Capítulo 10

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Capítulo 10 "Espiarlos".

Capítulo 10 "Espiarlos"

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— Sunoo... ¿Dónde estás?

Las pisadas sutiles se acercan. No es uno, hay más de dos.

Retumban en sus oídos.

Un cuerpo pequeño y pegado a las paredes del baño, se encuentra sentado en el suelo, aferrándose a sus propias piernas, que tiemblan incesantes ante la presente inquietud que lo rodea. Eso que se aprieta firme en su corazón es miedo, lo sabe porque ha vivido con él por mucho tiempo. Cuando su cuerpo no deja de temblar es pánico, ese que no lo deja estabilizarse y poner fin a su pesadilla. Sus manos tiemblan y su corazón late con miedo.

En este punto, hay muchas cosas de su vida que Sunoo odia.

Aunque haya muchas, tiene una cierta molestia irritante por su debilidad. Esa que le permitía llorar con facilidad y le recordaba lo temeroso que era. Tan débil y temeroso... Sunoo era tan incapaz de tantas cosas. Nunca esperó que su vida fuese de esta manera. Él, quien imaginó un mundo más feliz y libre, se encuentra en el baño de su colegio, mientras el grupo de chicos que lo molesta caminan de un lado a otro entre risas y murmullos, conscientes de su escondite que de todas maneras no es uno.

Lo están esperando. Están ahí por él. Lo encontrarán pronto.

Su cuerpo se encoge y abraza más sus piernas cuando una sombra se desliza por debajo de la puerta del cubículo de donde está. Las risas suaves que antes se escuchaban ya no están, de repente, hay un silencio perturbador que en lugar de tranquilizarlo acelera mucho más los latidos de su corazón.

Eso es.

Es un momento de tranquilidad a la presa antes de atraparla.

— ¡Sunoo-ah!

La puerta se abre de un empujón, y las risas comienzan a atormentar dentro de su cabeza. Woosung es quien lo agarra primero, levantándolo fácilmente por un brazo. Sus ojos claros lo miran con malicia y perversidad, aunque Sunoo no lo mira, sabe que es así. Siempre es así. Lo único que queda por hacer es quedarse quieto y esperar por lo peor de su día diario.

Pedir que paren ya no es una opción para él, apenas un niño de 12 años siendo víctima de las molestias de este grupo de chicos de su propia aula.

— ¿Por qué hoy has estado menos sonriente Sunoo-ah? ¿Por qué? — Se burla Woosung, tomándolo de un brazo mientras posiciona su rostro cerca del menor con una sonrisilla burlona—. ¿Tampoco hablas hoy?

Aunque desea controlarlo, es muy fácil para él dejarse intimidar por el mayor.

—Y-yo...

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