Capítulo 8

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STILES

Derek y yo nos encontrábamos riendo al recordar aquel momento en que una chica intentó ligar con mi Derbear, cuando el móvil de Derek comenzó a sonar, debido a que alguien le estaba llamando.

— Es mi tía.

— ¡Cógelo, rápido!– dije elevando un poco la voz debido a lo nervioso que estaba.

Él inmediatamente lo hizo y comenzó a hablar con su tía.

Yo iba a levantarme para dejarles intimidad, pero antes de que pudiera hacerlo Derek me agarro la mano y sonriéndome me miro, pidiéndome sin hablar, tan solo con una mirada que me quedara.

Yo le sonreí y le asentí.

Tras eso Derek empezó a hablar con su tía.

Le contó todo lo que había pasado durante los últimos días y le preguntó si podía ayudarle.

Yo me acerqué más a Derek para escuchar bien la respuesta de la mujer.

— ¡Por supuesto que te ayudaré, Derek! No sé cómo pudiste dudarlo– ella soltó una pequeña risa– Pero quiero algo.

— ¿El que?– preguntó Derek deprisa.

— Quiero conocer a tu novio.

Entonces Derek me miro y yo le asentí varias veces mientras sonreía.

— Está bien.

— Estupendo. Yo ya me encuentro en camino de vuelta a Beacon Hills, así que quedamos mañana por la tarde.

— Genial– dije yo con una voz un poco alta.

— Ese es tu novio, ¿verdad?

— Sí.

— Pásamelo un momento.

Entonces Derek me dio su teléfono y yo lo coloqué en mi oreja.

— Hola– dije.

— Hola, querido. Antes de nada quiero disculparme por lo que Talía os ha dicho y por su comportamiento.

— Gracias. Pero no tiene porque disculparse. No es culpa suya.

— Lo sé. Quiero que sepas que yo no soy como ella. Talía es la manzana podrida de la familia Hale. A mi me encantaría conocerte, Stiles.

— ¿Como sabe como me llamo?

— Es broma, ¿verdad? Derek no para de hablar de ti. "Stiles esto", "Stiles hizo eso", "Stiles aquello".

Yo mire a Derek y noté como se estaba sonrojando, lo que me pareció adorable.

— Para mi será un placer conocerla– dije sonriendo.

— Pues entonces nos vemos mañana. Chao, Stiles. Chao, Derek.

— Hasta mañana– dijimos Derek y yo a la vez.

Entonces colgó y yo le devolví el móvil a Derek.

— Así que hablas mucho de mi, ¿eh?– yo reí y Derek que todavía estaba algo rojo suspiró.

NARRADOR

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NARRADOR

Mientras que Derek y Stiles se encontraban hablando por teléfono con la tía del moreno, Talía se encontraba hablando por teléfono con un psicólogo.

— Lo siento, Sra. Hale, pero eso es imposible.

— ¡¡¿Que?!! ¡¡¿Por qué?!!– dijo muy enfadada.

— Sra. Hale, no se puede curar porque la homosexualidad no es una enfermedad– dijo el psicólogo intentando ser educado, aunque lo que quería en realidad era mandar a la mierda a la mujer por tener una mentalidad tan retrógrada.

— Eres un inútil, Deaton– dijo furiosa la mujer antes de colgar.

Tras eso soltó un fuerte grito mientras pagaba su furia rompiendo unas cuantas ventanas y un espejo.

— Conseguiré a alguien que pueda curar a Derek cueste lo que cueste– dijo llena de ira y odio.

Hasta aquí este capítulo

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Hasta aquí este capítulo. Espero que os haya gustado.

MAMÁ, SOY GAYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora