Capítulo 25

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DEREK

Me encontraba siendo trasladado de nuevo para que me siguieran infligiendo dolor y sufrimiento, para que me volvieran a torturar de nuevo.

Acababan de traer a Isaac al zulo donde nos tenían encerrados con un montón de golpes y moretones.

No me había dado tiempo ni siquiera a preguntarle cómo se encontraba cuando los matones de Gerard me agarraron y arrastraron hasta esa horrible sala de tortura.

— Llevadle a donde ya sabéis y seguid con la terapia– ordenó ese asqueroso viejo– Yo iré en unos minutos. Tengo un asunto urgente que tratar.

Tras eso él se fue y sus esbirros cumplieron sus ordenes.

Me dolía todo el cuerpo.

Estaba muy adolorido y cansado.

No tenía casi fuerzas.

Tenia marcas de golpes, moretones, heridas, algunas de las cuales aún sangraban.

Apenas nos dejaban descansar entre cada "sesión de terapia" como las llamaban esos monstruos.

Yo lo único que quería era que todo acabara.

Era tanto el sufrimiento al que era sometido que solo deseaba terminar con todo.

Rezaba para que en alguna de esas "sesiones" se pasaran y al fin fuera libre.

Libre de absolutamente todo el dolor que sentía y me provocaban.

En definitiva, aunque me cueste y sea duro admitirlo quería morir.

Me encontraba sin aliento, costándome bastante respirar, apresado en una especie de alambrada siendo golpeado fuertemente cuando Gerard volvió sonriendo macabramente al ver todo lo que sufría.

— Habéis hecho un gran trabajo– dijo a sus matones.

Entonces se acercó a ellos y les susurró algo.

A continuación sus secuaces se marcharon dejándome solo con el cura o eso creía yo.

— Es el momento de que veas a alguien.

Tras decir eso se apartó y pude ver a una mujer rubia de unos cuantos años mayor que yo.

— Esta es mi hija, Kate Argent.

— Ah, sí

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— Ah, sí. La loca psicopata– conseguí pronunciar.

Padre e hija me miraban enfadados y sabía que en unos momentos pagaría ese comentario muy caro.

— Ella es tu futuro amor– dijo con maldad y Kate sonrió de forma macabra.

— Yo ya tengo un amor– dije de forma lenta y pausada costándome respirar y hablar– Es un hermoso chico castaño, ojos color miel y con un pene increíble.

MAMÁ, SOY GAYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora