Capítulo 27:
"Es divertido contigo"Cuando tenía doce años, Sunoo todavía pensaba que era muy joven para imaginar que su vida terminaría como la estaba comenzando a vivir. Todavía, con una mente joven e inexperta, creía que ser molestado en el colegio y vivir atormentado la mayoría del tiempo, no era razón para desanimarse y pensar que todo terminaría allí; sin esperanzas o una manera de salir adelante.
La mente de un niño joven y que comenzaba a vivir, no tenía por qué mantener tantas cosas negativas en su cabeza. A esa temprana edad, dónde sólo importaban cosas como hacer amigos, ir al colegio, disfrutar de las tardes jugando, tener metas, pensar que lograrás todos tus sueños... Una mente inocente no tiene que pasar por situaciones que destruyan su ilusión, que le hagan saber que la vida no es tan fácil como imaginan. Porque una vez que sucede, ya no había vuelta atrás. Se borraría todo rastro puro, toda ilusión, todas las metas. Quedaría una mente perturbada, un corazón lastimado, los sueños rotos. Y todo por un descuido tan complicado como lo es el de la estabilidad emocional frágil de los niños. A menudo, la importancia que se le da al bienestar de la mentalidad psicológica en los niños en los hogares es poca. Muchas veces se ignora, y otras veces ni siquiera se toma en cuenta. Una simple palabra, un sólo gesto o incluso la propia ignorancia en sí; convierten a un niño en víctima. Esa misma víctima que crece pensando que no tiene a más nadie que a sí mismo y en casos más extremos, que no cuenta con absolutamente nadie en su vida, incluso sin él mismo. Moldeando su personalidad en consecuencia a desordenes en su vida que no tuvieron cuidado en atender.
Sunoo, de hecho, es esa víctima.
Asiduamente, cuando regresaba a casa después del colegio, se quedaba frente a la puerta cerrada, mirando por uno segundos. Recto, con los puños apretados y los ojos nerviosos. Siempre buscando qué decir y sin saber qué esperar. Su Nana Minah entonces abriría la puerta cuando pasaba más tiempo del que se suponía debía llegar. Lo miraría, preocupada y apurada, revisando desde su cabello hasta sus piernas, murmurando lo nerviosa que estaba al no verlo llegar a la hora que debía. Sunoo entonces diría que regresó más tarde porque estaba hablando con sus amigos, luego apretaría los labios y no diría nada más. Todo como una mentira bien disfrazada, que nadie pensaba dudar porque era bien hecha y mostrada. Al pasar por la sala principal, miraría a su madre, para darse cuenta que ella estaba lo suficiente ocupado reunida con algunas amigas para poder verlo llegar y recibirlo. Subiría a su habitación, iría al baño, se desharía de su uniforme y observaría en el espejo algunos hematomas alrededor de su cuerpo, leves, pero presentes. Una de color morado en su brazo y otra rojiza por sobre sus costillas.
Se comenzaría a mirar por un tiempo indefinido. Desde su cabello hasta sus pies. A sus doce años, comienza a preguntarse qué ha hecho mal, cómo puede arreglarlo, si hay manera de seguir viviendo cuando lo único que desea hacer es desaparecer por completo. Está tan solo, eso lo hace una víctima, aunque Sunoo no entiende que lo es. Se refugia en sí mismo, nadie lo sabe excepto él. Un niño que deja de ser niño. Una porcelana rota que intenta recoger los trozos y pegarlos para volver a ser hermosa. Cuando sale del baño, la luz brillante del día pasó a ser una oscura noche fría. Sunoo se metería en sus sábanas, hundiría la cabeza en su almohada y cerraría los ojos. Sabiendo que el día de mañana no será mejor que su hoy, pero se engaña pensando que mañana tendrá las fuerzas que hoy no tuvo, y que podrá escapar finalmente.
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COOL KIDS!
Fanfiction📍 Kim Sunoo es de esos chicos populares con una personalidad brillante. Lugar que pisa, lugar que se llena de su risa acogedora. Quienes lo conocen lo llaman la luz radiante que ilumina en la oscuridad. Park Sunghoon es todo lo contrario. Un juga...