No pude darme cuenta cuando Eddy y yo nos quedamos dormidos, pero si cuando despertamos, Eddy estaba desnudo abrazando mi torso, al igual que yo, solo que yo estaba abrazandolo por la espalda.
No quería despertarme, ni siquiera me quería mover, pero empecé a sentir como empezaban a caminar sobre mi.
Entre en pánico cuando sentí unas pequeñas patas en mi pecho, no quería ni siquiera abrir los ojos, estaba muy asustado, hasta que sentí unos pequeños pelos que rozaban mi rostro, ahora podía entender quién era.
—Pinche Luna quítate—abrí los ojos y como lo deduci, era Luna que empezaba a lamer mi rostro.
Me moví bruscamente y Eddy se despertó, mientras yo peleaba con Luna, me detuve en seco al escuchar unas pequeñas risas que provenían de Eddy.
—Tu perra es un dolor de cabeza—Eddy comenzó a reír aún más fuerte.
Me levanté de la cama y me empecé a vestir, cuando ya tenía mi ropa interior y mi pantalón, ayudé a vestir a Eddy.
No sabíamos qué hacer hoy, claramente iba a recibir un regaño de parte de Jonathan por no ir a trabajar hoy, pero ya era tarde, casi una de la tarde y yo entro a trabajar a las ocho de la mañana.
Eddy también no quería hacer nada, ni siquiera sabíamos que hacer de comer, o que comer, así que nos vestimos e íbamos a dejar encargada a Luna con la señora Gloria, para ir a comprar las cosas para hacer de comer algo hoy.
Llegamos a la puerta de la señora Gloria, tocamos incontables veces pero nunca salió, Eddy comenzaba a desesperarse y yo comenzaba a preocuparme.
—Sabes que, mejor dejo encerrada a Luna en la cabaña, vamos Luna—Eddy comenzó a caminar hacia la cabaña, con Luna siguiéndolo, yo solo me quedé viendo la escena y me recargue en la puerta.
La puerta no estaba bien cerrada, y caí al suelo, ¿Por qué no estaba cerrada la puerta?, un recuerdo vino a mi como un rayo, ayer que salí de esta casa para irme a mi cita con Eddy, no cerré bien la puerta, pero me causó rareza que la señora Gloria no la haya cerrado.
Sabía que estaba mal hacerlo, pero mi preocupación aumentó, así que entré a la casa y comencé a gritar el nombre "Gloria".
Nadie me contestaba, empecé a buscar por la habitaciones, y nada, hasta que llegué a la habitación de la señora Gloria.
—Señora Gloria, está…—la escena que presencie, la verdad, no quiero volverla a repetir.
[...]
Varios policías llegaron a la casa, junto con un forense, y un carro que decía "Funeraria", a Lalo lo estaban interrogando algunos policías, al escuchar lo que había pasado entre en shock.
Al parecer la señora Gloria había decidido suicidarse con un bote de pastillas, pero ¿por qué?, ¿qué necesidad había?, ¿por qué alguien como ella, decidió hacer eso?.
Lágrimas comenzaban a caer por mis mejillas, al recordar todos esos momentos que pasé con ella, sentía como mil cuchillos atravesaban mi corazón.
Recordé todos aquellos momentos en que nos ayudó, como nos motivaba a mí y a Lalo, como me cuido cuando empezó mi enfermedad, cómo eran esas visitas interminables cuando Lalo se iba a trabajar, como pasábamos horas platicando y contando nuestras metas, todos esos recuerdos me hacían sentirme más mal.
Lalo me vio y de inmediato se acercó a mí y me dio un abrazo, comenzó a llorar él también, estábamos mal, una persona que fue un pilar único en nuestra vida se había ido.
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Encontré mi Hogar
CasualeSi tuvieras que dejar todo por la persona que amas, ¿Lo harías? Yo si, lo di todo por él, se lo entregue todo, y lo ayudé en todo lo que pude, pero el día que me dijeron que ya no estaba más en este mundo, mi mundo se destruyó por completo, porque...