Sentada en la parte trasera del BMW negro, insistía en tirar de la falda del vestido, hasta que Tom le tomo la mano y le beso la punta de los dedos, mientras le rogaba con la mirada que dejara de preocuparse. La persona que los acompañaba los miro sin hacer ningún comentario.
—Ese hombre es tu abuelo—le dijo Tom—No hay razón para estar nerviosa, además querida, yo estaré allí, para cuidarte.
Samantha le miro como diciendo “vete al infierno” y alejo la mano. No estaba nerviosa porque iba a conocer a un anciano que podía resultar se su pariente. Su nerviosismo se debía a que aun se preguntaba, que iba, hacer en cuanto se marchara de Nueva York, en cuanto se alejara de Tom. Esa mañana, Tom que aun seguía medio drogado, le había preguntado si ya había preparado las maletas y hecho la reservación de su vuelo. Era su turno de mentir y decirle que si, ¿Pero qué reservaciones? Se pregunto, no le quedaba nadie en Berlín, y tampoco nada en Santa Fe. Quizás regresaría a Alemania y se mudaría de ciudad, Hamburgo podía ser una buena opción. O quizás viajaría un poco por el mundo, además de la computación, los idiomas se le daban de maravilla, lo único que sabía era que por fin seria libre y haría lo que quisiera. Pero la idea de viajar sola, no la entusiasmaba tanto. Sentada en el asiento de cuero del coche, se preguntaba que haría con su vida después de esa reunión. Después de que Tom, obtuviera de ella, lo que deseaba, no habría razón para permanecer en Nueva York, ninguna razón.
Cruzaron el campo en el automóvil negro, que el gánster de Tom, les había enviado para recogerlos. Esa mañana, ellos no habían hablado mucho, cuando él entro en la cocina y la vio, comenzó a contarle una historia sobre el corte de su cabeza, que Samantha, considero demasiado elaborada.
—Si lo que vas a decirme es una mentira, prefiero no oír— le dijo. Vio que se esforzaba por hilar las palabras, pero por fin no siguió hablando de su herida. En lugar de ello, le pregunto que si sabia preparar café, a lo que Samantha le respondió que no, y que no tenia deseos de aprender, se dio la vuelta y salió de la cocina, dirigiéndose al jardín, donde se paso el resto de la mañana con el libro de bolsillo, que había comprado cuando recién llego a Nueva York.
Después de un almuerzo encargado a un negocio cerca de la casa, que se negó a compartir con Tom, se vistió para la reunión con Barret, a la una y media, hubo una llamada, Tom le dijo que el coche llegaría puntual.
— ¿Por qué estas enojada conmigo? — pregunto curioso, tenia los vagos recuerdos de la noche anterior, de Samantha acariciándolo como si fuera de cristal y ahora no entendía esa reacción.
—Me espiaste, y mentiste sobre lo que te paso en la cabeza, creo que esa es razón suficiente para estar molesta.
Él no estaba arrepentido de lo que había hecho. En lugar de ello, le dijo con presunción Hay cosas que no debes saber— ganándose una mirada llena de rabia de Samantha, a la cual respondió lanzándole un beso, estaba decida a no dirigirle de nuevo la palabra, cuando el automóvil llego. Tom le tomo la mano y comenzó a colocarle un anillo. Instintivamente, ella intento alejarlo — si eres mi novia, necesitaras un anillo. ¿Este te servirá? — Tom tenía un anillo en la mano, con un gran diamante amarillo. Supo sin que se lo dijera que eso era lo que se llamaba un diamante canario.
— ¿Es verdadero? — le pregunto casi sin aliento.
—Pertenecía a mi abuela y hasta donde yo sé es verdadero.
Lo observo cuando Tom, trataba de colocárselo en el dedo, pero se trabo. Cuando sonó el timbre, ella comenzó alejarse de él, pero un movimiento rápido metió en su boca el dedo, anular. Samantha abrió grande los ojos, ya que nunca había experimentado, nada tan sensual como su dedo, en la boca tibia de él. Observo los labios de Tom, esos labios que la fascinaban, Tom rozo la punta de su dedo, con su lengua y luego lo paso por su pirsin, antes de sacarlo todo, mojado de su boca y después deslizar fácilmente el anillo.
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Sweet Delusions
FanficSam acaba de quedar huérfana y para recibir la herencia de su padre, tiene que viajar a Nueva York, para encontrar a su abuela, en el camino conoce a Tom Kaulitz un chico solitario, que la ayudara a encontrar a su abuela. AVISO: ESTA HISTORIA ESTA...