📍 Kim Sunoo es de esos chicos populares con una personalidad brillante. Lugar que pisa, lugar que se llena de su risa acogedora. Quienes lo conocen lo llaman la luz radiante que ilumina en la oscuridad.
Park Sunghoon es todo lo contrario. Un juga...
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— ¿Qué está pasando contigo? Tengo dos días sin verte la cara, Sunoo.
— Hyung...
— Tú... ¿Te sucede algo? Ya no me hablas como antes. — sonó decepcionado— Me gustaría que lo hicieras.
Sunoo mira a Jiyoung, quien se encuentra conduciendo hacia su recinto escolar. Para sorpresa de su chófer personal, el mayor se había ofrecido a llevar a su hermano pequeño esta mañana. Una sonrisa tranquila y una postura relajada. A Sunoo le puso nervioso aquello, tal vez porque no había visto el rostro de Jiyoung desde aquella cena familiar y, sinceramente, temía lo que justo ahora estaba sucediendo.
Su hermano con esa mirada y voz preocupada.
— Sunoo... — insistió, deteniendo el auto por el semáforo. Consideró que fue un buen momento para voltear y mirar a Sunoo—. No te estoy obligando a qué me digas algo. Simplemente quiero que me consideres alguien en quien confiar. Soy tu hermano mayor.— suspiró—. Se lo que se siente guardar los problemas y sentirse agobiado.
Sunoo asintió, despacio y sin ánimos. Se odió por no considerar las palabras de su mayor. Pero, se sentía abrumado y confundido. Había estado sintiéndose así desde anoche, cuando entró a su casa y envés de encontrarse con su madre, se encontró con Jiyoung. No le dijo nada. De hecho, sólo terminó de entrar a su habitación y Sunoo se quedó un rato con la mano en la manilla. Ya debía saber que no podía salvarse tan fácil.
— Lo siento, Hyung. — susurró entonces, un puchero inconsciente y la mirada en sus dos manos en el regazo. El auto volvió a andar—. Yo... No tengo nada en particular. Supongo que son emociones que van y vienen en los jóvenes. — luego sonrió, aunque no muy convencido de si tenía una sonrisa o un tipo de mueca—. No es algo de qué preocuparse. De verdad.
Jiyoung asintió, sin insistir más sobre el tema o sacando algo referente a ello. Poco sabía el menor, que sin intención, había escuchado parte de la conversación con Minah. Lo mantuvo para él y, aunque se sintió un poco dolido de que su pequeño ya no le tuviera la misma confianza de antes, no hizo más que conducir y sacar otro tema.
— ¿Qué ha pasado con Jungwon? Tengo tiempo sin verle por la casa.— expresó nuevamente, mirando de reojo como los hombros del menor se relajaban.
Sunoo sonrió. Menos inquieto.
— Quiso darse un descanso de SunHee y sus amigas. — se rió, Jiyoung también lo hizo—. También está ocupado en su casa. A veces tiene que cuidar a sus hermanos.
Jiyoung asintió, comprendiendo.
— ¿Tú otro amigo?— encuestó, ladeando la cabeza un poco confundido— ¿Cómo se llamaba...? ¿Jaeyun? ¿Jaeky?
— ¡Jaebum!
— ¡Él! — Jiyoung lo confirmó y reconoció. Pero Sunoo estaba riéndose—. ¡No te rías! Sólo me estaba recordando de él.
