Sweet Delusions

Capitulo cuarenta y cuatro

A la mañana siguiente Tom regreso a la habitación de Maxie en la clínica.  Pasó la noche en la clínica, después de llevar a Samantha a ver a su abuela la noche anterior, le dijo a Maxie que tenía que decirle la verdad a su nieta. Tom  le dijo que la vida era corta y que ambas debían dejar de fingir que no se conocían. Estaba enojado y quizás dijo cosas que no debía, pero Sam necesitaba a su abuela mientras esta estuviera... y Maxie necesitaba a Sam.

Después de eso las dejo solas y ellas pasaron la mayor parte de la noche conversando, mientras Tom paso el resto de la noche sobre un sillón duro, en lo que sínicamente solía ser llamado la sala de espera. Tom no sabía que habían estado hablando, durante tantas horas, pero cada vez que fue a verlas ellas estaban conversando.

— ¿Cómo esta ella? — pregunto Tom cuando entro y vio a Samantha en los brazos de Maxie. Miro sonriendo a Sam que estaba durmiendo de la forma que uno duerme después de haber sufrido un gran trauma emocional, con la boca un poco  abierta, la respiración un poco entre cortada y los miembros flojos como una niña. —Permíteme levantarla, es pesada y su brazo ya debe estar dormido—dijo Tom a Maxie y durante un segundo, ella lo miro con tanta ferocidad, que lo hizo retroceder, cuando se recobro le sonrió.

—Creo que no es tan pesada, después de todo.

Maxie le sonrió

—No, creo que no es tan  pesada. Ojala hubiera podido alzarla cuando era una niña, ojala hubiera estado allí después de...

— ¿Después de la muerte de su madre?

Maxie desvió la mirada, pues sabía que ella era la culpable de la muerte de Allison, ya que si ella no se hubiera marchado, la familia Knight no hubiera estado relacionad con Doc y Media Mano.

—El médico le dio  un tranquilizante para que pudiera dormir— le comento Maxie— El no quería, pero los demás residentes lo obligaron— lo miro con amor y gratitud— creo que después de lo que has hecho, con este lugar al traer todos esos libros y juegos y sin mencionar lo hiciste por mi habitación, creo que ellos harían cualquier cosa por ti. Para ellos eres una combinación entre santo y superman.

—No dejes que Sammy te confunda. Nada de eso fue idea mía. Hasta que la conocí, llevaba la vida de soltero, me pasaba los días pensando cómo podía sumar más dinero a la gran cantidad que ya tengo y las noches con una chica tras otra... ninguna de las cuales me importaba.

Maxie acaricio el rostro de Sam y le apoyo la mano en la mejilla. Ese día Maxie parecía mas avejentada que cuando la había conocido, al parecer lo que Sam le había dicho sobre el asesinato de Allison había producido ese efecto en ella.

— ¿Y ahora ves tu vida diferente?

Tom se acerco a la cama, para acariciarle la frente a Sam

—Ahora mi vida es muy diferente, ahora siento como si... esto es cursi —se sonrojo

—Me gusta lo cursi, especialmente si se trata de mi nieta— le respondió Maxie con los ojos brillantes.

—Ahora siento como si mi vida tuviera un propósito. ¿Tiene sentido decir que creo que yo estaba esperando a Sam? ¿Y sabe algo? Creo que su padre sabía que yo la estaba esperando.

—David— dijo Maxie— mi hermoso hijo—durante un momento, ella miro hacia otro lado con su mirada empapada, mientras pensaba en todo lo que había perdido, la vida de su nieta, la muerte de su hijo, si en 1975 ella hubiera estado allí la hubieran matado a ella y no a la madre de su nieta.

Tom le tomo la mano a Maxie que tenia apoyada en el hombro de Sam.

—Dave no quería que conociera a su hija. En aquel momento pensé que era extraño que deseara que me fuera antes de que ella llegara, especialmente porque había querido que durmiera en la habitación de su hija durante mi estancia en Berlín. — Tom se detuvo por un momento, porque comprendió que pasaba en esa habitación , comprendió que para Dave el tiempo se había detenido aquella mañana fría de febrero  cuando su esposa había sido brutalmente asesinada y en consecuencia el tiempo se había detenido para su alegre hija.