When it comes to you, the rest doesn't matter.

Capitulo 28: Molly

— ¿Qué vamos hacer si Angel esta en problemas? — Pregunto preocupada la princesa Charlie.

— Nada. Por el momento nada preciosa, primero seria que se las arregle Angel, el suele meter la pata cada rato, y bueno, sigue aquí. Solo hay que esperar a que Alastor no lo mate, tal parece es que esta metido en todo esto — Dijo con un suspiro Vaggie mientras ponía un par de dedos en su sien irritada y levemente estresada por lo que pasaba.

— Tienes razón Vaggs, pero creo que seria mejor si le preguntamos a Angel, ¿No? —

— Podrías intentar cielo, pero no creo que te responda, a duras penas nos dice cuando esta mal —

La princesa Charlie simplemente sonrío, aun seguía preocupada sobre ello pero no tenia que otra que esperar a poder hablar con el peliblanco, pues estaba preocupada por que el chico pudiera realmente ahora si ya no regresar nuevamente al hotel, le tenia mucho cariño y aprecio.

— Bueno, ¿Qué era lo que querías hablar conmigo Al? — Pregunto Molly tomando asiento en la cama de Angel, pues ambos pecadores se encontraban en su habitación.

— Bueno querida, creo que no me he presentado adecuadamente — Dijo Alastor, para inmediatamente cambiar su apariencia a su forma humana, tenia confianza en la chica, por lo que no le causaba algún problema que ella viera su forma además que hacia las cosas mas fácilmente de explicar y no tener que hacer mas larga la explicación — Soy Alastor Howard Brown en un placer volver a verla señorita Molly Elizabeth Bella D'angelo — Dijo el pelirrojo haciendo una pequeña reverencia y tomar una de las manos de la chica dándole un beso para después alejarse un poco y mirarla directamente con una sonrisa. Esa sonrisa que Molly conocía.

— ¿A-Alastor? — Pregunto sorprendida la chica, comenzando a caminar al rededor del demonio observándolo fijamente, no podía con la sorpresa, conocía a esa persona que tenia enfrente, lo sabia y trataba de recordar su vida pasada para saber de donde, así que solo se detuvo y se quedo sentada en enfrente del tocador de su hermano, necesitaba un momento y Alastor se lo estaba otorgando, aun manteniendo su forma humana tomo asiento en la cama enfrente de la chica haciendo aparecer un poco de café negro que estaba bebiendo mientras esperaba sin problema algún a que la chica pudiera procesar todo lo que esta pasando.

Molly no podía creerlo todavía, comenzaba a recordar al ciervo. Era el chico que hizo feliz a su hermano gemelo y por quien sufrió cuando este desapareció, la radiante sonrisa que Angel tenia en su cara siempre se trataba cuando estaba con Alastor o lo recordaba, era su fuente de felicidad y su medio de escape de la terrible vida que habían tenido. Sentí su corazón latir con fuerza, emocionada por volver a ver a ese castaño que traía mal a Anthony, solo para estrecharlo en brazos y poder sentir que su gemelo podría volver a dar esas hermosas sonrisas que tenia, esas sonrisas que solo se mostraban cuando podía ser el mismo y que muy pocas veces pudo ver cuando vivían en la mansión con Heroin.

Pasaron al rededor de unos 15 minutos en las que la chica se encontraba demasiado pensativa y Alastor solo se paseaba por la habitación de su amado, explorando todo, viendo cajones, el ropero incluso acomodo un poco el lugar. Normalmente no hacia eso cuando no estaba en su propio hogar, pero tratándose de la habitación de Angel se lo permitió.

— Alastor — Llamo por fin la chica, que ahora lo miraba de una manera fija y sería — ¿Mí hermano sabe que estas aquí? o bien ¿Sabe que eres tú? — Pregunto primero, pues durante el tiempo que tomo para estar pensando en las cosas pudo concentrarse en sus memorias y supo perfectamente que el castaño que tenia enfrente era la pareja que tuvo en vida su adorado hermano, ese chico era demasiado importante para su hermano e incluso llego a sufrir durante la ausencia de este en sus últimos años de vida, ver como su pobre hermano quedaba sin vida sin él.