Encontré mi Hogar

Caderas Blancas 0.1

Aunque Lalo me había dicho que saliamo a la mañana del otro día, obviamente no fue así, ya que, teníamos que esperar a que lo dieran de alta, y al parecer, la fuerza de su brazo va a disminuir por un tiempo, tiene que estar haciendo ejercicios, y empezar a mover poco a poco el brazo, él lo toma muy bien todo pero yo…me sigo culpando por lo que pasó. 

Sabía que algo iba a pasar, sabía que él no quería ir aun y yo lo obligue, pero aunque me he disculpado mil veces con él, me dice "no pasa nada" en un tono seco y frío. 

Cuando hace eso es por que no es cien por ciento sincero conmigo, y eso me molesta un poco, porque habíamos dicho que eso iba a terminar y seríamos más abiertos, pero él no pone de su parte en ese aspecto desde hace dos años, que se volvió más distante en ese tema. 

Por otro lado, desde que regresamos de Canadá, traté de ser más unido a él, siendo más sincero y cariñoso, pero cuando lo intentó, él sólo me observa con una mirada seria y penetrante, jamás le he tenido miedo, en lo absoluto, pero esa mirada, es algo, extraña. 

—Eddy—estaba en la cocina, haciendo algo para la comida-cena, él estaba en la sala, con una pelota antiestrés, haciendo el ejercicio diario que necesitaba hacer—¿Puedo confiar en ti?—lo mire confuso por el marco de la puerta y me encamine hacia el, espero que no sea otro problema—Mira, hace tiempo un amigo me habló sobre algo que me llamó mucha la atención—camine como pude, ya que habían muchas cajas, estábamos listos para salir de aquí—Se llama "BDSM", no recuerdo qué significan las siglas pero…—sabía perfectamente que era eso, Moon se encargaba de explicarme esas cosas, y por ningún motivo pienso hacerlo. 

—No, no, no y no, perdón Gonzalo, eso no es de mi agrado—el me miró confuso y comenzó a reír. 

—Nunca dije que lo iba a practicar contigo—se levantó del sillón y tomó una caja que estaba forrada de un papel negro, ahora que lo pienso, no la había visto—quiero que lo practiques conmigo—mi mirada cambió al instante, me sorprendí mucho cuando lo menciono, habri rápido la caja y había muchos juguetes sexuales. 

Correas, látigos, arneses, dildos, vibradores, cuerdas, esposas, mordazas, velas, y algunos otros que no reconocí incluida una guía de nudos. 

—Estas bien, pero bien, pendejo—su mirada de lujuria y emoción, cambió a una de decepción—Acabas de recibir un balazo hace, tres semanas me parece, y ahora quieres que te ate, te golpee, y te…—quería seguir hablando, pero él me detuvo de inmediato. 

—Y que me maltrate y me haga suyo—mi rostro ardió pero el estaba muy seguro de lo que había dicho. 

—Mira, voy a ser sincero contigo, tu me hiciste realidad mis fantasías, y creo que sería justo hacer realidad las tuyas—de nuevo la lujuria y la emoción regresó a su rostro—Pero, por el momento quiero practicar, aprender usar estas cosas, osea, estamos chingados de dinero, y tu, comprando pinche juguetes sexuales Gonzalo, vete a la mierda—Lalo comenzó a reír fuertemente, y se tapó el rostro con una mano mientra con la otra, sostenía la caja. 

—Esta bien, aprende a usar esto, y cuando lo sepas usar, me dices para ser tu…—

—Si, esta bien, no sigas, enserio que cuando te exitas hablas de mas—solo me dedico una sonrisa, pero se desvió su mirada cuando la puerta sonó. 

Tape la caja y la oculte en el cuarto, él fue a abrir la puerta, era la mudanza, aún no tenemos el lugar a donde ir, pero Moon consiguió un lugar seguro para guardar las cosas, era un cuarto grande, y espacioso para poder guardar todas las cosas, hoy mismo salíamos a la casa de mis padres, cuando terminen la mudanzas, salimos para allá. 

La caja con los juguetes, Lalo la subió a la camioneta, ya que dijo que eso lo práctico en el camino. 

La mudanza tardó, mucho, pero cuando al fin terminó…mi casa se veía vacía, no puedo creer que tres años pagando una casa, y que de un momento a otro me la quitan, pero prefiero irme a tener que pagar las consecuencias.