Capítulo 32

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Capítulo 32:
"Hasta el fin de la noche y el principio de un nuevo día"

Capítulo 32:"Hasta el fin de la noche y el principio de un nuevo día"

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—¿Estás loco?

Sunghoon se encoge de hombros.

—Probablemente.

Sunoo se ríe, incrédulo.

—Park Sunghoon, tu irás adentro y jugarás ese partido ¿me oyes?

Sunghoon niega, apretando el agarre de sus manos.

—Nos iremos de aquí—y dice, firme—. Ahora.

Sunghoon lo hala lejos de la entrada y Sunoo se está resistiendo mientras se ríe sin poder creérselo.

—No hablas en serio—se le escapa una risilla, todavía con un Sunghoon guiándolo hacia en donde está estacionada el scooter—. ¡Eres el capitán del equipo que te está esperando!

—Ellos todavía son un equipo sin mí.

—Sí, por supuesto. Pero todavía eres el capitán, eso significa que eres importante.

Sunghoon suspira.

—No quiero jugar hoy—aclara y se detiene para mirar a Sunoo. Hay algo que cambia en sus ojos, es la misma mirada que antes tenía en los vestidores—. Si voy y me vuelvo a encontrar con Dak-ho o Dong-sun, yo no podré jugar bien. Y no quiero sentir que lo hago por obligación. Es importante para mí no hacerlo.

Él está siendo sincero. Se nota en esa mirada trasparente y limpia que le está dando a Sunoo. Y, en realidad, es suficiente. Porque Sunoo también quiere alejarse de aquí, irse, y si es lo que Sunghoon deseaba, estaba decidido.

—Nos vamos entonces.

—¿Si?

Sunoo sonrió.

—Sí, tonto.

Sunghoon asiente, complacido y aliviado, pasando a Sunoo el casco y haciendo todo rápido para evitar encuentros no deseados con otras personas. Esa felicidad que los abraza es pura mientras se suben en el scooter. Como un abrazo que incluso es más fuerte y poderoso que uno físico. Un abrazo al corazón. También como un tierno beso al alma.

—¿No es esta nuestra pequeña nave invencible?

Sunghoon enciende el motor.

—¿Lo es?

—Simplemente subiremos en esto e iremos a los lugares que queramos. Entonces nadie puede destruirla o intentar extraviarla porque nunca sabrán cuál es el próximo destino—comenta, tragando saliva—. Nadie puede interferir en lo que pensamos porque es solo de nosotros.

Hay una pausa. Sunghoon se voltea a mirarlo.

—Nuestra nave...—y susurra—. Me parece encantador.

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