📍 Kim Sunoo es de esos chicos populares con una personalidad brillante. Lugar que pisa, lugar que se llena de su risa acogedora. Quienes lo conocen lo llaman la luz radiante que ilumina en la oscuridad.
Park Sunghoon es todo lo contrario. Un juga...
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Jake suspiró. Una, dos, tres veces.
Y se dejó caer sobre su cama, repasando mentalmente la escena que presenció hace media hora atrás y que no quiere salir de su cabeza por más que lo intente. No estaba seguro de si había malinterpretado la escena, de si el ángulo desde donde estaba parado confundía la perspectiva, o peor aún, si todo había sido parte de su imaginación confusa. Aunque esto último, le parecía una opción ridícula. No obstante, las primeras dos posibilidades tampoco le convencían en absoluto, y Jake se está carcomiendo la mente como un loco para ese entonces. Entre confundido y pensativo. Pero, sobre todo, encantado con el asunto.
Interesante.
Porque, aunque los puntos todavía no cuadraban en su cabeza, la situación debía explicarse para no malinterpretarse. Y Jake sabía que la explicación no salvaría mucho la situación. ¿Cómo explicarían Sunghoon y Sunoo eso que había visto? Cuando tomabas de las mejillas a una persona, se debía a una sola razón insistente en su cabeza... Y eso implicaba intimidad y cercanía entre las dos personas. O por lo menos eso era la que pensaba un ansioso Jake.
Porque, bien, él estaba imaginando muchas cosas y no le ayudaban para nada la línea de los acontecimientos.
Y nadie puede juzgarlo. Conoce a Sunghoon desde hace tanto tiempo que conoce cada una de sus expresiones y puede leer sus sentimientos con solo una mirada. Para Jake, no era ayuda el que Sunghoon dijese que tenía algo más importante que hacer que festejar con el equipo, y ese algo era Sunoo, lo vio con claridad. Todavía aun, le costaba creerlo o asimilarlo. Jake suspiró una vez más y estuvo decido cuando tomó su teléfono y se dirigió al chat que tenía con Sunghoon, una mueca indecisa en su rostro cuando sus dedos teclearon el primer mensaje.
[Chat con Hoonie]
Heyy
¿Llegaste bien a casa?
La pasamos bien con los chicos.
¿Por qué no viniste?
¿Hay algo que quieras decirme?
No lo sé, cualquier cosa...
9:12 p.m.
La respuesta de Sunghoon llegó más rápida de lo que esperó.
