Capítulo 49.

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49 | El secuestro.

49 | El secuestro

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NINA GARCÍA

Al despertarme, estaba en un lugar muy estrecho. Intenté mover mis manos y pies, pero no podía estirarme bien. Oía a los autos pasar. Me di cuenta que estaba en el baúl de un carro que iba en movimiento. La respiración me comenzó a faltar. Lo ultimo que recordaba era a Luis antes de darme un golpe en la cabeza.

Todo estaba oscuro, mi boca estaba amordazada. Las lagrimas me invadieron los ojos. No sabía a donde me llevaban, pero si tenía que ver con Luis, era obvio que no sería un lugar bueno.

Estaba en mi habitación antes de que él llegara. La casa de mi madre era de dos plantas: la primera en la que estaba la sala, el comedor, la habitación de lavado, la cocina y un cuarto para los huéspedes; la segunda solo eran nuestros cuartos, un estudio que mi madre usaba para trabajar horas extras y otro pequeño cuarto en el que tenía colección de cosas que no servían.

Por lo general, mi madre siempre recibía llamadas inesperadas de trabajo y tenía que salir de prisa. Sin embargo, desde lo que pasó con Dylan, casi siete meses atrás, algo dentro de mí se convirtió en una cosa inesperada. Tuve que ir al psicólogo y tuvimos que reconstruir nuestra relación madre-hija. No me quería alejar del lado de Alan, de cierta manera me seguía dando miedo que tantas cosas le pasaran, pero era lo mejor. Tenía que tomar terapia con mi madre y no la podíamos tener si estábamos tan lejos. Hubiera sido tan cruel de mi parte decirle que deje su trabajo, pero yo tenía mi estudio y a mis amigos en otra parte y no me quería alejar de ellos tampoco.

Gracias al cielo, fue como si todo se alineara: me salió un cupo en la universidad en la ciudad donde mi madre residía en la carrera que en verdad yo quería; después de todo, esas horas de estudio y desveladas, si rindieron frutos. A mi mamá le dieron un ascenso y estaba lista para comprar una casa nueva. Yo lo sabía por mucho tiempo, había tomado la elección de irme con mamá, pero no tenía ni idea de cómo decírselo a Alan. Él estaba atravesando por algo tan difícil y dejarlo como si nada podría ponerme como la mala y nunca quise hacer eso.

Sé que cometí errores con Alan. Le oculté muchas cosas con el pensamiento de que le hacía bien, pero a la final siempre terminaba hiriendo más que no le dijesen las cosas que la verdad en sí.

El plan era pasar un mes con papá y luego irme con mi mamá, pero las cosas se pusieron horribles entre ellos. Mi padre dijo cosas horribles de mí. Le pareció mal que yo estuviera yendo al psicólogo: "eso solo es para los locos y los débiles". ¿Cómo le decía que sus expectativas me hacían desilusionarme tan fácil de todo? ¿Cómo le decía que yo era débil y que en las noches me despertaba llorando para recordar el disparo? ¿Cómo le decía que ver como engañaba a mi madre y exigirme que me mantuviera callada, me convirtió en alguien que se echa la culpa de todos los problemas que pasan alrededor?

Me fui con mi madre tan pronto como pude.

Ella había comprendido que yo necesitaba un poco más de su atención, así que apartaba las noches para estar juntas (cenar, ver alguna película, comer helado), pero ese día tuvo que irse. Uno de sus amigos había dado con el paradero de Santiago. Yo le pedí que fuera de inmediato.

DAYLIGHT Ⓓ (#2) [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora