Capítulo 10

48 5 5
                                    

STILES

— ¿Que habéis dicho de Talía?– dijo Derek con el ceño fruncido.

— ¿Nos has escuchado?– preguntó un poco alarmado de que Derek hubiese oído toda la conversación que tuvimos sobre su madre.

— ¿Estabas escuchando lo que hablábamos?– preguntó Regina frunciendo el ceño al igual que Derek.

Hace tiempo que sé que lo de fruncir el ceño era cosa de familia.

— No. No os estaba escuchando, pero acabo de entrar y no pude evitar escucharos decir algo sobre Talía– explicó Derek– Y quería saber que decíais de ese bicho inmundo.

Regina se vio más aliviada al saber eso.

Tras ver esa reacción era bastante obvio que ella no quería que Derek supiera lo que seguramente le hizo su madre a su padre.

— Yo le estaba contando a tu tía que el otro día fui a hablar con ella para hacerle ver que ser homosexual no es nada malo y que las cosas no fueron muy bien que digamos– dije para cubrir a Regina.

Aunque decidí que más tarde tendría una conversación con Regina, ya que Derek merece saber la verdad. Además de que no me gusta mentir a mi novio.

Derek soltó una pequeña risa.

— Me encanto lo que hiciste, Sti. Fue muy bonito.

— Él aún estaba empezando a contármelo– dijo Regina y entonces les conté todo lo sucedido.

Tras acabar de contárselo Regina soltó una gran risa.

— Bien hecho, Stiles– dijo la mujer después de reírse, entonces miro a Derek– Me gusta este chico para ti, Der.

Derek mostró una gran sonrisa.

— A mi también– dijo mi moreno mirándome y sonriendo, yo me sonrojé un poco– Pero hay unos asuntos de los que quería hablar contigo, Regina.

— Claro. Dime.

— Me preguntaba si podría quedarme contigo, ya que debido a lo que paso con Talía me tuve que ir de allí y no me gusta tener que molestar a los padres de Stiles...

Yo le interrumpí.

— Tú no molestas, Der.

— Y por supuesto que puedes quedarte aquí. La duda ofende.

— ¡Genial! ¡¡Gracias!!

— ¡No hay porque darlas!– contestó la mujer sonriendo.

— Hay otro favor que quería pedirte.

Regina elevó una ceja y dijo:

— ¿El que?

— Si podrías ayudarme a encontrar trabajo en algún bar.

Regina le miró sorprendida, pero después su rostro cambió a extrañada y algo confusa.

— Claro que puedo ayudarte, pero ¿por que buscas un trabajo?

— Pues obviamente para pagar la universidad, ya que dudo muchísimo que Talía me ayude, y lo que tengo ahorrado no es suficiente para todo lo que me costará la universidad.

— Entiendo.

Entonces el gesto de su rostro cambió.

Parecía como el gesto que pones cuando recuerdas algo que has olvidado.

— ¿Y que hay de la herencia de tu padre?

— ¡¿Que?! ¡¿Que herencia?!– dijo muy sorprendido Derek.

MAMÁ, SOY GAYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora