Capítulo 16

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Capítulo 16: "Cicatrices"

Sunoo miró a Sunghoon con la boca entreabierta, casi balbuceando

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Sunoo miró a Sunghoon con la boca entreabierta, casi balbuceando.

—Estás loco.

Sunghoon suspira, el brillo intenso de su mirada hace un instante, desaparece. Se encoge de hombros y se mueve hacia un lado de la cama, cruzado de brazos.

—No lo expresé de la mejor manera, pero es justo lo que haremos. Tú lo hiciste de esta manera.

—Pero no quiero. Me parece... —Sunoo hizo una pausa y desvió la mirada—. Fuera de lugar, innecesario.

Puede que lo sea, puede que no. En este punto, ninguno de los dos podría saberlo. El caso importante en este momento, es que Sunghoon no parece querer dormir en el suelo ahora, y se sienta aparentemente cómodo en su lugar. Acariciando su almohada e ignorando a Sunoo.

— Estás hablando en serio...— la voz de Sunoo es tensa.

Sunghoon se encoge de hombros y asiente.

—Antes de actuar, intenta pensar. Mira lo que has causado.

—¡No me eches toda la culpa a mi!—gruñe molesto—. Estás dispuesto a esta opción mucho más tranquilo de lo que yo estoy.

Lo siguiente que Sunghoon le dice, lo deja con la boca entreabierta de la sorpresa.

—Ese es el objetivo.

Entonces era eso. Todo esto era para molestarlo, para darle un castigo. Sunoo apretó los puños y su respiración se volvió errática, respirando caliente. No podía creer lo absurdo que toda la situación era. De todas maneras, Sunoo termina acostado en su parte de la cama con el cuerpo rígido y la voz baja en quejas.

— Esto es estúpido. Esto es tan estúpido... ¿Por qué hiciste de esto algo tan estúpido?

— ¿Puedes dejar de decir estúpido?

— No, porque eres un estúpido.

Sunghoon rodeó los ojos, y se movió frustrado en su parte derecha de la cama. Su vista sobre el techo blanco, el cuerpo inmóvil, y una pila de almohadas separándolo de la parte izquierda de la cama. Suspiró. Hace una hora que ellos no podían dormir. Sunoo se había removido unas diez veces ya, y Sunghoon no podía cerrar los ojos con tranquilidad.

Aunque, de hecho, podía ser peor.

— Vale, soy estúpido. Pero tú eres un niñito malcriado—señaló irritado—. ¿Puedes dejarme dormir ahora?

Sunoo gruñó.

— ¿Lo vez? Cada cosa que dices es ridícula. Hoy más que nunca no te soporto.

Sunghoon se rió, bastante irónico y cansado con la situación.

— Le pediré a Dios paciencia, porque si la termino de perder, mi instinto malvado aparecerá justo ahora.

Sunoo levantó la barbilla ligeramente. Ellos no se estaban viendo por la gran pila de almohadas que Sunoo ordenó cuando la decisión de compartir la cama fue propuesta. Y sí, él no dijo nada ante eso. No fue un sí o un no, más bien, ellos probarían. Pero, ese tono le molestaba. Y sus labios fruncidos eran una prueba física de ello.

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