Capitulo 49: ¿Qué haremos con ese par?

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— Alastor... ¿Qué carajos es esto?—Pregunto incomodo y ligeramente atemorizado, desconfiado completamente viendo al par de pecadores frente a él— ¡¿Cómo mierdas esto es un regalo, Alastor?!—

—No te preocupes querido, son dóciles y lo mejor... ¡Están a tu disposición! ¡Son tuyos!, ahí esta el trato— Dijo Alastor emocionado, acercándose, pero primero señalándole al par de pecadores con su báculo que se arrodillaran en el suelo, cosa que aun dejaba desconcertado al peliblanco al ver la total obediencia y silencio de estos. Frente a Angel apareció el trato que tenia la firma de los dos pecadores y de Alastor, dejando un hueco para la suya —Solo falta tu firma y serán por completo tuyos cielo, sin trucos, esta todo ahí— Dijo sonriente de manera tranquila, entrecerrando los ojos y observando con calma al arácnido, quien leía todo el contenido.

—Pero que mierda...—Dijo Angel en voz baja, mientras pasaba una de sus manos por su frente y cabello, tratando de procesar todo—Al ¿Estas seguro de que no hay ningún truco? Conozco los tipos de tratos de Vox y Valentino, y mientras mas provecho puedan sacar de esto mejor... Y... Aquí no hay nada de eso, al contrario, tu y yo salimos bastante beneficiados... No entiendo—Dijo, levantando su mirada hacia la de Alastor, quien veía fijamente a los dos pecadores, y después desviar su mirada a Angel.

—No hay que entender nada dulzura... Simplemente me encargue de ellos, ellos ahora nos sirven a nosotros— Explico tomando con suavidad el rostro de Anthony, moviéndose en una sombra, apareció detrás del peliblanco, pasando uno de sus manos por su majilla y otra tocando el vientre hinchado de su pareja—Ahora puedes hacerles lo que desees, pagarles todo lo que te hicieron, todo el daño que sufriste y mas, no serán capaz en tocarte, golpearte o hacerle algo a uno de nuestros cachorros... Puedes incluso matarlos, aunque eso no seria tan divertido de hacer ahora mismo... Solo mira—Dijo el ciervo, haciendo que la mirada de Angel se desviara hacia ambos pecadores, quienes solo veían el suelo de forma fija, con ligeros temblores en sus cuerpos, tenían partes de sus cuerpos inflamadas, mordidas (claramente diferentes a las que le hace Alastor en el cuerpo de Angel, eran mordidas pequeñas y con evidencia de hacerlo de forma muy violenta) arañazos, moretones, podría jurar que entre esa ropa horrenda hay sangre seca— Te convertirás en el dueño de todo lo que ellos poseían y obtendrás mas poder del que tuviste antes cielo... Piénsalo, serias incluso un Overlord—El tono de voz de Alastor era suave, ligeramente seductiva, evidentemente estaba persuadiendo a Angel para que firme sin rechistar, no es que quiera manipularlo, pero deseaba que firmara y tomara lo que alguna vez le quitaron.

—Deja lo pienso Al, no es tan simple... Jamás pensé que algo así podría pasar, ni siquiera en mis mas locos sueños, solo deseaba deshacerme de ellos, no que... Pasara algo así— Dijo Angel, sabia que el ciervo trataba de persuadirlo, no es como que no lo conociera, pero pese a que la idea realmente resultaba interesante nunca se le había ocurrido en algún momento, solo llegaba a imaginarse el no tener que lidiar con ellos nunca más—No se, ni siquiera se que pensar...—Dijo en un suspiro, dejando una de sus manos en su frente.

—Entiendo querido—Dijo el ciervo, caminando a un lado de él, volteo hacia Vox y Valentino—Ustedes dos, levántense y acérquense—Ambos pecadores, se levantaron de inmediato y quedando a solo unos tres pasos a distancia, frente a ambos demonios, prestaban atención— Él es Angel Dust, y todo lo que diga, ustedes lo harán, si dice: Mueran, ustedes se mataran, si dice; que asesinen a otro pecador o demonios, ustedes lo hacen ¿Entendido? Si no obedecen, yo me encargare personalmente de ustedes—Explico de forma dura el ciervo, recibiendo un suave "si señor" de parte de ellos, Angel estaba anonadado por todo, le costaba creer que los narcisistas, locos y raros, como egocéntricos Vox y Valentino, se volvieran completamente sumisos, débiles, acatando cada una de sus ordenes... Le recordaban a él... Eso lo hacia sentir... Bien, satisfecho, superior a ellos... Pero ¿Estaba bien? ¿Era correcto sentir eso? Los odiaba, claro que lo hacia, quería vengarse de ellos ¿Realmente lo deseaba hacer? Si, si lo deseaba ahora que la oportunidad estaba de bandeja de plata, estaba Velvet todavía, la apreciaba bastante y no sabia como tomaría la de las coletas el ver a sus dos amigos de esa forma.

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