Capítulo 33

3.6K 372 414
                                    


Capítulo 33:
Sinfonía de amor

Capítulo 33:“Sinfonía de amor”

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.




Hay un frío envolvente en la habitación desde hace un rato. Pero no es el clima, es el aire acondicionado. Por lo general, a Sunoo no le gustaba el frío, pero era una excepción si estaba en su cama, con la cabeza apoyada en su suave almohada, con sus mantas arropando todo su cuerpo. Sí... a Sunoo le pueda gustar el frío si es de esta manera. Excepto que ésta no es su habitación, no son sus mantas y tampoco es su cama. Por esa razón abre los ojos con lentitud, inspeccionando alrededor con cierta cautela. Todo está en un sospechoso silencio, como si en realidad estuviera en su propia habitación bajo seguro. Las cortinas están cerradas y está oscuro, pero todavía en algunos espacios la luz se hace paso, indicando que era el comienzo de un nuevo día.

Sunoo pensó que despertar significaría perder detalles y descubrir la verdadera realidad. Sin embargo, lo recuerda todo. Desde un principio hasta que sus ojos se cerraron, con los detalles más específicos rondando por su mente. Lo invade la timidez a causa de las imágenes que van y vienen de la noche de ayer y Sunoo se remueve, se sacude y patalea con vergüenza. Decide levantarse, mirando de un lado a otro como si de la nada alguien pudiera aparecer desde la oscuridad. Lo cierto es que ese alguien muy bien podría ser Sunghoon, que tiene cierta tendencia a presenciar los momentos más bochornosos de Sunoo. Por suerte está despejado y se dirige al baño, estirando su cuerpo a su paso. Lava su rostro y cepilla sus dientes con un cepillo nuevo que supone Sunghoon ha dejado para él. Todo, mientras sigue pensando y recordando los hechos. Y no es que esté incómodo con todo el asunto, pero en definitiva está algo intrigado con ello.

Todo el día de ayer parece un momento irreal, algo que se ha imaginado en un sueño largo y profundo. Es algo complejo para Sunoo intentar asimilar que es una realidad que no cambiará. Pero dentro de todo, sabe que está feliz y sinceramente; es lo único importante ahora.

Por alguna razón, está nervioso cuando decide salir de la habitación. Puede deberse al hecho de que posiblemente la familia de Sunghoon esté abajo, y saben que Sunoo está aquí arriba y pasó la noche, los dos en una misma cama. No en una colcha en el suelo, no mantas extras. Una misma cama para los dos. Y es que aunque ellos no serían capaces de saber el trasfondo, Sunoo tenía cierto temor de que su propia mirada lo traicionara. De solo imaginarlo, le entraban ganas de vomitar. Porque eran tantos sentimientos ligados, que su mente y corazón están aturdidos. Sunoo abre la puerta y se asoma primero, encontrando nada más que un pasillo solo y silencioso. Puertas blancas, cuadros en las paredes, suelo de madera, y un jarrón  en la esquina derecha antes de llegar a las escaleras. Sunoo conoce muy bien lo que está viendo. Aunque no entiende por qué se siente terrible intentar dar un paso afuera. Nadie lo está mirando, y parece como si tuviera todas las miradas puestas en él.

Sacude la cabeza y agarra suficiente valor para decidir salir, con sus brazos abrazando su propio cuerpo, mirando a todos lados y esperando encontrar a una persona. De preferencia Sunghoon, aunque eso era una cosa incógnita hasta el momento. Teniendo en cuenta que no se mira en ningún lado. Bajar las escaleras es igual de fatigante y hasta tenebroso, porque no sabe que se encontrará una vez llegue al último escalón. Podría ser al pequeño Seung, que con su suave y tierna vocecita le llamaría Hyung mientras salta sobre él para brindarle un abrazo. Eso sería más agradable para Sunoo, pero no menos tranquilizante. Al contrario, también podría ser la madre de Sunghoon, que lo miraría con esos ojos risueños y amables y con una dulce sonrisa. En el peor de los casos ella notaría lo que está pasando y su mirada se tornaría en una de disgusto y horror. Entre las dos opciones, Sunoo sentía las mismas náuseas.

COOL KIDS!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora