NORMA

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Eduardo.

Me encontraba acostado en mi cama totalmente relajado, estaba solo en casa, no había nadie que me molestara, hasta que....

Escuché como la puerta de la cocina se abrió y chocó con la pared de concreto haciendo que se escuche en toda la casa, rápidamente me levanté a ver quien era, y era mi madre.

—Dios, me espantaste, creí que él perro se había metido y había comida en la mesa—dije con una pequeña risa, pero al parecer a mi madre no le causó ni un poco de gracia, lo cual me preocupó—¿estás bien mamá?—dije un poco temeroso, mi madre estaba totalmente seria.

—siéntate, vamos a hablar—con esas palabras sentí como mi corazón se detuvo por un segundo.

—okey—dije temeroso, y acate la indicación.

Mi mamá empezó a hablar, al parecer una de las vecinas le contó a mi madre que me eataba viendo con un chico, y no solo como amigos, mi corazón empezó a latir fuertemente, sabía perfectamente que mi mama no veía bien la homosexualidad, sentí el miedo recorrer todo mi cuerpo, hasta que por fin pidió mi palabra.

—mamá, puedo explicar....—no pude terminar, cuando ella volvió a hablar.

—pues es lo que estoy esperando cabrón—mi madre era de las personas que cuando se molestaban, empezaban a insultar.

—es....mira mamá....yo soy.....—me sentía incapaz de decirlo, aunque en mi cabeza sonaba tan fácil “mamá soy gay" no podía simplemente decirlo. Creo que nunca me había sentido con tanta inseguridad estando con mi madre, hasta que por fin me arme de todo el valor que tenía y se lo dije—mamá...yo soy gay…y el chico que te contó aquella vecina, es mi novio—no terminé de hablar cuando mi mamá pegó un puño en la mesa.

—NO MAMES CABRON, APARTE DE SER UN BUENO PARA NADA TAMBIÉN SALISTE JOTO—jamás creí que unas palabras me doliera más que mil golpes en todo el cuerpo, me sentí con una tristeza enorme, fue cuando empecé a derramar lágrima cosa que....—Deje de estar llorando pinche marica, mínimo tenga los huevos para afrontarlo, yo ya lo sabia, pero nunca pensé que sería con ese bueno para nada—sentí tanta rabia en ese momento, que dije las cosas sin pensar, desde ahí todo se salió de control.

—déjame vivir mi vida mamá no la controles, por que no es tuya—esas palabras fueron suficiente para que mi mamá derramará una lágrima.

—esto lo hago por que me preocupo por ti hijo, por eso ahora mismo vas a terminar a ese pendejo bueno para nada—claramente no me iba a quedar callado.

—hay una línea muy delgada entre la preocupación....y la manipulación en la maternidad—tuve que escuchar un sermón enorme de parte de mi madre, cosa que me aburrió—mira mamá, lamento por interrumpirte, pero enserio que ya me tienes arto con tu pinche cuentito, soy joto, no se va a acabar el mundo salí de la secundaria como el mejor de mi ciclo, también estamos viendo si me proporcionan la beca para la preparatoria que quiero......ser joto, como tu me dijiste, eso solo es un gusto, no es una etapa, tampoco se me va a quitar, así que por favor detén este pinche drama—termine de hablar cuando mi madre me soltó una bofetada.

—si eso crees, vete con tu pinche noviecito, haber si el se va a preocupar de ti, como yo me estoy preocupando por ti—esas palabras me bastaron para ir a mi habitación por una mochila, la llene de ropa y algunas cosas que iba a necesitar para mi escuela, un poco de dinero y salí de mi habitación, cuando regrese a la cocina, estaba mi madre en la misma posición pero fumando un cigarrillo—entonces si te vas......muy bien, pero me dejas ese celular porque yo lo pague, no tu—el celular no lo tenía yo, estaba en la mesa, ese celular era lo más importante para yo poder salir de aquí.

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