo evitar dejar de fruncir el ceño y sonreír con felicidad.
Stiles le hacía sentirse inmensamente feliz y querido de verdad.
Un sentimiento que pocas veces a sentido en su vida y el moreno estaba muy agradecido de haber encontrado a Stiles.
El ojimiel se sentía exactamente igual que su algo amargado y serio novio.
Luego el castaño le dio un beso casto en los labios al ojiverde.
ESTÁS LEYENDO
MAMÁ, SOY GAY
RomanceDerek Hale es un chico gay. A él le costó bastante aceptar su sexualidad, ya que su madre es bastante homofóbica. Tras un tiempo lo acepto, pero decidió mantenerlo en secreto por temor a la reacción de los demás. Sin embargo esa decisión cambió d...