Angel estaba descansando en su cuarto después de todo el show que había ocurrido en la noche estaba exhausto y no solo por el baile, cansado emocional y mentalmente... Que jodido estaba por tener que aguantar a Valentino, soportarlo todos los días maldiciendo el momento en que el hizo el contrato con él, tener que soportar humillaciones, agresiones contra su persona, ser usado como un objeto sin parar desde que estuvo en la tierra y ahora donde esta... ¿Aunque como quejarse? Era el infierno donde debía de pagar por los pecados que ha cometido en vida...
Como odiaba como amaba su tortura, podía hacer lo que se le viniera en gana sin importar que, sin llegarle a importar del todo su vida ahora en el infierno, poder consumir grandes cantidades de droga sin tener que llegar al peligroso limite que lo podría matar si fuera un humano... ¿Pero si quiera eso se le puede llamar paraíso? Por más que se drogara, por más excesos que tuviera en su nueva vida, jamás podría llenar ese hueco faltante, jamás podría sentirse mejor, sino lo contrario, sentirse miserable con cada día que pasa. Sentirse como la peor basura por mucho que intente burlarse, reírse a carcajadas de sus desgracias. Solo se hundía más.
Como sea, ahora lo único que le queda es seguir hasta que el bendito trato termine, necesita de ahí sacar el dinero que consigue para sus drogas, también las cosas que suele usar de manera cotidiana, maquillaje, ropa, un sin fin de cosas que hacer, comprar y conseguir...
Angel estuvo un rato en su cuarto, descansando, aunque sea su cuerpo, no podía evitar en pensar muchas cosas, todo lo que sentía hasta que comenzó a sentir un peso encima suyo que lo hizo despertar de todos sus pensamientos y despejar por un momento lo que sentía y enfocarse en la pequeña bolita de carne que se había quedado sobre él, sobre su pecho y comenzando a hacer ruiditos.
— Fat Nuggets, ¿qué haces aquí? ¿Qué pasa bebé? — El pequeño cerdito solo se detenía hacer ruiditos hasta que se bajó del pecho de Angel y se fue directamente al tocador donde encima de este se encontraba el collar del cerdito junto muchas cosas más que había — ¡Oh! Entonces es eso pequeño cerdito travieso, bueno, te había prometido que íbamos a salir de paseo, así que arreglare el desastre que tengo ahora y salimos bebé — Le dijo Angel al cerdito mientras se agachaba para cargarlo y darle un pequeño beso en su cabeza. Lo dejo en el suelo y cambiando su estado de ánimo, comenzó a recoger las cosas que usaría al darse un baño, la ropa, el maquillaje y lo de Fat Nuggets.
Alastor se encontraba en su casa bebiendo un poco de sangre como si fuera vino, degustando el sabor metálico que atravesaba su garganta mientras con su otra mano creaba una pequeña esfera negra donde se estaban viendo reflejados los recuerdos que había recuperado gracias a Lucifer.
Alastor solo se la pasaba analizando cada recuerdo que poseía, notaba que cada recuerdo conllevaba un sentimiento altamente fuerte, cada que uno nuevo se presentaba ,hacía en el pelirrojo sentir el peso de este en su pecho, lo abrumaba a decir verdad, no sabía reaccionar del todo a lo que sentía, por un lado conocía el sentimiento, se sentía familiarizado con el, pero por otro se sentía ajeno a ello, llevaba años viviendo en el infierno y nunca llego a desarrollar todo lo que comenzaba a sentir de nuevo, muchos años después de haber muerto...
Se sentía tan extraño pero le gustaba y dolía al mismo tiempo, pensar que en vida realmente hubo una persona quien lo amo aparte de su madre, necesitaba saber que paso de ese hermoso chico rubio, con una hermosa sonrisa, delgado pero con cierta pequeña apariencia afeminada, ese chico que le llego a repetir muchas veces que lo amaba especialmente esas hermosas noches donde ambos se entregaban mutuamente era claro que tenían una tensión sexual alta, cosa que sorprendió a Alastor por que él nunca se había sentido sexualmente atraído por alguien más o al menos eso era antes de recuperar sus recuerdos...
Necesitaba encontrar a ese chico, por sus recuerdos la vida de él no fue de una santa paloma blanca, por lo que él debía de estar ahí en el infierno con él, el chico por lo que vio hasta lo ayudo con sus asesinatos, seria realmente raro que se quedara en cielo siendo que hizo eso, ahora bien también está el que se encuentre en el purgatorio, pero también se podría poner en duda ya que esa zona normalmente esta creada para las almas que han cometido algún delito leve, además de los que no fueron bautizados, es transitorio.
La opción más viable a eso es que sea en el propio infierno, donde este podría estar, posiblemente podría reconocerlo si observa los demás demonios, alguno que concuerde con las características del chico, pero cada persona, en el infierno toma la apariencia acorde a sus pecados... Entonces, sería un trabajo muy complicado de realizar. Comenzaría observando los demonios hombres dentro de su círculo y los que conoce, le podría tomar un tiempo largo el hacerlo tomando en cuenta que hay millones, ¿Quizá hasta podría haberlo matado antes? Es una opción, pero antes de precipitarse será mejor que revise a los que conoce, tal vez y este más cerca de lo que cree...
Alastor había dejado de lado por un momento sus recuerdos, era demasiado para el en ese momento, así que decidió por salir un momento a caminar para tratar de pensar en que hacer para encontrar ese lindo chico de sus recuerdos, necesitaba tenerlo a su lado de nuevo. No permitiría que nadie más que él lo tenga, es suyo, desde el primer momento que sus vidas se unieron y ahora que están en el infierno, nuevamente lo seria.
Después de estar vagando mucho en sus pensamientos e ir haciendo las cosas casi en modo automático salió de su hogar para dirigirse a un parque, caminar un poco por las calles del pentagrama, sin esperarse que se encontrase con la persona que no se había imaginado en ningún momento ver primero. Esa arañita sería el primer personaje que observaría, quizá a la primera y sin tener que buscar en alguien más encuentre lo que busca.
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When it comes to you, the rest doesn't matter.
FanfictionLas actualizaciones serán esporádicas, cada cuando pueda, lamentablemente no me encuentro en una situación donde pueda actualizar seguido. ¿Has escuchado alguna vez que las almas han sido partidas a la mitad y por lo tanto buscan su otra mitad? En...