Capítulo 13.

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ALAN THOMPSON

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ALAN THOMPSON

(***)

¿Por qué me quieres?

Me di cuenta de un par de cosas a medida que el tiempo corría: uno, que Camila seguía viéndose con el profe, lo peor era que no eran discretos en ningún sentido, ¿Cómo podían enviarse guiños en medio de las clases? No me quise meter en esa laguna. Dos, quería reconciliarme con mi hermano.

Tres: odiaba cuando Dylan dejaba los cajones de nuestro armario abierto. Siempre que volvía de clases tenía que cerrar los cajones y comerme la frustración, pues me daba un poco de vergüenza reclamarle algo tan bobo. Además, no hay que olvidar que Dylan seguía escapándose en las noches para ir a un lugar que me tenía muerto de intriga.

¿Qué andaba haciendo Dylan? ¿Qué pasaba si no iba? Entonces, esa idea me corrió por la mente. Dylan se escapaba cuando yo estaba "dormido", ¿Qué sucedería si yo nunca me durmiera?

Mi pobre Dylan parecía muerto por tanto estudiar. Pasaba frente al ordenador todo el tiempo, con libros de texto gruesísimos y con un cansancio notable. Aun así, con todo aquello sobre los hombros, él salía cada noche. Nina decía que debía seguir a Dylan, pues a ella no le había contado nada aún.

—Ni siquiera sabía que se escapaba en las noches —se excusó ella. Dylan estaba en nuestra habitación, recién habíamos cenado y, ese día, no tenía que ir a trabajar—. Dios, espero que no esté haciendo nada ilegal.

—¿A qué te refieres? —cuestioné un poco enojado—. No estarás insinuando que Dylan vende drogas, ¿verdad?

—No, la verdad es que ya no sé que pensar con tantas cosas que están pasando. Tal vez y sea una sorpresa para ti y nosotros la estamos arruinando por pensar demasiado en ello. —Dejó los platos en su sitio y soltó un suspiro de cansancio. Yo estaba limpiando el mesón. Me quedé pensando en las palabras de Nina. ¿podría ser verdad su especulación? —. Ya sabes, Dylan a veces es un poco, demasiado, comprometido a la hora de demostrar cariño.

—Nina, no quiero que esta vez la vida nos salga con otra sorpresita. Ya estoy cansado. —Tiré en el bote de basura la bolsa de café que se acabó—. La última semana me he sentido más seguro, ya no siento que me están vigilando.

—¿Tu crees que cambiaron de objetivo? —Levanté mi mirada para verla a ella y demostrar la negación—. La otra noche un hombre me siguió y yo tuve que correr para que no me alcanzara. Pensé que me intentaron robar, pero cuando escuché que ustedes también les pasó, me preocupé. Tal vez tendríamos que ir a la policía.

—Yo estoy pensando lo mismo. Pero ¿con qué excusa vamos a llegar?

—No sé, hay que buscar algo para que nos presten atención. He estado pensando en esto: tal vez me presten atención porque podría ser una de las tantas chicas que podrían secuestrar y tendrían que cuidarnos para poder investigar.

DAYLIGHT Ⓓ (#2) [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora