Quedate Esta Noche 0.10

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Ya habían pasado dos días y seguíamos en la casa de los padres de Lalo, era muy cómodo la verdad, era un lugar donde en poco tiempo, había entrado en confianza, y podría ser yo sin que me estén juzgando.

Ángel y Rubén segian igual como los conocí, las peleas y los gritos entre ellos, ya me había acostumbrado, nada nuevo, Valentina era de las personas que más confianza tenía en esta casa, aparte de Lalo, y con la mamá de Lalo, era muy diferente, para mí era un poco, hasta cierto punto incómodo, ya que me ponía nervioso.

Hoy en la mañana nos aviso la señora Cristina que quería hablar con nosotros seriamente, con todos, incluyendo a los hermanos de Lalo, me puso muy nervioso eso, pensé que había escuchado algo de aquella vez, o algo parecido, o algo que le incomodaba, jamás me imagine lo que pasó en realidad. Lalo y yo llegamos a la cocina donde ya estaban todos, solo faltabamos nosotros dos.

—Buenos días hijos, siéntense vamos a hablar—todo era en un tono muy tranquilo, todos estaban relajados, excepto Lalo, algo no me gustaba.

—¿De qué quieres hablar madre?—al fin Rubén había hecho la pregunta de oro.

—Quiero contarles la verdad, de todo, desde que Gonzalo se fue de la casa a su edad tan pequeña hasta hoy, quiero aclarar todas sus dudas que tengan, incluyéndote Eduardo, eres parte de la familia ahora, así que tienes derecho a saber—me puse aún más nervioso, no sabía cómo reaccionar.

—Empiezo yo, ¿Dónde estuvo Gonzalo todos estos años? Son alrededor de diez años desde que él desapareció—Ángel comenzó a derramar algunas lágrimas, y Lalo sólo agachó la cabeza.

—Esa historia sólo la sabemos el y yo, y de seguro su novio también, pero ahora la van a saber ustedes, el estuvo…bueno mejor cuéntales tu Gonzalo, mejor que nadie vas a saber explicarlo—

—Yo estuve con mi Tia—ahora mismo, toda la historia que me había contado, no cuadraba.

—¿No que estuviste con tu abuela?—

—Entonces tu tampoco la conoces Eduardo—Cristina se había dirigido hacia mí, ahora mismo tenía mil dudas.

—No Eddy, yo estuve con mi tia, hermana de mi mamá, eso pasó, por que mi padre descubrió que un chico se me había declarado, cosa que él no tolero, y tuvo que una discucion con mi madre, y ella para “protegerme”  decidió que mejor, estuviera unos días fuera de la casa para poder hablar con mi padre, cosa que se alargó, los días se convirtieron en semanas, y luego en meses, y después en años—

—Pero tenías ocho años, ¿como que se te declaró un chico?—

—En ese entonces no tenía definida mi orientación sexual, así que no sabía que me gustaba, pero un chico de once años en ese entonces se me había declarado por una carta, yo nunca supe que decía esa carta con exactitud, ya que mi padre la encontró antes de que yo la leyera, no sabía mi orientación sexual, pero con esa experiencia la descubrí, y ahora se que soy Gay—

—Entonces eso pasó, pero algo no sigue quedándome claro, ¿Por qué terminaste en México?—

—Ya Rubén, pareces policía—

—No te preocupes Ángel, pues, lo que pasó, es que yo terminé, la primaria y secundaria con mi tia, en su casa pero mi madre, le daba dinero para mantenerme con ella, ya que es soltera y pues no tiene hijos, era como su hijo, pero yo meti papeles para una oportunidad de oro, poder irme de intercambio a México, la cosa fue que sólo era un año, osea primero de Preparatoria, pero, por mis calificaciones, me dieron la oportunidad de quedarme y terminar mis estudios aya, yo acepte y hablaron con mi madre y ella aceptó, y el chico que se había venido acá con mi tia regreso, pero yo no, después de eso conocí a Eddy, y pues han pasado muchas cosas después de eso—empezó a reír Lalo, cosa que también me hizo reír, recordar todas las cosas que hemos vivido, es algo gracioso recordar esas cosas.

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