Capítulo 48

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DEREK

Dos meses y medio después

Hoy es martes de la última semana de mayo.

Ahora me encontraba en el centro comercial probándome ropa.

Se acercaba mi graduación, la cual era el 21 de junio, y quería estar perfecto para mi Stiles.

Él había hecho y aguantado tanto por mi que quería hacer que todo fuera absolutamente perfecto para él. Mi castaño se lo merece.

Tengo grabada en la mente la hermosa sonrisa y rubor en las mejillas de mi chico al decirle justo eso.

— ¡Derek, sal ya del probador! ¡Todavía tenemos mucho que mirar y ver cómo te queda!– exclamó mi tía Regina.

Obviamente no podía traer a Stiles para que me ayudara a comprar la ropa para el gran día debido a que quería que fuera una sorpresa, mas necesitaba que alguien me aconsejara y tenía muy claro que no había ninguna persona mejor para eso que Regina Hale Mills.

Cualquiera que haya visto la forma de vestir de mi tía, sobre todo en eventos sabe eso.

Además salir a comprar ropa no solo servía para prepararme para la gran noche de mi graduación y la de mi chico y amigos, y bueno también para la boda de mi tío. También era una gran distracción de que el juicio contra Talía se aproximaba con rapidez.

En concreto era ocho días antes de la fiesta de graduación.

Justo cuando Regina decía: "No tenemos todo el día", yo acabe de abrochar la camisa y pantalón y deslice la cortina del probador.

— ¿Y bien?– pregunté esperando su opinión.

— Date una vuelta– pidió girando su dedo índice en el aire y yo obedecí enseguida– Genial. Estás asombroso, sobri. Se nota que el negro es tu color– me sonrió orgullosa y con dulzura.

— Debe ser cosa de familia– sonreí con cariño.

— A Stiles le encantara. Además se ajusta perfectamente a tu cuerpo.

— ¿Tú crees?– me miré en el espejo– Quiero que todo sea perfecto. Él se lo merece todo– susurré lo último, mas mi tía me escuchó y volvió a sonreír enternecida.

— Pues ya tenemos la camisa y el pantalón que llevarás en tu graduación. Ahora falta los zapatos, una corbata o pajarita y una chaqueta– dijo mirándome detenidamente, analizando que prendas podría quedarme mejor– Y bueno, luego veremos cuál llevarás a la boda de Peter.

Yo asentí y solté un pequeño suspiro.

— ¿Como está él, por cierto?– pregunté cuidadosamente.

— Tan bien como se puede estar en su situación, sobri– contestó soltando un gran resoplido y frunciendo algo el ceño– Va cada día a visitar a Aaron al hospital y casi siempre duerme al lado de su camilla en el hospital. Últimamente sus días son preparar el juicio contra Talía, algunos detalles de la boda y luego ir a junto su chico a hablar con él, comentarle esos detalles y pasar la noche a su lado en el hospital.

Mi rostro al escuchar eso no puedo evitar reflejar tristeza y pena.

Talía una vez más había conseguido provocar dolor, sufrimiento y pesar en nuestra familia, más estaba decidido a que esa sería la última vez que nos hiciera sentir miserables.

— Tranquilo cariño. Aaron se está recuperando excelentemente bien. Pronto, mucho antes de su boda estará fuera de ese horrible hospital– me sonrió intentando contagiarme su esperanza– Melissa nos dijo hace unos días que para el día antes de vuestra graduación, Aaron tendrá el alta, podrá salir del hospital y volver a disfrutar de la vida.

Sus palabras me hicieron sentir algo mejor.

— ¡Eso es fantástico!– exclamé sonriendo tímidamente con una pizca de esperanza.

— Así es. Pronto acabará por fin todo esto– sonrió Regina perversamente.

Ambos sabíamos que se estaba refiriendo no solo a la situación de mi futuro tío, también a todas las maldades y malos deseos de Talía.

En tan solo unos días nos aseguraríamos de vencer a ese ser miserable para siempre.

— Pero ahora vas a volver a entrar al probador, ponerte tu ropa de nuevo, mientras yo pago esto, que aún tenemos mucho que mirar y queda cada vez menos tiempo– yo asentí y la obedecí enseguida.

Hasta aquí este capítulo

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Hasta aquí este capítulo. Espero os haya gustado.

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